Royal Canin y el RACE renuevan su colaboración para reforzar los mensajes relacionados con el bienestar y la seguridad animal durante los desplazamientos estivales.
TEXTO: JAVIER VARELA
Cuando comenzamos un viaje o cualquier desplazamiento en nuestro vehículo siempre planeamos la mejor ruta, revisamos el vehículo y ponemos el máximo empeño en la seguridad de todos los ocupantes. Pero, ¿y con las mascotas? Los animales de compañía, a pesar de que muchos los consideran un miembro más de la familia, no siempre son tratados como tal a la hora de subirlos al coche. El 36% de los españoles se desplaza en coche con sus mascotas este verano garantizar su seguridad en estos desplazamientos es clave, no solo por ellos sino también por el resto de los acompañantes.
Por ello, el RACE y Royal Canin mantienen su colaboración para proteger el traslado de las mascotas a la hora de viajar y para reforzar la importancia del bienestar y la seguridad animal durante estos desplazamientos. Según el último informe desarrollado por el RACE y Royal Canin, el 12% de los casos viajan incorrectamente, hasta el punto de poner en peligro tanto su vida como la del resto de ocupantes del vehículo.
Daños por impacto o por frenazos bruscos, riesgo de atropello en las paradas de descanso o un golpe de calor son ejemplos claros de estos riesgos para los gatos y perros, pero también para las personas que los acompañan.
Por ello, cuando iniciamos un viaje con nuestra mascota, es importante seguir algunas pautas o consejos para evitar sobresaltos o disgustos. Lo más importante es evitar que la mascota vaya suelta en el interior del vehículo, ya que pueden impactar con otros ocupantes en caso de frenazo o colisión. Si se trata de un gato, la mejor forma de protegerlos es metidos en un transportín en el suelo, entre el asiento delantero y trasero, y siempre evitando que les dé el sol de forma directa.
Otra de las pautas a seguir es elegir un sistema de retención adecuado al peso y al tamaño del animal. Entre los sistemas disponibles están los arneses de sujeción de doble anclaje (con un sistema de unión corto y estable), los tradicionales transportines o los separadores del habitáculo, que deben ser firmes y estar bien anclados para evitar desplazamientos y que la mascota pueda sufrir un impacto en caso de colisión o un frenazo.
Para los animales, un viaje en carretera suele ser una situación incómoda, por lo que es importante acostumbrar al animal a los desplazamientos y al sistema de sujeción desde el primer momento en el que se sube al vehículo. De hecho, siempre es mejor hacerlo desde una edad temprana y aunque los trayectos sean cortos para que se pueda ir habituando poco a poco.
La mascota, como el resto de ocupantes del vehículo, no puede llevar objetos junto a ella. Las maletas, bolsas u otro tipo de objetos siempre deben ir lejos del animal, ya que podrían moverse y causarle daños durante el trayecto. Otro momento clave en os desplazamientos es la parada. En ese momento es importante controlar al animal para que no salga corriendo del habitáculo y pueda provocar un accidente con otros vehículos en la zona e incluso el atropello del propio animal.
La temperatura que se alcanzan en verano, y que este año están siendo especialmente altas, hace que debamos extremar la precaución a la hora de viajar con las mascotas para prevenir el golpe de calor, que se produce con la subida repentina de la temperatura corporal por encima de los 42 grados. Por ello, hay que tener cuidado con las situaciones de calor extrema y no dejar al animal en el interior del vehículo con altas temperaturas ni aunque el vehículo esté a la sombra o con las ventanillas bajadas. Vigilar la temperatura del vehículo, asegurando una ventilación adecuada en todo momento es necesario para evitar sustos. Y si el animal empieza a mostrar síntomas como incremento de salivación, temblores musculares, pérdida de fuerza, respiración acelerada hay que acudir de forma urgente al veterinario.
Una forma de evitar lo anterior es con una correcta hidratación del animal. Hay que evitar dar alimentos o agua en las horas previas al viaje si tiene tendencia al mareo, ya que evitaremos posibles vómitos. Durante la parada de descanso se pueden dar pequeñas cantidades de agua para su hidratación y una vez en el destino, evitar cambios bruscos en su alimentación y mantener las mismas pautas que en el domicilio habitual.
Por último, siempre que iniciamos un viaje y como hacemos con el resto de ocupantes, hay que preparar su kit de viaje con su cartilla de vacunación, historial clínico si tuviera alguna patología y todo lo que pueda necesitar en el destino (alimento, agua, bebedero o comedero y bolsas para sus deposiciones, camita y juguetes). Y si el viaje es al extranjero, hay que revisar con antelación si necesita alguna documentación o vacunación complementaria.