El Mobile World Congress volvió a las redes y a la época de prepandemia dejando atrás los grandes anuncios de nuevos dispositivos móviles.
TEXTO: ARANTXA HERRANZ
Barcelona acogió, un año más, la mayor feria tecnológica sobre redes y telecomunicaciones. El Mobile World Congres (MWC) de este año volvió a la asistencia y espíritu que se vivían antes de la irrupción de la pandemia, pero con una particularidad: aunque también ha habido novedades del mundo del hardware y de los dispositivos de consumo, se han dejado atrás los grandes anuncios de nuevos dispositivos móviles. Mientras, las operadoras, las redes y su gestión han vuelto al centro de la atención, no sin cierta polémica.
Quién paga las redes
Con el metaverso a la vuelta de la esquina y llamando a las puertas de todas las empresas reclamando su inversión en estos nuevos espacios virtuales, las operadoras de telecomunicaciones (especialmente las europeas como Telefónica, Orange, Deutsche Telekom o Vodafone) reclaman que las grandes plataformas (como Netflix o Facebook) paguen por usar sus autopistas. Consideran que es injusto que ellas tengan que invertir en mejorar el ancho de banda y la latencia de estas autopistas de la información sin recibir una contraprestación económica, mientras que otras compañías acumulan los beneficios.
La reivindicación no es nueva, y aunque José María Pallete, principal ejecutivo de Telefónica, asegure que no se trata de una pelea en contra de las Grandes Tecnológicas, lo cierto es que las compañías de telecomunicaciones siempre han recelado de las OTT (Over The Top); es decir, de quienes usan estas autopistas de la información para llegar hasta los consumidores. Según los datos de ETNO, grupo de presión de los operadores de telecomunicaciones europeos, más de la mitad del tráfico mundial de Internet pasa por seis empresas de Silicon Valley: Google, Facebook, Netflix, Apple, Amazon y Microsoft.
¿Qué ha cambiado entonces? Que la Unión Europea está dispuesta a escuchar a todas las partes y, llegado el caso, tomar cartas en el asunto.
Así, la Unión Europea asegura que se mantiene en una posición neutral, aunque durante 12 semanas tiene abierta una consulta sobre si las grandes tecnológicas deben arrimar más el hombro en el coste de las telecomunicaciones. “El verdadero reto es garantizar que para 2030 nuestros conciudadanos y las empresas de nuestras calles en toda la UE -incluida aquí, en Barcelona- tengan acceso a una conectividad gigabit rápida, fiable y con gran intensidad de datos», señalaba el comisario Thierry Breton.
Las grandes tecnológicas se oponen a esta especie de tasa. Netflix, por ejemplo, argumentaba en el propio MWC no solo la inversión que ha realizado para mejorar la comprensión de sus series y que ocupen menos ancho de banda de las redes. El máximo ejecutivo de la compañía también exponía que Netflix había invertido más de 60.000 millones de dólares en la producción de contenidos en los últimos cinco años y que las empresas de entretenimiento como la suya también podrían argumentar que los operadores de red deberían pagarles dinero por el acceso a los contenidos. «Pero nosotros no pedimos eso», concluía.
Además, algunos gobiernos, como el holandés, ya han criticado esta posible medida porque consideran que podría vulnerar las normas de neutralidad de la red y provocar subidas de precios para los europeos.
Mientras, la GSMA (asociación que representa a más de 750 operadores de telefonía móvil y organismo organizador del MWC) cree que la neutralidad no está en duda. “No estamos priorizando. No estamos estrangulando», declaraba el director general de la GSMA, Mats Granryd. «Así que no vemos los argumentos que se suelen esgrimir cuando se habla de neutralidad de la red. Pero estaremos encantados de debatirlo».
Móviles y otros gadgets
Pero más allá de esta polémica y de las novedades que se están desarrollando tanto en redes 5G como en 5.5G y 6G (las próximas en desplegarse), algunas compañías siguen apostando por el contexto del MWC para hacer sus anuncios de dispositivos y novedades.
Por ejemplo, parece que poco a poco los teléfonos plegables van dejando de llegar con cuentagotas para ser más populares. Honor Magic VS es la apuesta de la compañía china mientras que Motorola presentaba una propuesta de un terminal con pantalla enrollable y deslizable. La pantalla POLED es de 5 pulgadas pero se puede deslizar y ampliar a una de 6,5 pulgadas con relación de aspecto 22:9, desplegándose desde la parte trasera del dispositivo en unos segundos. De este modo, se consigue una bonita curva en la parte inferior del dispositivo y, cuando la pantalla no está desplegada, se sitúa en la parte trasera, actuando como una segunda pantalla. El fondo de pantalla es interactivo y se adapta a lo que hace el teléfono.
La empresa propietaria de Motorola es Lenovo, que ha aprovechado esta idea de la pantalla desplegable para mostrar el prototipo de un portátil, el IdeaPad Duet 3i, que también se vale de esta tecnología para marcar diferencias. A primera vista, el portátil enrollable de Lenovo se parece mucho a un portátil tradicional. La pantalla se despliega verticalmente mediante dos motores y unos muelles la sujetan para mantenerla tensa mientras sube y baja. La idea de este portátil enrollable es aumentar la productividad.
Pero, como decimos, no solo teléfonos se han visto en el MWC. Xiaomi ha presentado unas gafas de Realidad Aumentada, las Wireless AR Smart Glasses, con dos pantallas Micro-OLED, una para cada ojo, que emiten imágenes Full HD con 1.200 nits de brillo. En la parte frontal de las gafas hay tres cámaras orientadas hacia delante que se utilizan para cartografiar el entorno inmediato del usuario.
Además, las compañías han anunciado mejoras en los chips, móviles capaces de repararse a sí mismos y nuevos sistemas para que no cojan altas temperaturas. Unas tecnologías adelantadas en el MWC y que, antes o después, llegarán a nuestras manos.