Más allá de un elemento de ocio, el uso de los drones oscila entre el control del tráfico, el rescate de personas o la agricultura y repoblación forestal.
TEXTO: ARANTXA HERRANZ
En su versión más doméstica, han llegado a sustituir a los coches teledirigidos. Los drones no solo pueden ser controlados con un mando a distancia para establecer la ruta, la altura, los giros e incluso la velocidad, sino que también nos permiten hacer fotos y vídeos desde las alturas.
De hecho, en entornos profesionales los drones también se utilizan mucho en fotografías, videoclips y grabaciones de documentales, series y películas para obtener una visión desde las alturas, incluso en la retransmisión en directo de deportes y otro tipo de espectáculos.
Pero el uso profesional de estos vehículos aéreos no tripulados (UAV, nombre técnico de los drones) va mucho más allá y oscila entre el control del tráfico, el rescate de personas o la agricultura y repoblación forestal. Es por ello que su uso está regulado y controlado, con el fin de que no interfiera con otros sistemas,
Tecnología en un dron
Un dron es una aeronave o robot que vuela y que puede ser controlado a distancia (incluso de forma autónoma mediante planes de vuelo controlados por software). Suele estar dotado de vario sensores y de GPS. Los sensores pueden ser de distancia, tiempo, datos, temperatura, imagen, vídeo… Algunos drones utilizan sensores para detectar obstáculos y evitar colisiones hasta en cinco direcciones: delante, detrás, debajo, encima y de lado a lado.
Estos sensores son los que abren la puerta a diferentes usos profesionales. Por ejemplo, los sensores térmicos hacen posibles aplicaciones de vigilancia y seguridad, como la supervisión del ganado y la detección de firmas térmicas. Los sensores hiperespectrales ayudan a identificar minerales y vegetación, por lo que permiten ser usado para controlar la salud de los cultivos, la calidad del agua y la composición de la superficie.
Si se combinan los drones con tecnologías como el Internet de las cosas (IoT), estos pueden trabajar con otros sensores IoT sobre el terreno, de manera que se pueda tener un mayor control de los campos agrícolas. Así, sin entar en estos campos de cultivo¡, los ganaderos pueden controlar la altura de sus plantaciones y saber si se están desarrollando correctamente o si el grado de humedad es el adecuado para regular el riego por goteo.
Los drones también se están utilizando para, en combinación con otras tecnologías como el Big Data, llevar a cabo reforestaciones de bosques quemados en nuestro país, Para ello, los drones van equipados con las semillas de las plantas que ayudarán a recuperar estos parajes, encargándose de esparcirlas con un menor impacto en la flora y la fauna, a no estar presente el hombre. Incluso en los propios incendios, los bomberos utilizan estas naves para inspeccionar una zona afectada y determinar el alcance de los daños y la velocidad de propagación del fuego. Las imágenes tomadas proporcionan detalles de los daños.
De la misma forma, los drones también se utilizan para fumigar determinadas zonas de plantación, lo que también supone una ventaja para las personas, puesto que su exposición a estas sustancias químicas se reduce de manera importante.
Tráfico y seguros
Uno de los mayores campos de acción de los drones es en las carreteras. Así, la Dirección General de Tráfico tiene, desde al menos 2019, varios drones con los que puede controlar el estado de las vías de circulación de nuestro país. Aunque también pueden sancionar si se comete alguna infracción, con estos drones se pretende ser más ágil en la gestión de las carreteras.
Estas naves que usa la DGT suelen partir de la central, situada en el aeródromo de Cuatro Vientos en Madrid. Suelen ser las jefaturas provinciales de tráfico las que piden que sobrevuelen algunas zonas. Eso sí, no esperes verlas volar nunca, por cuestiones de seguridad, justo encima de la carretera.
Las compañías de seguros también están utilizando estas naves para sus operaciones. Son una forma de controlar, por ejemplo, las extensiones de terreno, la edificabilidad de los edificios o incluso la presencia de objetos que puedan ser determinantes para establecer la cantidad de una póliza o si la indemnización debe ser más alta o más baja.
Como fuegos artificiales
Pero, sin duda, una de las últimas aplicaciones que más repercusión y éxito ha tenido ha sido el empleo de estas naves como sustitos de los fuegos artificiales para crear auténticos espectáculos de luz.
Hay empresas capaces de programar drones para que vuelen en formación y creen todo tipo de formas y patrones con sus luces. Este tipo de usos se suele dar en eventos a gran escala, como conciertos o festivales. El uso de drones para crear un espectáculo de luces añade un elemento de espectacularidad que, sin duda, sorprende al público y, con las medidas de seguridad correspondientes, también evita otros peligros, como quemaduras o posibles incendios.
Fotografía y cartografía
Como decíamos al principio, la fotografía y la grabación de imágenes son uno de los usos más corrientes de los drones, pero no únicamente con un propósito artístico. Por ejemplo, algunas inmobiliarias están empleando los drones para hacer fotos y vídeos de determinadas propiedades, puesto que esta vista de pájaro permite que los compradores potenciales se puedan hacer una mejor idea de la propiedad y su distribución.
Además, se han vuelto una herramienta muy útil para profesiones como los cartógrafos. Aunque hasta ahora se valían de las fotografías por satélite, los drones les dan mucha más información y de manera más fiable a la hora de hacer un estudio de las zonas. Los drones pueden estar equipados con cámaras de alta resolución y, por tanto, captar imágenes de una zona de forma rápida y sencilla. Las imágenes pueden unirse para crear un mapa detallado de la zona.
Igualmente, con otro tipo de sensores, pueden ser un recurso muy valioso para tener una correcta topografía de terrenos, la cartografía de edificios, o incluso para hacer cosas como encontrar rutas de senderismo.
Al utilizar estos dispositivos, la cartografía es más rápida y eficaz que los métodos tradicionales, como el uso de un helicóptero o un avión. Y, por supuesto, más barata y accesible.