A miles de metros de profundidad se encuentran estas maravillas de la naturaleza que nuestros antepasados solían utilizar para vivir y dejaron evidencias de ello a través de las pinturas rupestres.
TEXTO: SARA RUBIO
España tiene una de las mejores redes de cuevas turísticas de todo el continente europeo. Son una excursión perfecta para realizar en verano por su temperatura interior y porque es un plan para hacer con la familia al completo. Nuestros antepasados las utilizaban para refugiarse y vivir en ellas y en algunas, han dejado auténticas obras de arte que hoy en día todavía conservamos: las pinturas rupestres. Estalactitas, estalagmitas, columnas…formas de la naturaleza dignas de admirar. Aquí te dejamos una propuesta de algunas de las cuevas más bonitas de España para visitar en este verano.
Cueva de Nerja (Málaga)
Una auténtica catedral subterránea en Málaga. Fue descubierta en 1959 y Declarada Bien de Interés Cultural en 2006. Esconde multitud de pinturas rupestres y la estalactita más grande del mundo con 33 metros de alto y 18 de diámetro. Una de sus cualidades más especiales es que posee todas las formaciones naturales que se conocen; y se hizo famosa en España debido al rodaje de verano azul.
Cueva de Sant Josep (Castellón)
Es una de las cuevas más espectaculares de España porque por dentro discurre el río navegable más grande de Europa. El encanto de la cueva es montarse en una de sus barcas para visitar el interior, unos 800 metros navegando y 250 andando, donde se encuentran pinturas rupestres que datan de hace 15.000 años. Una de las particularidades es que mantiene la temperatura de 20º en el interior durante todo el año.
Gruta de las Maravillas (Huelva)
Está situada en pleno centro del municipio de Aracena y se descubrió en el siglo XIX. Existen varias teorías sobre como se encontró, unos dicen que fue un pastor que había perdido a uno de sus animales y otros que fue por una mina que había allí. Abierta en 1914, fue la primera cueva visitable de España. Tiene un recorrido de 45 minutos por el que se pueden ver estalactitas, estalagmitas, columnas, lagos y ríos subterráneos.
Cuevas de Altamira (Cantabria)
Sería un error hablar sobre las cuevas más bonitas de España y no mencionar la de Altamira, que conserva de manera excelente el arte más importante de la prehistoria, unos dibujos que datan del Paleolítico Superior y que representan ciervos, cabras, bisontes y otros animales junto con figuras abstractas que son Patrimonio Nacional de la Unesco. La cueva fue descubierta en el 1979 y para evitar el deterioro de las pinturas no se permiten visitas a su interior, pero, hace pocos años se abrió justo al lado una réplica de la original.
Cullavera (Cantabria)
Lo que más sorprende de esta cueva es su enorme boca de entrada: 14 metros de ancho por 28 de largo. En el interior hay una pasarela de 400 metros para poder realizar la visita, por lo que es una de las pocas cuevas aptas para personas con discapacidad. Las poblaciones de Homo sapiens habitaron el vestíbulo hace 13.000 años y decoraron las paredes con dibujos de animales y signos, pero estos no son visitables.
Geoda de Pulpí (Almería)
Una geoda es una cavidad de una roca cuyas paredes están cubiertas de minerales más o menos cristalizados proyectados hacia dentro. Y, curiosamente, la mayor de Europa y la segunda mayor del mundo se encuentra en Almería. Los cristales de yeso de casi dos metros de altura en perfecto estado de conservación la hacen una auténtica joya natural digna de visitar.
Gruta del Águila (Ávila)
Su descubrimiento se produjo por casualidad cuando una tarde de invierno del año 1963 un grupo de cinco chicos descubrieron que por una cavidad del suelo salía vapor de agua, juntos decidieron ir a buscar cuerdas y linternas y descendieron unos 50 o 60 metros gateando hasta llegar a la gran bóveda principal. Después, estuvieron perdidos en el interior de las cuevas durante casi cinco horas, hasta que lograron encontrar de nuevo el agujero por donde habían entrado. Hoy, tras las tareas de acondicionamiento, se ha convertido en un escaparate para la contemplación, pues la cueva está repleta de grandes estalactitas y estalagmitas. Se encuentran en perfecto estado de conservación y son visitables prácticamente en su totalidad. Mantiene su temperatura interior todo el año a 17º y la humedad es del 100%.
Cueva de El Soplao (San Vicente de la Barquera)
Fue descubierta gracias a la actividad minera. En su entrada se puede ver un tren abandonado y después una antigua galería minera de unos 1500 metros de longitud por el que discurre un auténtico paraíso natural de estalagmitas, estalactitas y lagunas subterráneas. Para los más aventureros hay disponible una ruta que con casco, buco y botas de agua se adentra en las zonas menos accesibles de la cavidad durante dos horas y media.
Las cuevas del Drach (Mallorca)
Son cuatro cuevas unidas entre sí que se han formado por la acción del agua del Mediterráneo. Un tesoro natural en plena isla de Mallorca. Se descubrieron en el siglo XIX y en su interior puedes dar un paseo en barca y asistir a un concierto en el lago Martel, uno de los lagos interiores más grandes del mundo que lleva el apellido del hombre que lo descubrió. Contiene formaciones espectaculares de estalactitas y estalagmitas, algunas de las más importantes son: Baños de Diana, Monte Nevado o La Bandera.
Jameos del Agua (Lanzarote)
Es una de las cuevas más particulares de nuestro país porque se han formado gracias a la erupción del Volcán de La Corona hace 5.000 años. Se ha convertido en una obra de arte natural por su lago interior de agua turquesa, el puente de la Atlántida, y por los helechos que cubren parte de la roca. En ella habita una especie autóctona de cangrejos ciegos.