El 46% de los ciudadanos afirma que utiliza el vehículo privado para sus desplazamientos diarios, según el Observatorio RACE de Conductores.
TEXTO: LUCÍA V. ALONSO
El vehículo privado continúa siendo la forma de transporte que más agrada de los españoles en las ciudades, a pesar de que se han convertido en entornos intermodales en los que conviven los medios de transporte tradicionales con nuevos sistemas basados en el uso compartido del vehículo y otras fórmulas de movilidad personal como pueden ser los patinetes y las bicicletas.
Así lo confirma el Observatorio RACE de Conductores, que desvela que el 46% de los ciudadanos afirma que utiliza el vehículo privado para sus desplazamientos diarios, ya sea para acudir a su puesto de trabajo o para llevar a cabo otras gestiones. Mientras, el 27% opta por el transporte público, el 11% los efectúa a pie y el 7% en moto. Contrariamente a lo que se podría pensar, el uso de los vehículos de movilidad personal resulta residual, sin llegar al 2% entre patinetes y bicicletas.
Este nuevo escenario en la movilidad en las ciudades obliga a convivir a todas las formas de desplazamiento, con el consecuente respeto y cumplimiento de las normas de circulación. Es cierto que la diversidad de las necesidades a satisfacer por parte de los ciudadanos exige contar con opciones de movilidad adecuadas a cada tipo de uso y circunstancia, siendo la principal la del vehículo privado, fórmula capaz de adaptarse a los nuevos requerimientos medioambientales. De hecho cada vez es más habitual que en los planes de movilidad de las grandes ciudades se siga ofreciendo y garantizando la libertad de movimiento de los ciudadanos.
Movilidad sostenible, segura y conectada
Desde el RACE se considera que el proceso de transición hacia una movilidad sostenible, segura y conectada es urgente, pero siendo consciente de que es un trabajo complejo, costoso y con externalidades muy relevantes. De hecho, es preciso gestionarlo con inteligencia para evitar impactos negativos a nivel económico y social, sin poner en riesgo el derecho a la libre circulación de los ciudadanos y contribuyendo a la creación de un modelo de movilidad que realmente satisfaga las necesidades de uso y desplazamiento en nuestra sociedad.
Las nuevas formas de movilidad en las ciudades, en la que se está llevando a cabo el cambio a un modelo de movilidad descarbonizada, debe impulsarse siempre integrando el automóvil de una forma constructiva e integradora. De igual modo debe actuarse con el sistema de transportes en el entorno urbano e interurbano, fomentándose la innovación y el desarrollo de nuevas formas de propulsión sostenibles,. Para ello debe ser clave disponer de apoyos e incentivos en términos de inversión en infraestructuras y tecnología.
El ejemplo de los servicios de asistencia
Además, los responsables de la movilidad e innovación en las ciudades deben tener como referencia a los servicios de auxilio en vía pública, cuyo papel en el desarrollo tecnológico ha demostrado una mejora de los sistemas de movilidad. Con la incorporación de nuevos modelos de asignación de los vehículos de asistencia más cercanos y con mejores ratios de reparación se ha logrado que este tipo de servicios sean más ágiles y que los percances en las vías se resuelvan con mayor celeridad, permitiendo la continuidad del viaje o desplazamiento y mejorando la movilidad en las vías urbanas e interurbanas de nuestro país.