La inteligencia artificial para entablar una relación humana y las necesidades del usuario cobran un papel fundamental en CES Las Vegas, la feria más importante de innovación del mundo, que en este 2017 cumplió su 50 aniversario
Texto: JUANJO GONZALO
La ciudad situada en el desierto de Mojave persigue un sueño. A pesar de ser ya una feria de referencia en todo el planeta, el objetivo es posicionarse como “la principal muestra del ecosistema de la innovación a nivel mundial”, como reconocía el presidente del CES, Gary Shapiro. Quizás por ello, entre otros muchos motivos, logre superarse año a año y ser el pionero en materia tecnológica.
En Las Vegas todo es especial y marca tendencia. Sus eventos son diferentes y todo un ejemplo a seguir. También su feria, el CES, la más grande e importante del mundo de tecnología de consumo, que en este recién estrenado 2017 cumplía nada menos que su 50ª edición. Unas ‘bodas de oro’ que suponen una cita inexcusable para cualquier empresa y profesional del sector durante la primera semana del mes de enero.
Buena parte del protagonismo ha vuelto a ser para la industria del motor, que hace más de una década que se ha convertido en una piedra angular de este evento en el que es posible descubrir los prototipos y diseños más espectaculares. En ellos, que con el paso del tiempo pasarán a convertirse en plataformas de experiencias digitales, se encuentra impregnada la innovación. Uno de los mejores ejemplos que pudo visualizarse en el CES lo mostró la nipona Nissan, que próximamente introducirá en parte de sus vehículos tecnología de movilidad inteligente desarrollada por la NASA. Con este interesante avance se busca facilitar la toma de decisiones a los coches sin conductor.
Faraday Future
El objetivo de competir con Tesla parece cada día un poco más cercano en Estados Unidos. No resulta especialmente llamativo, actualmente, presentar en una gran feria como novedad un coche eléctrico. Sin embargo, la compañía americana Faraday Future, ha sido una de las que más ha sorprendido en Las Vegas con su FF91. El vehículo saldrá a la venta en el año 2019 y todo aquel que se encuentre interesado en adquirirlo deberá abonar una reserva de 5.000 dólares. Promete ser una de las grandes perlas del mercado.
Lejos de engañar con su diseño, cercano a un monovolumen, su aspecto futurista esconde un arsenal pesado. Según ha reconocido la propia Faraday, contará con un motor eléctrico de 1.050 caballos de potencia y una autonomía que supera los 600 kilómetros, gracias a la batería de 130 kW. Su aceleración de 0 a 100 km se produce en 2,39 segundos.
El FF91 será capaz de buscar aparcamiento por sí solo y realizar las ya típicas maniobras que permiten estacionar. En el capó se encuentra el secreto, donde incorpora un radar 3d retráctil con 10 cámaras de alta definición, 12 sensores ultrasonido y un total de 13 radares de corta y larga distancia.
Inteligencia Artificial
Bajo la premisa de ‘centrarse en el usuario y sus necesidades’ que ha parecido adoptar Volkswagen de cara al mercado futurista, en el CES 2017 presentó su plataforma digital con la que configurar todos sus ajustes personales. Independientemente del modelo utilizado, sea privado o alquilado, el coche dispondrá de los ajustes personalizados del conductor, como su música favorita, la colocación de los asientos, el nivel de luz o su pantalla de visualización predeterminada. Una forma de vivir una experiencia dirigida al usuario, que tendrá su propio perfil configurado y que en su día se pudo probar en la feria de Las Vegas.
Por el mismo camino se ha movido Toyota en la presentación de su prototipo Concept-i, cuyo potente sistema de inteligencia artificial aprende del conductor para entablar una relación humana. Centrado en el conductor, busca medir la emoción y mejorar la calidad de vida; el vehículo se vale de tecnologías de automatización, con las que potenciar la seguridad y supervisa de forma constante la atención del usuario y el estado de la vía. El objetivo se basa en incrementar la conducción autónoma cuando sea necesario para implicar al conductor o ayudar en la navegación por zonas potencialmente peligrosas.
Centrarse en el usuario y sus necesidades
En Toyota se evitan las pantallas situadas en la consola central, y la información se encuentra presente en los lugares meramente precisos. Uno de los ejemplos más gráficos se encuentra en el parabrisas de nueva generación, que incluye un sistema con información relevante para mantener la atención en la carretera.
Una tecnología que parece haber causado furor, y no es para menos. Más allá de su plataforma digital destinada al usuario, Volkswagen se ha unido con Inrix y Amazon en busca de ofrecer una experiencia placentera al volante. Un mundo de posibilidades en el que será posible preguntar por el estado del tráfico, por noticias del día o buscar aparcamiento. Gracias al desarrollo de Inrix para Alexa, además, el coche podrá comunicarse con el domicilio.
No será una cuestión únicamente en manos de VW, pues Hyundai ha presentado una propuesta similar en colaboración con Google Auxiliar. Mediante la herramienta BlueLink, que hará las veces de intermediario entre Google y el vehículo, el conductor podrá comunicarse con el coche y pedirle desde que se ponga en marcha hasta que sintonice su emisora de radio favorita. Para ello necesitará hacerlo desde un teléfono inteligente o un ‘smartwatch’.
Un paso más adelante ha querido ir Continental con su novedoso control de acceso y el arranque Pase en uno de los sistemas que funcionan sin llaves. En este caso, la personalización y la seguridad del vehículo, que reconoce al conductor a través de una cámara situada en su interior, crecen de manera importante. En lo que a preferencias se refiere, el usuario tendrá la posibilidad de programar el enfoque de los espejos, la temperatura interna del coche e incluso la música. Muy atractiva resulta la imposibilidad de arrancarlo sin la huella dactilar del propietario.
Bosch se presenta con una especie de avión –el volante tradicional se sustituye por uno similar al de una aeronave- al futuro con un coche repleto de tecnología y en el que el control y la comunicación ocular, el entretenimiento y los gestos toman un papel principal. Sus cuatro pantallas ofrecen la más completa información, así como su sistema de monitorización mediante cámara de vídeo, con la que es posible reconocer al conductor. Como muchos otros, también se ha incluido un ajuste de parámetros de acuerdo a las preferencias del usuario que lo maneja.