Según se refleja en el estudio del DUCIT, el Observatorio Español de Conductores creado por el RACE, creen que provocará más atascos y más multas.
Texto: JAVIER VAGON
Más atascos y más multas. Esa es la conclusión a la que han llegado los conductores madrileños sobre el nuevo plan A que el Ayuntamiento de Madrid pondrá en marcha a partir de 2018. Se trata de una batería de acciones encaminadas a reducir las emisiones y que incluye la prohibición de aparcar a partir de 2020 en el estacionamiento regulado de la almendra central de la ciudad (interior de la M-30) a los vehículos más contaminantes, que desde 2025 tendrán limitada la circulación en todo el término municipal. También incluye limitar a 70 kilómetros por hora, en lugar de los 90 actuales, la velocidad de circulación en los accesos a la capital y la M-30, además de delimitar un área central «Cero Emisiones» en la que se eliminará el tráfico de paso e impulsará un nuevo modelo de movilidad que dará prioridad al peatón, a la bicicleta, al transporte público y a los vehículos menos contaminantes.
Pero la realidad es otra. El uso del coche es una necesidad para millones de personas en la Comunidad de Madrid. Más del 94% de los conductores madrileños residentes fuera del Municipio, y el 88% de los ciudadanos de la Capital, emplean el coche como un elemento necesario para desplazarse a su trabajo, o para desarrollar su actividad laboral. Por ello DUCIT, el Observatorio Español de Conductores creado por el RACE, ha realizado un estudio entre 1.800 madrileños – elaborado por un centro independiente – para conocer las opiniones sobre las medidas que va a imponer el Ayuntamiento de Madrid a los conductores de la capital, de la periferia y de los conductores no habituales, entre los que se incluyen los que nunca conducen.
Más atascos y más multas
En los primeros resultados se desprende que para la mitad de los madrileños, el Plan A no conseguirá bajar los niveles de contaminación y un 56% cree que tampoco bajará el tráfico de vehículos. Por el contrario, para el 49% de los encuestados, la batería de propuestas generará más atascos en los accesos y zonas próximas al centro; para un 73% será más difícil circular en coche por el centro de Madrid; y siete de cada diez considera que se incrementarán las multas a los conductores. Sin embargo, los encuestados -la mitad desconocía el contenido del Plan A y las medidas que afectarán a su movilidad- encuentran que, entre las medidas más efectivas, están el coche compartido y la creación de un área central ‘0’ emisiones, lo que en opinión de los usuarios ayudará a reducir los niveles de contaminación. Además, consideran que la nueva gestión del aparcamiento en la Zona SER y la reducción de la velocidad en la M-30 no tendrán efectos en la bajada de la contaminación.
Los conductores residentes en la periferia de Madrid son los más críticos con la puesta en marcha de las medidas y suspenden el Plan A (4,7 de nota). Un 85% de ellos reconoce que depende de su vehículo privado para ir a trabajar, mientras que un 65% lo utiliza para realizar su trabajo y un 28% para llevar a sus hijos al colegio, por lo que creen que la puesta en marcha de las medidas tendrá efectos negativos en sus desplazamientos. Por su parte, los conductores de la capital le dan un aprobado raspado (5,2), ya que un 72% utiliza su vehículo para ir a trabajar, un 48% para trabajar y un 26% para llevar a sus hijos al colegio. Mientras, los conductores no habituales, entre los que se incluyen a los usuarios que nunca conducen, son los más generosos con el Plan A del Ayuntamiento madrileño y le dan una nota de un 6,4. Además, independientemente del uso de su vehículo particular, los encuestados creen que con la puesta en marcha de las medidas provocará que algo menos del 10% se plantee utilizar más la bicicleta como medio de transporte habitual; que casi el 8% esté dispuesto a compartir el coche en sus trayectos diarios, y que más de un 7% estudia adquirir un coche eléctrico en un plazo breve de tiempo.
Conductores y no conductores
El informe elaborado por DUCIT destaca la diferencia de criterio sobre el Plan A entre los conductores –tanto de la periferia y de la capital- y los no conductores o menos habituales. Mientras que para la mitad de los conductores de la periferia y para el 36% de los que viven en Madrid, las medidas les afectarán de forma negativa, el 52% de conductores no habituales sí consideran positivas las acciones del Plan A.
Una de las claves para la aceptación de las medidas del Plan A es el buen funcionamiento del transporte público, pero son conscientes de que aumentaría el tiempo consumido en sus trayectos. Siete de cada diez manifiestan que no tendrían un transporte alternativo al vehículo privado, o tendrían muchas dificultades para tenerlo, un problema que se agrava en el caso de los usuarios de la periferia de Madrid. Por ello, el 53% de los residentes de localidades próximas a Madrid no utilizan este medio por el excesivo tiempo que emplean en los trayectos, seguido por un 26% que critica la mala comunicación y las interconexiones con otros medios. Además, los conductores de la periferia creen que si tuvieran que usar el transporte público aumentaría en 45 minutos el tiempo por trayecto.
El coche eléctrico, la M-30 y la zona SER
El uso de energías limpias, como el coche eléctrico, es una de las medidas del plan, algo de lo que los usuarios van siendo cada vez más conscientes. De hecho, el 26% de conductores de la capital y el 34% de residentes en la periferia se plantea adquirir un coche eléctrico en un futuro próximo, aunque reclaman más puntos de recarga y ayudas para la compra. El coche compartido aparece como otra opción para disminuir la contaminación, pero sólo dos de cada diez lo utilizan en la actualidad. Una cifra que podría aumentar si se produjeran restricciones a la movilidad y se decidiera incorporar carriles prioritarios para vehículos de alta ocupación.
Además, el 50% de los encuestados creen que reducir la velocidad en la M-30 perjudicará mucho a los usuarios y un 70% considera que no servirá para bajar las emisiones. Una crítica que se extiende a la regulación más restrictiva con la zona SER, ya que el 83% de los encuestados cree que les afectará negativamente, e incluso cuatro de cada diez piensan que, lejos de ayudar al tráfico, lo empeorará, siendo poco o nada efectiva para solucionar el problema de la contaminación en el centro de Madrid.
El debate está en la calle y el Ayuntamiento debería valorar los resultados de la encuesta DUCIT antes de poner en marcha las medidas el próximo 1 de enero de 2018.