Los efectos del estrés al volante aumentan un 28% el riesgo de sufrir un accidente vial, mientras que la falta de descanso y la deshidratación reducen en un 50% la atención al volante durante un viaje largo
Texto: JAVIER VARELA
El estrés, las preocupaciones personales, el cansancio y la fatiga son una mezcla peligrosa cuando vamos al volante. Así lo demuestran los datos que señalan que el sueño entre los conductores se cobró la vida de 800 personas entre 2011 y 2015 y que la fatiga no se queda atrás al tratarse de la cuarta causa de mortalidad en las carreteras españolas. Además, cerca de un 80% reconoce haber sufrido somnolencia, la fase final y más peligrosa de la fatiga cuando iba de viaje y la circulación con estrés provoca una reducción de la concentración del 12%, lo que se traduce en un aumento del tiempo para la toma de decisiones, vital en una situación de riesgo a la hora de frenar ante un imprevisto o evitar un posible accidente. Siempre se ha dicho que es imprescindible conocer las normas de circulación, pero no es suficiente, ya que los últimos tipos de accidentes que hemos detallado no son por no conocerlas, sino por tener actitudes y comportamientos irresponsables.
Por ello, el Real Automóvil Club de España ha llevado a cabo un estudio junto a BP y Castrol para evaluar cuáles son las causas implícitas al organismo que pueden provocar potencialmente una disminución del nivel de atención, situaciones que pueden afectar a la seguridad de la conducción. Para la investigación, los expertos han realizado un estudio en el que se mide comparativamente la conducción de una misma persona en diferentes estados emocionales con técnicas neurocientíficas a través de la pupila, de la piel, del ritmo cardíaco y de la actividad cerebral. Las pruebas demuestran que un conductor estresado experimenta un aumento general del nivel de ansiedad, nerviosismo y precipitación en la toma de decisiones, frente al que tendría conduciendo en un estado emocional normal.
El estrés y el ‘efecto túnel’
Por ello, conducir con estrés reduce en un 66% de la capacidad de recordar el trayecto realizado, tanto en la memoria a corto como a largo plazo y cambia la percepción del nivel de riesgo en los sujetos estresados, la aversión al riesgo es menor, aumentando un 28% el riesgo de sufrir un accidente. Una situación que lleva al conductor a circular de forma más agresiva, como asegura el 51% de los conductores españoles, mientras que un 52% asegura que es la propia conducción lo que les puede llegar a estresar. Además, el estrés afecta directamente a nuestro cuerpo, con un aumento de la tensión muscular superior al 50% mientras conducimos, por lo que el incremento en los niveles de fatiga del conductor sube a un 80%.
La conducción con estrés provoca el conocido como ‘efecto túnel’, que aumenta a medida que se incrementa la velocidad y provoca una menor visión periférica, basada en una visión por impactos y atención sólo a la zona central, prestando poca atención a los elementos exteriores: señales, tráfico, cruces, personas, y una casi inexistente atención a los espejos retrovisores del vehículo.
La encuesta llevada a cabo por el RACE, BP y Castrol evidencia que tres de cada cuatro conductores afirman que en alguna ocasión han llegado a tomar una ruta de manera automática, o se han encontrado llegando a un lugar que no era su destino; es decir, han conducido en lo que se conoce como “piloto automático”. Además, el 71% piensa que puede influir el estado de ánimo en una conducción segura, pero a pesar de ello, el 54% de los conductores españoles no suele evitar coger su vehículo aunque esté emocionalmente alterado (estrés, enfado, alegría, euforia).
Campaña #alvolanteZENtrate
La campaña Al volante ZENtrate, impulsada por BP, CASTROL y RACE, pretende concienciar a los conductores sobre la importancia de mantener la atención en la conducción, alertando sobre los riesgos de las preocupaciones personales y el estrés en la conducción. El objetivo de la acción es mejorar el ánimo de los conductores, ofreciendo consejos útiles para ponerse en la carretera en un estado emocional óptimo mediante técnicas de relajación. Para ello, se ha creado la web www.alvolanteZENtrate.com, donde el usuario puede encontrar videos formativos, información sobre las principales distracciones, técnicas de relajación, entrevistas, juegos, concursos en Facebook y campañas especiales que se lanzarán a través de las redes sociales de la campaña STOP DISTRACCIONES.
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El cansancio y la hidratación
Y si el estado de ánimo influye en la conducción, la falta de descanso y la deshidratación reducen en un 50% la atención al volante durante un largo viaje. Así lo confirma el informe sobre hábitos de conducción, elaborado por el Observatorio Español de Conductores – DUCIT para la campaña ‘Un refresco, tu mejor combustible’ desarrollada por el RACE y la Asociación de Bebidas Refrescantes, ANFABRA, con el apoyo de la DGT. El mismo señala que el 55% de los conductores no para lo recomendado, el 20% no descansa y lo que resulta más peligroso: el 6% de los conductores declara hacer viajes de entre 500 y 1000 km sin parar. El informe DUCIT desvela además que el 30% de los conductores han sentido cansancio extremo al volante e incluso 8 de cada diez confiesa haber sufrido somnolencia, la fase final y más peligrosa de la fatiga.
Y si el descanso es clave para afrontar un trayecto en carretera, otro de los factores que más afecta a la fatiga del conductor es la deshidratación, unido a unos bajos niveles de glucosa. De hecho, los estudios constatan que una hidratación insuficiente puede provocar las mismas reacciones al volante que cuando se conduce bajo los efectos de determinados niveles de alcohol. Sin embargo, un 20% de los conductores no identifica la falta de hidratación como causante de la fatiga o como factor que puede provocar un riesgo de accidente.
Para ello, el RACE, en sus instalaciones del Circuito del Jarama, ha llevado a cabo una serie de pruebas neurológicas para conocer de primera mano qué efectos produce la deshidratación en la conducción. Y los resultados desvelaron que cuando los conductores estaban deshidratados, se adelantaba la aparición de la fatiga en un 50%, con la consiguiente pérdida de atención al volante. Además, se constató que, en un 66% de los casos, la deshidratación provoca una conducción más agresiva y una mayor brusquedad en las maniobras.
Uno de los datos más preocupantes señala que un tercio de los conductores evaluados con y deshidratación cometieron más errores que el resto de conductores, con un 17% más de frenazos bruscos. Además, uno de cada tres invadió el carril contrario a la hora de realizar las pruebas de conducción simulada, lo que extrapolado a las carreteras secundarias de doble sentido, supone un gran peligro, teniendo en cuenta el distinto perfil de usuarios que circulan por estas vías, como ciclistas, peatones, vehículos pesados y maquinaria agrícola.
‘Campaña Un refresco, tu mejor combustible’
El RACE y la Asociación de Bebidas Refrescantes, ANFABRA, con el apoyo de la DGT, pusieron en marcha hace 12 años la campaña ‘Un refresco tu mejor combustible’ para mejorar los hábitos de conducción y reducir el riesgo. Con ella se ha conseguido concienciar a los usuarios sobre los riesgos de circular bajo los efectos de la fatiga. Desde hace más de una década se han venido desarrollando distintas acciones, desde estudios científicos, encuestas en conductores, acciones de concienciación presenciales por toda España y en las redes sociales. En la web www.fatigayconduccion.com, el usuario puede disponer de vídeos, información y consejos con los que concienciar a los conductores de que un refresco es el mejor combustible… Quita la sed, no los puntos.
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