Recorrer Holanda en coche de alquiler es un plan de viaje muy atractivo para el verano. Llegar con nuestro equipaje en el maletero, a la hora que nosotros decidamos y a la puerta del hotel de alguna pequeña ciudad de este bello país del norte de Europa… resulta de una comodidad difícilmente superable.
Texto y fotos: PEDRO GRIFOL
Todo está muy cerca… Así que viajar por carretera es una opción muy recomendable para conocer gran parte de los Países Bajos. La mejor opción es volar a Ámsterdam y recoger allí el coche de alquiler con el que iniciar el recorrido. Consciente de que seleccionar ciudades significa siempre un perjuicio en detrimento de las ‘no seleccionadas’…hay que decidir; por lo tanto proponemos algunos lugares que en este verano plantean más atractivos turísticos en general. Hemos elegido cuatro ciudades y en cada una de ellas pasar dos noches para que, por lo menos, tengamos la impresión de haber conocido algo de la esencia holandesa.
Ámsterdam es un referente turístico desde los años setenta del pasado siglo, aquella época de ebullición hippy. Desde entonces, la ciudad no ha dejado de ejercer un poderoso influjo para los jóvenes de todas las generaciones… y (quizá) de todo el planeta. Espíritu de tolerancia legendario y signo de identidad holandesa, la ciudad sigue encabezando la lista de destinos urbanos más visitados por los españoles en 2017. El estilo ‘amsterdamer’ impregna la ciudad y a sus visitantes. Es una de esas ciudades para decir la manida frase: «No se lo pierda». Aparte de sus museos repletos de famosos rembrandts y van goghs… merece la pena visitar (si le gusta el cine) el EYE, un centro cultural ubicado en un espectacular edificio, llamado ‘la ballena’, donde aprenderá todo lo que no sabe del séptimo arte.
Conducimos 60 kilómetros hasta La Haya, la ‘otra capital’ holandesa. El primer lugar al que tenemos que ir es a la Plein, que en verano rebosa de bares y terrazas… y que preside el estatua del Padre de la Patria, Willem van Oranje, gobernador del Rey de España y, posteriormente, líder de la oposición contra Felipe II. En el zócalo están escritas todas las ciudades que empezaron la resistencia contra los españoles… una lección de historia que nunca viene mal. Después, la otra visita cultural puede ser al Museo Mauritshuis, para hacernos la foto delante de ‘La joven de la perla’, el famoso cuadro de Johannes Vermeer. Recuerden que el ‘el mito Vermeer’ conmocionó el Museo del Prado en 2003, donde se expusieron por primera vez nueve cuadros del pintor holandés; y ese mismo año se estrenó también la película ‘La joven de la perla’ -con Scarlett Johansson dando vida a ‘la joven’, y Colin Firth en el papel de Vermeer-, colaborando así a la difusión de la vida y obra del mago de la luz. El cuadro ha sido restaurado este mismo año y es una visita obligada para enriquecer su sensibilidad.
Y ya que tenemos coche… podemos acercarnos al centro de interpretación del artista en Delft, que en el siglo XVII era un pueblo alejado diez kilómetros de La Haya y ahora es un barrio más de La Haya. El Vermeer Centrum expone un viaje virtual por el mundo del pintor, adentrándonos en cada una de sus obras. No es un museo, ni se presenta como tal; pero es una experiencia. En Delft podemos pasar la noche en el Hotel Johannes Vermeer, situado en una antigua fábrica de tabaco. En el restaurante: ‘La joven de la perla’ (pintada en la pared). Al día siguiente, ya que estamos en verano, podemos acercarnos a la playa de La Haya, que este año celebra sus 200 años como ciudad balneario con multitud de eventos… y podemos aprovechar el sol que -en verano- ilumina y ‘calienta’ los toldos de los chiringuitos de Scheveningen. Momento para darnos un baño y tomar una tapita en alguna de las modernas terrazas ¡qué las hay!
Seguimos carretera otros 60 km. hasta Utrecht, que aunque tiene el parking de bicicletas más grande del mundo, también hay lugar para nuestro vehículo de cuatro ruedas. Íntima y apacible, Utrecht es uno de los ejemplos más destacados de morfología de una urbe medieval, ya que no fue bombardeada durante la Segunda Guerra Mundial y conserva el encanto de lo auténtico. Fue la cuna del movimiento De Stijl (El Estilo), la vanguardista tendencia artística que cambió la historia del arte, el interiorismo…e incluso la moda hace 100 años. La visita a la Casa Schröeder es ineludible para los amantes del interiorismo y la decoración. Se trata de una vivienda unifamiliar construida en 1924 que pertenece al patrimonio mundial de la UNESCO desde el 2000, y que constituye el ejemplo por antonomasia de una casa funcional, un concepto radical de hogar que es objeto de visita para todos los estudiantes de arquitectura del mundo.
A la hora de cenar también podemos elegir ‘algo de diseño’ en la mesa. Utrecht cuenta con uno de los restaurantes más reputados de Holanda, Karel V, situado dentro de un antiguo monasterio de la Orden Teutónica y transformado en el hotel de 5 estrellas más exclusivo de la ciudad. Su innovadora cocina ha sido distinguida con una merecida estrella Michelin y constituye una experiencia que merece la pena probar.
Volvemos a Ámsterdam (50 Km.), pero esta vez pasamos de largo para dirigirnos a Alkmaar, 52 km. más al norte, encantador pueblecito donde tiene lugar cada viernes -desde el primer viernes de abril hasta el último viernes de septiembre- un peculiar mercado de quesos lleno de color y energía. Se trata de un pintoresco ritual consistente en una subasta y posterior venta de quesos que se celebra anualmente desde hace cuatrocientos años en esta localidad, y donde hasta el día de hoy continúan observándose los reglamentos y las tradiciones seculares.
Con toda seguridad, estos pueblos (tan poco conocidos) son los que más nos impactan cuando deambulamos por sus calles, porque sus edificios apenas aparecen en los folletos turísticos y sus fachadas nos resultan novedosas. El lugar resulta un grato descubrimiento, por sus adorables rincones y sus jardines, sus fachadas medievales conservadas en su estado más puro, y por los canales por donde navegan las barcas de los lugareños, que confieren un carácter especial a su casco antiguo.
Para cerrar el bucle, este año tenemos que ir a Leeuwarden, otra pequeña localidad situada en Frisia, una región con identidad y lengua propia que este año 2018 ostenta el título de Capital Europea de la Cultura. La carretera E22 atraviesa un pólder (terrero ganado al mar). Son 110 km. de pista plana. Existe un monumento a mitad de camino, en Vlietermonument, donde una escultura indica el lugar donde se cerró el dique del mar de Frisia en 1932.
En Leeuwarden nació la espía Mata Hari, su vecina más famosa; y, en otro contexto, también el artista Escher, que aunque su nombre le resulte un tanto desconocido, sus diseños los ‘registrará a primera vista’ y reconocerá que la publicidad, la arquitectura y el interiorismo le rinden pleitesía. Una amplia muestra de su obra se exhibe actualmente en el Friesmuseum hasta el 28 de octubre. Pero no sólo la muestra del museo transporta al espectador al mundo mágico de Escher, sino que la ciudad entera se ha rodeado de un mundo visual engañadizo donde nada es lo que parece. La muestra ‘Art beyond Escher’, en la que participan artistas contemporáneos nacionales e internacionales, presenta una serie de instalaciones que ponen en tela de juicio la realidad objetiva que vemos a simple vista… algo que se convirtió en el leitmotiv del trabajo de Escher. Todo un galimatías visual que pone broche final a nuestro periplo viajero por Holanda, y que nos dejará el recuerdo de haber conocido un poco más algunas de las ciudades emblemáticas de los Países Bajos.
GUÍA PRÁCTICA
CÓMO LLEGAR
Recomendable la compañía KLM: Vuelos diarios a Ámsterdam, con una duración de dos horas. A destacar que la compañía holandesa ofrece desayuno a la ida y cena a la vuelta… que en estos tiempos low cost son detalles a encomiar.
Más información:
Turismo de Ámsterdam.
Turismo de La Haya.
Turismo de Delft.
Turismo de Utrecht.
Turismo de Alkmaar.
Leeuwarden 2018.
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