Entre los meses de julio y septiembre, los conductores españoles recorrerán de media alrededor de 1.000 kilómetros y el 75% de ellos confiesan que no hacen las paradas que serían recomendables y que pueden hacer el viaje de largo recorrido sin cansarse.
TEXTO: LUCÍA V. ALONSO
España se va de vacaciones y las carreteras será la principal vía para llegar a su destino. La llegada de los meses de verano hace que los españoles preparen el equipaje y se escapen unos días a descansar, a conocer nuevos destinos o, simplemente a desconectar de la rutina diaria. Se esperan cerca de 90 millones de desplazamientos por las carreteras españolas, el 70% de ellos de larga distancia. Entre los meses de julio y septiembre, los conductores españoles recorrerán de media alrededor de 1.000 kilómetros y más de un 15% superará los 4.000 km, una situación que obliga a extremar las precauciones.
El número de kilómetros recorridos, las condiciones climatológicas y las malas posturas al volante hacen que aparezcan ciertas variables que pueden afectar a nuestra conducta al volante, como son la falta de descanso, los atascos, viajar tras una jornada de trabajo, la deshidratación… aumentando el riesgo de fatiga y, por lo tanto, la posibilidad de generar situaciones de peligro en la carretera, tanto para el que la sufre como para el resto de usuarios de la vía. Si realizas una tarea durante demasiado tiempo, antes o después llegará un momento en que tu rendimiento empezará a disminuir y no podrás continuar con ella con eficacia. Del mismo modo, conducir durante muchas horas se relaciona claramente con la siniestralidad en el tráfico, ya que con el tiempo tus capacidades para circular con seguridad van disminuyendo gradualmente, hasta llegar a límites muy peligrosos. De hecho, la fatiga se relaciona con el 20-30% de los accidentes de tráfico y es la cuarta causa de siniestralidad mortal en las carreteras españolas. Su principal causa es conducir sin descanso durante demasiado tiempo. Además, son muchas las variables del entorno, del vehículo y, especialmente, del conductor las que pueden favorecer su aparición o potenciar sus efectos.
Sin embargo, según demuestran diversos estudios, es un riesgo que se puede evitar adoptando hábitos adecuados al volante. Con este objetivo, el RACE y la Asociación de Bebidas Refrescantes, ANFABRA, con el apoyo de la DGT, pusieron en marcha hace 13 años la campaña de seguridad vial, ‘Un refresco, tu mejor combustible’, con el que se pretende concienciar de la importancia del descanso cuando se conduce, sobre todo en la época estival. «Hay que turnarse al volante, parar cada 200 kilómetros y estar atento a la deshidratación, tomando cualquier bebida que no tenga alcohol», aconseja el director de seguridad vial del RACE, Tomás Santa Cecilia, al tiempo que recuerda que una cosa es «creer que no te cansas» y otra es «lo que de verdad le pasa al cerebro».
La fatiga se manifiesta con síntomas como la perdida de concentración, picor de ojos, visión borrosa, parpadeo constante, necesidad de moverse en el asiento, deshidratación y somnolencia. Sus consecuencias son una pérdida de atención y un aumento del tiempo de reacción ante un obstáculo de un 86%. Las pruebas elaboradas por el Instituto de Biomecánica de Valencia (IBM) muestras que a partir de las dos horas de conducción se empiezan a detectar alteraciones en la visión, en los movimientos y en la toma de decisiones. La continua exposición a las vibraciones del vehículo y la postura adoptada da lugar a una alteración de las curvaturas naturales de la espalda, el aumento de la presión intervertebral, el aumento de la actividad muscular en diferentes zonas, las oclusiones en la presión sanguínea, así como cambios en las presiones soportadas en los tejidos blandos.
Hábitos de los conductores
¿Son los conductores conscientes de cómo afecta la fatiga en la conducción? Los estudios confirman que no, ya que aún existe un 14%, es decir, 3,5 millones de conductores, que hacen un viaje largo sin parar, un porcentaje que sube hasta el 20% en los menores de 25 años. Además, tres cuartas partes de los conductores tienen una baja percepción del riesgo y una falsa sensación de confianza, ya que confiesan que no hacen las paradas que serían recomendables y que pueden hacer el viaje de largo recorrido sin cansarse.
Junto al elevado número de desplazamientos y kilómetros que se recorrerán en estos meses sin el suficiente descanso, los conductores viajan en otras condiciones que incrementan el riesgo de fatigarse y de sufrir un accidente como tener pérdidas de concentración/ apartar la vista de la carretera (64%), conducir con sueño (58%), iniciar un largo viaje después de salir de trabajar (14%). Además, por tipo de carreteras, las de doble sentido son las que provocan más sensación de fatiga o cansancio, según reconoce la mitad de los encuestados.
El alcohol y la hidratación
Otro de los componentes que afectan en la conducción durante todo el año, y especialmente en verano, es el alcohol. Según datos de la DGT, su consumo genera entre el 30 y el 50% de los accidentes mortales, pero esta situación no parece concienciar a los conductores como demuestra que un 25% afirma que bebe alcohol y conduce –siendo más alto el porcentaje en los hombres (31%) que las mujeres (18%)-. Mónica Colás, subdirectora general de Formación y Educación Vial de la Dirección General de Tráfico, recuerda que «el alcohol y la conducción son incompatibles» y que cuando se realiza un viaje largo en verano hay que «planificar, no ponerse objetivos de llegada, no tener prisa, respetar las normas de tráfico y utilizar correctamente los elementos de seguridad (sillitas infantiles y cinturones) y tener un perfecto mantenimiento del vehículo».
Y otro de los factores vitales a tener en cuenta es una perfecta hidratación cuando nos subimos al coche, especialmente en verano y en viajes largos, también es importante. Sin embargo, un 61% de los conductores no son conscientes de que provoca reducción de la atención, dolor de cabeza, cansancio y fatiga muscular. Estudios realizados por el RACE en simuladores de conducción y en el marco de la campaña ‘Un refresco, tu mejor combustible’ señalan que un nivel bajo de hidratación y glucosa aumenta en un 66% la agresividad al volante, provoca un 33% más de salidas de la vía y reduce la concentración en un 27%. De hecho, los conductores que viajan con un nivel de hidratación insuficiente cometen los mismos errores que los que lo hacen bajo los efectos del alcohol.
Consejos para evitar la fatiga al volante este verano
Para evitar la aparición de la fatiga, hay que tener en cuenta que conocer los síntomas es la mejor forma de prevenirla. En los largos desplazamientos hay que recordar tres reglas básicas: parar al menos cada 2 horas, estirarse y aprovechar para beber un refresco, para mantener el tono físico y la capacidad de atención.
Ponte en carretera descansado: duerme un mínimo de 7 horas e intenta evita viajes después de terminar tu jornada laboral.
Viajar de forma cómoda reduce la fatiga, ajusta bien el asiento (banqueta y respaldo), el reposacabezas y haz un reglaje en profundidad y altura del volante.
Tómate la conducción de forma relajada y no intentes recuperar el tiempo perdido tras un atasco. El objetivo es llegar, y llegar bien.
No bajes la vigilancia en los kilómetros finales, ya que muchos accidentes se producen en estos momentos.
Durante el viaje, descansa cada dos horas o 200 kilómetros, y aprovecha para hacer unos estiramientos para recuperar el tono físico. Reduce este plazo si viajas de noche.
Mantente hidratado, ya que la falta de líquidos provoca, entre otras cosas, una reducción de la atención, dolor de cabeza y cansancio muscular.
Cuando pares, toma una bebida refrescante ya que, además de hidratarte, ayudará a despejarte y mejora los niveles de atención. Un refresco es tu mejor combustible… Quita la sed, no los puntos.
#AlVolanteLoIMportante
La llegada del verano provoca un aumento en los desplazamientos de vehículos en las carreteras y en las vías urbanas. Por ello BP, CASTROL y el RACE han puesto en marcha la campaña #AlVolanteLoImportante, con el objetivo con el objetivo de concienciar a la sociedad del peligro de las distracciones en la carretera provenientes tanto de elementos físicos ubicados fuera del vehículo como de circunstancias que tienen lugar en el exterior del mismo. Un estudio realizado en el marco de esta campaña, en el que han participado más de 2.000 conductores españoles, desvela que un 73% de los ellos ha tomado decisiones incorrectas por culpa de la mala señalización.
Además, señala que los tres principales factores que comportan un riesgo al volante son la presencia de otros usuarios en la vía como peatones, ciclistas, camiones o motos (55% de los encuestados), la existencia de accidentes en la carretera (52%) y una señalización confusa (48%). En términos generales, las personas entrevistadas consideran que la señalización en las vías es importante, más allá de la tipología concreta a la que se haga referencia, pero cuando se trata de la señalización vertical, un 91% de los encuestados consideran que es un aspecto fundamental para garantizar una conducción segura.
La incorporación de ayudas para el conductor como el GPS o navegadores, no ha conseguido sustituir la funcionalidad de las señales de orientación. Esto lo demuestra que, en caso de duda, 2 de cada 3 entrevistados centran su atención en la señalización por encima de las indicaciones del navegador. Por el contrario, un 32% admite prestar más atención a lo que les señala el GPS ignorando la señalización de la vía. A pesar de ello, casi la mitad de los conductores entrevistados (46%) reconoce que lo utiliza de manera habitual mientras conduce, como método de guía para llegar al destino elegido y no para otras funcionalidades como advertencia ante radares y controles policiales, para conocer el estado de la vía o con el objetivo de informarse sobre el límite de velocidad de la calzada por la que transita.
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¿Señalización clara, visible y comprensible?
La existencia de una señalización clara y visible es clave para evitar riesgos en la conducción. Los conductores valoran las señales, en general, de forma positiva, pero el 73% de ellos responsabiliza a la mala señalización de la toma de algunas decisiones incorrectas en la conducción. Dentro de este porcentaje, un 37% admite haber realizado en alguna ocasión algún tipo de maniobra incorrecta que, además, ha puesto en peligro su propia integridad o la del resto de conductores debido al mismo motivo.
Según los encuestados, la visibilidad de las señales se convierte en un problema porque la mitad de ellos (51%) destaca que la señalización no se sitúa con antelación suficiente, mientras que un tercio (35%) señala que no es lo suficientemente grande para ser vista correctamente, y uno de cada cuatro (28%) critican que muchas veces las señales sean situadas en lugares de escasa visibilidad o tapadas por la vegetación.
Además, la utilidad o no de las señales depende mucho de su comprensión, algo que no siempre ocurre. Un 22% reconoce que no conoce el significado de todas las señales, mientras que un 31% afirma que la señalización no es fácil de entender y otro tercio de los encuestados apunta que las señales no son creíbles. (Comprueba AQUÍ si conoces trodas las señales) Pero no sólo las señales son los elementos externos que más distracción provoca en la conducción, ya que hay otras como el paisaje (14%) y la presencia de carteles publicitarios (25%) que también pueden suponer una distracción.
‘La seguridad vial empieza por una buena visión’
La mala visión es uno de los principales factores de riesgo al volante. Sin embargo, más de dos millones de españoles conducen sabiendo que su vista no está en plenas facultades. Este es uno de los datos que desvela el estudio ‘Visión y Conducción: hábitos y percepciones sobre el impacto de la visión en la seguridad vial’. Por ello, el Grupo Essilor, líder mundial en lentes oftálmicas, la FIA, el RACE y Cepsa se han unido para concienciar a los conductores sobre la importancia de revisar la visión y proteger la vista para mejorar la seguridad en carretera.
«Dos de cada tres conductores en España consideran que el estado de su visión afecta a su seguridad vial pero, a la vez, un 50% de los conductores no se revisa la vista desde hace más de un año. Y lo que es más preocupante, todavía uno de cada tres conductores españoles ignora que su visión puede afectar a la seguridad en carretera», destaca Pedro Cascales, Country VP de Essilor España. Con el objetivo de concienciar a la población de la importancia de una correcta visión al volante se ha lanzado la campaña ‘La seguridad vial empieza por una buena visión’, gracias a la cual los conductores que realicen una parada en alguna de las Estaciones de Servicio de Cepsa de toda España tendrán disponible información con recomendaciones para revisar y proteger su visión en la conducción.
Los datos aseguran que en España un 93% de los conductores considera que su visión está en plenas o buenas facultades, pero lo preocupante es que hay un 8% que reconoce que circula sabiendo que tiene problemas de visión y, en cifras absolutas, son más de dos millones de conductores, según el censo de conductores en España. De hecho, seis de cada diez consultados afirman utilizar algún sistema de compensación visual (gafas y lentes de contacto), siendo los de edades comprendidas entre los 46 y los 65 años los que más las utilizan. Sin embargo, de ellos, un 30% afirma que las gafas de sol que utiliza para conducir no son graduadas.