La delantera será la referencia de la selección en la Copa del Mundo de Francia, donde el objetivo es «disfrutar, ir partido a partido y hacer un buen papel».
TEXTO: JAVIER VARELA
Jennifer Hermoso es el ’10’ de España. A sus 29 años, los especialistas aseguran que «Jenni es la jugadora con más calidad de España”» y su trayectoria lo confirma. En España ha jugado en el Rayo Vallecano, con el Barcelona y con el Atlético de Madrid y con todos ellos ha ganado la Liga. También probó suerte en el Tyresö, sueco, y en el poderoso PSG, pero regresó para seguir ganando. La delantera del Atlético ha terminado la temporada ganando la Liga Iberdrola y como máxima goleadora, con 24 tantos, y desde 2013 es una de las futbolistas fijas en la selección, donde es una de las jugadoras más determinantes y desequilibrantes.
Ahora afronta su segundo Mundial «con ilusión» pero «con los pies en el suelo». La cita mundialista se celebra en Francia, entre el 7 de junio y el 7 de julio, y España ha quedado encuadrada en un «grupo complicado» junto a Alemania, Sudáfrica y China. Como si se hubiera contagiado del ‘espíritu de Simeone’ en su club, Jennifer prefiere pensar «partido a partido». «El primer partido (ante Sudáfrica) va a marcar cómo va a ser el torneo», confiesa antes de reconocer que van «mucho más preparadas que la primera vez que jugamos un Mundial en Canadá». Y aunque se le insista en conocer hasta dónde puede aspirar la selección, Jennifer insiste en la prudencia: «¿Objetivo? Disfrutar, ir partido a partido y hacer un buen papel».
Más optimista se muestra cuando se le habla del a progresión del fútbol femenino como se demostró en el partido entre el Atlético y el Barcelona que reunió a 68.000 espectadores en el Metropolitano. «Aquello fue un sueño, pero queda mucho para que no sea noticia de un día y se convierta en algo normal», asegura. «Este Mundial es una forma de reivindicarnos porque el fútbol femenino va para arriba en España, todo lo que estamos trabajando y han sembrado las anteriores va a dejar un futuro muy bueno a las que vienen», añade. «Nunca vamos a poder igualarnos con los chicos. Es imposible. Queremos hacer nuestro camino, sin ir deprisa, pero que sea seguro», finaliza. Sin duda, Jennifer Hermoso es uno de los símbolos de la revolución del fútbol femenino y ha querido charlar con Autoclub RACE.
Ahora es una de las futbolistas más conocidas de España y una referencia para muchas niñas, pero ¿cómo empezó a jugar al fútbol?
Fue algo innato porque desde que tengo uso de razón siempre quise jugar al fútbol. Ya de muy chiquitita prefería dar patadas al balón que jugar a otra cosa y fui mejorando poco a poco.
¿Y cuándo decidió que quería ser futbolista?
Fue con el tiempo, llegué a un punto que no tuve ni que decidir, vino todo rodado y sin darme cuenta ya estaba siendo profesional. Cuando era pequeña y empezaba a jugar no pensaba que iba a llegar a lo que he llegado. Disfrutaba el momento, pero llegó un momento que te vas dando cuenta que puedes conseguirlo. Para mí ser futbolista era un objetivo de vida.
Y eso que los niños con los que jugaba no se lo pusieron fácil…
Sí. Cuando era pequeña y jugaba con los niños me rompieron la nariz. Fue sin querer queriendo, porque a un balón que no llegaba, un niño me cabeceó la nariz y me la rompió. Tuve la suerte de que no sufrir muchos problemas, aunque desde entonces la tengo un poco torcida. Les molestaba un poco que les ganara una niña…
Y para conseguir lo que tiene habrá tenido que hacer muchos sacrificios y superar muchas barreras.
No sé si se puede decir que he tenido que dejar de lado algo, porque siempre he hecho lo que he querido que es jugar al fútbol y disfrutarlo día a día. Quizá lo más complicado ha sido poder superar los momentos en los que te falta la ilusión. Los he ido superando y me he hecho mejor persona, porque esos momentos son los que te enseñan a valorar muchas cosas.
Para un niño es fácil tener referentes futbolísticos, pero supongo que no tanto para aquella Jenni que jugaba en la calle.
Zidane siempre será un referente para mí en el mundo del fútbol, pero fuera del campo, mi referente es mi madre porque me ha inculcado unos valores de los que estoy orgullosa y que intento llevar allá por donde voy.
Y aquella niña afronta su segundo Mundial.
Vamos mucho más preparadas que la primera vez. Somos conscientes de que en un Mundial puede pasar de todo y por eso es importante haber hecho una preparación muy buena porque sabemos lo que nos vamos a encontrar. El primer partido (ante Sudáfrica) va a marcar cómo va a ser el torneo, pero estamos muy bien preparadas a diferencia del otro Mundial que jugamos en Canadá.
¿Qué supone participar en una cita tan importante?
El primero fue un paso adelante en el fútbol femenino, cambiaron muchas cosas y se nos dio más visibilidad. Está claro que un Mundial es algo que todas soñamos con jugarlo. Pasa cada cuatro años y en ese tiempo tienes que trabajar para mejorar y poder estar ahí.
¿A qué aspira España en el Mundial? ¿Hay un objetivo real?
Disfrutar y competir cada partido. Disfrutar será lo primero porque es un Mundial y pocas veces te puede ocurrir que estés en él, pero a partir de ahí el trabajo lo sabemos y hay que ir partido a partido. ¿Objetivo? Disfrutar, ir partido a partido y hacer un buen papel.
Pero no me negará que no ha soñado alguna vez con levantar el título y ganar el Mundial
El sueño de cualquier futbolista es ganar muchos títulos con tus equipos, pero el mío como el de muchas es ganar un Mundial. Sería un colofón a todo el trabajo de tantos años. Ganar un Mundial sería un sueño inmejorable.
Y hablando de sueños. Este año se cumplió uno al poder jugar ante 68.000 espectadores en el Metropolitano. ¿Aquel partido entre el Atlético y el Barcelona fue un punto de inflexión?
Eso será cuando haya otro con tantos espectadores y no sea noticia. El día que vivimos en el Metropolitano fue un sueño desde pequeña, cuando tenía 12 años empecé en el Atleti, siempre soñé con llenar un estadio. Pero queda mucho para que no sea una noticia de un día y se convierta en algo normal.
De lo que no hay duda es que el fútbol femenino ha cogido peso y está en constante ascenso.
El fútbol español cada vez se ve más y estamos trabajando para que tengamos más presencia. Este Mundial es una forma de reivindicarnos porque el fútbol femenino va para arriba en España, todo lo que estamos trabajando y han sembrado las anteriores va a dejar un futuro muy bueno a las que vienen.
¿El objetivo es igualarse con el fútbol masculino o es algo impensable?
Nunca vamos a poder igualarnos con los chicos. Es imposible. Queremos hacer nuestro camino, sin ir deprisa, pero que sea seguro. Y sobre todo que el futuro que viene detrás sea mejor. Estamos viviendo un momento muy bonito en el fútbol femenino porque cada vez hay más patrocinadores y poco a poco se está avanzando. Es importante tener un convenio para que todas las jugadoras que quieran jugar al fútbol puedan vivir de ello.
Porque de momento no se puede vivir del fútbol femenino en España.
Yo ahora sí, pero cuando lo deje tendré que buscar otra cosa. Cuando acaba el fútbol tienes que tener otro proyecto para poder tirar adelante y por eso me estoy preparando para la gestión deportiva.
El ambiente que se respira en la selección es parecido al de una familia. Se nota el buen rollo entre todas.
Sí. Cuando tenemos tiempo libre después de entrenar, de estar en el gimnasio o de alguna sesión de vídeo, aprovechamos el tiempo libre para jugar a las cartas, al parchís, algunas estudian…
Y cuándo no está concentrada, qué le gusta hacer.
Ir al cine. Es algo que solemos hacer con las compañeras de equipo. También paso mucho tiempo con mi sobrina, que además está empezando a jugar en un equipo al fútbol. Las series también me gustan y acabo de terminar de ver Juego de Tronos, que ha sido un poco larga. Pero, de momento no estoy viendo ninguna.
Mientras charlamos es inevitable fijarse en los tatuajes que lleva. ¿Cuántos tiene? ¿Tienen algún simbolismo?
Tengo más de veinte, la mayoría son relacionados con mi familia.
¿Y es de las que tiene manías antes de saltar al campo?
Si se puede considerar una manía, suelo atarme y desatarme los cordones de las botas al menos dos veces hasta que siento el pie a mi gusto.
¿Le gustan los coches? ¿Cuál es su favorito?
Si, la verdad que los coches me gustan mucho, ahora mismo tengo un Q3, que es el coche que siempre me ha gustado.
¿Le costó mucho sacarse el carnet de conducir?
Solo un par de veces (ríe).
¿Recuerda su primer coche? ¿Era parecido al que tiene ahora?
Pues la verdad que sí que es bastante parecido, más que nada porque es de la misma marca y suelen tener bastantes similitudes.
¿Y qué es mejor, conductora o futbolista?
Me gusta mucho conducir, me siento segura cuando lo hago. Obviamente disfruto mucho más en el césped y creo que se me da mejor que conducir.