El 10 de abril de 1970 Paul McCartney anunció ante la incredulidad general que el grupo se separaba. 50 años después la banda de Liverpool sigue sonando en todo el mundo.
TEXTO: ANTONIO PANIAGUA
El 10 de abril de 1970, Paul McCartney hizo un anuncio que pocos se creyeron: los Beatles se separaban. Se disolvían por razones «personales, musicales y de negocios». No es que la gente se hubiera cansado de los músicos, ni mucho menos que hubieran tocado fondo. La decisión causó escepticismo porque todo el mundo atribuyó las palabras de McCartney a una decisión impetuosa, a una determinación poco meditada de la que pronto se retractarían los cinco de Liverpool. Pero la cosa iba en serio.
Cuando Paul presentó una demanda en los tribunales para acometer la disolución de la empresa común, un sentimiento de desgarro se apoderó de sus admiradores.
La ruptura, en la que Yoko Ono tuvo un papel destacado, sobrevino cuando cada miembro de la banda tenía un disco listo para publicar. Si juntos eran geniales, ahora querían demostrar que por separado no habían perdido ni un ápice de grandeza.
En un alarde de individualismo, Paul tocaba todos los instrumentos en su nuevo trabajo. George debió de recibir la visita diaria de una legión de musas porque sacó un álbum triple. Ringo apostaba por los sones jazzísticos, como si renegara de su pasado, y John exacerbaba su compromiso político junto a Yoko.
Cada uno por su lado, los Beatles demostraron que el que tuvo retuvo, aunque los momentos de esplendor del conjunto no se repitieron con la misma facilidad. Paul, John, Ringo y George compusieron y cantaron temas que se encaramaron al número de la listas de éxitos. No cumplieron del todo su palabra porque Paul y Ringo, los supervivientes del cuartero, ofrecieron actuaciones juntos.
La desaparición de verdad vino cuando el grupo quedó fatalmente diezmado con el asesinato de John Lenon en 1980 en NuevaYork . Un perturbado mental le disparó a bocajarro ante el lujoso edificio Dakota. George Harrison, el más joven y discreto miembro del cuarteto, murió a los 58 años de edad en Los Ángeles, a consecuencia de un cáncer, en 2001.
También ha hecho mutis el llamado ‘quinto beatle’, George Martin, el hombre que fue providencial en el diseño del sonido de los Beatles. Martin, que contaba 90 años, murió en 2016. Desempeñó un papel primordial al insuflar frescura en los primeros tiempos del grupo, cuando a los de Liverpool todavía no les había abandonado la inocencia fundacional. Con la defunción del compositor, productor y arreglista se esfumó una pieza clave de la música contemporánea.
Así pues, de aquel grupo prodigioso ya solo quedan dos componentes. Ringo Starr, el menos brillante de un grupo prodigioso, apenas contaba como compositor. Su fama quedó opacada por el talento de sus compañeros, que a veces abusaban de él. Se dice que John y Paul le dejaban que cantara cuando a ellos no les apetecía, especialmente las canciones más infantiles, como ‘Yellow Submarine’. Ringo Starr -su verdadero nombre era Richard Starckey- desarrolló después una obra prolífica que se resume en una veintena de álbumes de estudio, nueve en directo, una treintena de sencillos y cinco recopilatorios. En cualquier caso no tira tolla y sigue tocando con All Starr Band.
A sus 77 años, Sir Paul McCartney no se arredra por la edad. Su carrera musical ha sido tan fecunda que no tiene problema en confesar que ya no recuerda algunas de sus canciones más famosas. Demasiadas canciones para un hombre respetable y excelente músico que ya no se preocupa de teñir sus canas. Algunas de sus primeras canciones de The Beatles se remontan a al menos 55 años. Disculpada está su mala memoria, sobre todo teniendo en cuenta que su mente ha alumbrado un millar de composiciones. Con sesenta discos de oro, ha vendido 100 millones de álbumes en solitario y como miembro de la mítica banda. Al exbeatle no le queda nada por hacer. Una de sus últimas actividades ha sido el publicar su primer libro fantástico para disfrute de sus nietos. No en vano, el libro cuenta muchas de las vicisitudes de Paul McCartney como abuelo.
Los 10 años sublimes de carrera de los Beatles quedan en los anales de la música. Si extraordinaria fue su existencia, no menos lo fue el gran negocio montado en torno a su música en el medio siglo que vino después. Ellos solos sostienen una industria poderosa que periódicamente saca al mercado nuevas reediciones. Su Liverpool natal se ha transformado en un parque temático a mayor gloria de aquellos genios. Por fortuna, ni Paul ni John hicieron caso a sus padres cuando les intentaron disuadir de que dejaran sus guitarras, que ese no era un oficio seguro.
Paul McCartney consiguió recuperar los derechos de las canciones de los Beatles tras litigar con Sony. Los derechos de las canciones pertenecieron hace años a Michael Jackson, quien traicionó a su amigo comprándolos cuando sabía que el exbeatle suspiraba por ellos.
Hoy, las cinco canciones de los Beatles más reproducidas en Spotify son ‘Come Together’, ‘ Let It Be’, Hey Jude’, Love Me Do’ y ‘Yesterday’.