Un recorrido en coche por la costa sur de Finlandia que nos conduce a la ciudad de Turku… y a descubrir la isla de Åland, un lugar recóndito y sorprendente.
TEXTO Y FOTOS: PEDRO GRIFOL
La geografía marítima del sur de Finlandia es complicada. El mar Báltico se estrecha y ensancha cuando recorta por su costa suroeste; serpentea como si fuera un río por entre un infinito archipiélago de islas e islotes que conforman una natural, a la vez que estratégica, barrera protectora a la ciudad de Turku.
En la actualidad esta región, que recibe el nombre de Costa & Archipiélago, ha pasado en poco tiempo de poder ser imaginada con el tópico ‘la Finlandia desconocida’ a ser uno de los destinos más apetecibles para plantearnos una escapada en toda regla.
Turku, que fue la antigua capital del país, se encuentra a 170 kilómetros de Helsinki, la actual capital finlandesa. Es fácil llegar a Turku desde Helsinki… en tren, autobús… o en otro vuelo de conexión desde el aeropuerto de Helsinki; pero lo mejor es alquilar un coche en el mismo aeropuerto de Helsinki nada más llegar al país.
Son muchos los alicientes que tiene la histórica ciudad: un imponente castillo, el más antiguo del país, un carismático mercado, un viejo casco medieval… Y también es la ciudad finlandesa más moderna en cuanto a su actividad gastronómica se refiere, ya que su oferta en restaurantes ‘de moda’ ha ganado excelente reputación en el palpitante mundo de los ansiosos foodies europeos. La personalidad de su escena culinaria, estimulada por la cita anual del llamado Turku Art & Food Festival, un evento de carácter anual que combina arte conceptual con cocina (también conceptual), que se celebró por primera vez en septiembre de 2019 y congregó a famosos chefs de todo el mundo. Desde entonces, la ciudad capitanea la revolución gastronómica del país y ya se la conoce como The Food Capital of Finland. Naturalmente (como era de esperar) en las agendas de los profesionales de los fogones y de los amantes del buen comer, el festival que con tan buen pie empezó el año pasado, no se podrá celebrar este año por razones obvias.
Pero visitar Turku no es solo pensar en comer… Para echar una primera ojeada a la ciudad, lo primero que tenemos que hacer es dar un paseo en barca por donde las saladas aguas del Báltico se fusionan con la dulce columna vertebral de la ciudad, el río Aura. Como los pequeños barcos de Lana Boats son eléctricos, mejor estar callado y a tono con el silencio de la navegación para gozar del paseo acuático viendo a los lugareños pedalear plácidamente por la ribera, ir contemplando la arquitectura de la ciudad, y ver los viejos barcos varados, convertidos en coquetos restaurantes que jalonan las orillas del río.
En el apartado cultural, las visitas imprescindibles son: el Turun Linna, la mayor fortaleza construida en el país; y el Aboa Vetus/Ars Nova, un peculiar museo que combina arte y arqueología bajo un mismo techo, donde se pueden ver las ruinas medievales del lugar en contraste con las exposiciones del arte contemporáneo más rabioso; porque hay que saber que en Turku se instalan (o desean instalarse) a cobijo de su creciente actividad artística y la notoriedad adquirida en el ámbito de las galerías de arte contemporáneo, los jóvenes artistas finlandeses que quieren comerse el mundo.
La otra faceta turística de la ciudad tiene que ver con lo ya expuesto sucintamente, es decir: ¿dónde comer? Al grano: Recomendable su mercado cubierto, Kauppahalli, un histórico edificio de hierro y ladrillo construido en 1896 y diseñado por el arquitecto Gustaf Nyströn. No es un mercado cualquiera porque tiene una atmósfera especial. Entre los diferentes puestos de comida hay pequeñas cafeterías con delicatesen locales, donde se puede probar el pastel típico del lugar: ‘Kiss My Turku’ -que tiene doble mensaje (para el que quiera entenderlo así)-. También hay que saborear el pan finlandés en sus múltiples variedades, los distintos procedimientos de ahumados y los quesos. Así quedaremos más instruidos sobre los tres básicos y clásicos productos de la buena mesa finlandesa.
Después ya podemos elegir alguno de los modernos restaurantes para conocer lo más nuevo: En Kaskis es donde el reconocido chef Erik Mansikka -estrella Michelin- creó unos menús de alto nivel basados en ingredientes locales. Imprescindible reservar mesa porque está de moda y en la cresta de la ola para los sibaritas. Ahora Erik comparte pasión y negocio en otro local, el restaurante Kakolan Ruusu, donde junto al chef americano Andrein Norwood han formado un tándem creativo con nuevos menús a base de hierbas, legumbres, verduras, frutas del bosque, hojas, hongos, raíces… todo muy local y muy wild (salvaje). A subrayar dos peculiaridades: las camareras van uniformadas de presidiarias (vestido gris con botones), porque el hotel está ubicado en una famosa antigua cárcel (‘cosas frikis’ de los finlandeses); y la otra curiosidad: en el menú aparece como plato exótico Pimientos de Padrón (no coment).
El ritmo ralentizado de Åland
El otro atractivo del viaje es hacer un recorrido por Åland -pronúnciese Oland-, una apacible isla a la que pasamos en ferry desde Turku. Åland es una parte especial de Finlandia porque tiene su propia bandera, su propio parlamento e idioma (que es el sueco). Así que es una de esas autonomías dignas de estudio… que nos llevaría muchos ‘dolores de cabeza’ comprender, y que no vamos a entrar en este viaje de carácter turístico. Lo que nos importa ahora es saber por qué hemos venido. Su capital es Mariehamn, que significa ‘Puerto de Maria’. Fue fundada en 1861 por el zar Alejandro II, quien le dio a la ciudad el nombre de su esposa.
De esta apacible isla es de donde, casualmente, provienen muchos de los ingredientes autóctonos que proveen a los restaurantes del país; y nos muestra las cosas sencillas del buen comer y del buen vivir… como el mundo en el que nacen y crecen los corderos, las granjas de vacas, los campos con manzanos, los bosques de setas silvestres, los quesos de toda la vida… o la cerveza artesanal.
Hemos venido a conocer y a escuchar de cerca -y en su hábitat-, a los agricultores y pescadores del lugar. Un viaje a los sentidos que podemos hacer en visitas guiadas a granjas, queserías y cervecerías. Todo un placer natural.
A saber: Mattas Gårdsmejeri (gardsmeji@mattas.ax) elabora queso orgánico, helados y otros productos lácteos. Cada queso lleva el nombre de la vaca -hay siete- cuya leche se usó para prepararlo. En Marskogens Lamm, Ann y Åsmund tienen 24 ovejas y hacen salchichas de cordero y carne ahumada de calidad escepcional. Tienen una cafetería y una pequeña tienda donde venden pieles de oveja.
La saga de los Mattsson han vivido en Grannas Granja desde principios del siglo XVIII cultivando manzanas. Jan Mattsson, el actual propietario, nos dice que nunca han usado aditivos…son manzanas especiales.
Anders Westerberg y su esposa Maria son los dueños de Västerro, un restaurante que el propio Anders califica como ‘smoked-crazy-art-cuisine’, lo más lejano de las estrellas Michelin. No hay menú. Se sirve cualquier cosa que haya atrapado en el mar el intrépido pescador Anders.
Jonas Jakobsson pone su anárquico entusiasmo en elaborar peculiares cervezas artesanales en su Open Water Brewery (openwaterbrewery).
Y en otro contexto, para los nostálgicos de la automoción, esta peculiar isla tiene también ¡un museo de coches! Se trata del Geta Nostalgi & Motor Museum, que se visita -como casi todo en estos tiempos- con cita previa (lillanders@aland.net).
En este viaje podéis estar seguros de que no habréis visto vacas tan felices como las de Åland… ni coches tan peculiares como los del museo de coches de Geta.
Nos despedimos de Åland fotografiando al Pommern en el muelle donde está anclado, un histórico gran velero que fue utilizado para navegar por los océanos entre Inglaterra y Australia.
El plan de actuación para el regreso sería: Dejar el coche en Mariehamn, coger el vuelo Mariehamn-Helsinki, dormir en el aeropuerto de Helsinki una noche, y vuelo Helsinki-Madrid.
Estos dos aeropuertos están operativos en estos tiempos del COVID19.
GUÍA PRÁCTICA
CÓMO LLEGAR
Finnair
Viking Line (ferry de Turku a Åland)
DÓNDE DORMIR
Turku: Solo Sokos Turun Seurahuone
Åland: Park Alandia Hotel
Helsinki: GLO Airport Hotel
MÁS INFORMACIÓN
www.kissmyturku.com
www.visitturku.fi
www.visitfinlad.com
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