El Bosque de Hoia-Baciu en Rumanía, el Palacio de los Hornillos en cantabria, las catacumbas de París, la Colina de las Cruces en Lituania y el Dragsholm Slot en Dinamarca son algunos de los lugares que ponen los pelos de punta.
TEXTO: JAVIER VARELA
Bosque de Hoia-Baciu (Transilvania, Rumanía)
Hoia Baciu tiene todos los ingredientes necesarios para ser considerado un bosque encantado. Para empezar está en Transilvania (Rumanía), el hogar de Vlad Tepes, el famoso conde Drácula (cuyo castillo está cerca). Además, muchos lo consideran un portal a otra dimensión y en su ‘curriculum’ aparecen cientos de personas y animales desaparecidos, avistamiento de ovnis, voces y risas de origen desconocido y, por si todo esto fuera poco, en el centro hay un gran circulo donde nada crece.
El bosque está situado al oeste de la ciudad de Cluj-Napoca y cubre un área de 250 hectáreas en las que hace 10.000 años vivió una civilización. Entre los sucesos más extraños se encuentran la desaparición de un pastor con sus 200 ovejas en 1965, por lo que al bosque se le rebautizó como ‘El triángulo de las Bermudas de Transilvania’. Otro suceso extraño fue la desaparición y posterior aparición –cinco años después- de una niña sin ninguna transformación: la misma ropa, mismo rostro y cuerpo.
Los vecinos también ‘sufren’ al bosque con dolores de cabeza y náuseas, e incluso una vecina sufrió quemaduras mientras daba un paseo en su interior. Otra de las señas de identidad de este bosque es la peculiar forma de sus árboles provocada por el hecho de que de la misma raíz brotan varios troncos que no se extienden hacia el cielo sino que forman un extraño arco. Sin duda un bosque en el que pasear está limitado sólo para los más valientes.
Palacio de los Hornillos (Cantabria)
Mientras caminas hacia este Palacio la sensación es de soledad que impresiona. Este espectacular, bello e inquietante palacio decimonónico de estilo inglés está ubicado en la finca más extensa de toda Cantabria y bien podría decirse que serviría como escenario para una película de terror. Eso debió pensar Alejandro Amenábar, ya que allí rodó la película ‘Los otros’, protagonizada por Nicole Kidman.
En este edificio vivieron Grace y sus dos hijos, Anne y Nicholas, que sufrían una extraña enfermedad que les impedía mantener contacto con la luz. Con el paso de los años, la pequeña empezó a notar la presencia de un fantasma, lo que hizo que la madre –de fuertes creencias religiosas-perdiera la cabeza.
Situado en Arenas de Iguña, consta de dos edificios nobles situados en una enorme finca de 60 hectáreas, con la mitad destinada a jardines y bosques, lo que le da un toque más terrorífico al entorno. Por si faltara algún ingrediente, en el bosque hay una torre vigía almenada de tres alturas y muy cerca se encuentran tres iglesias: la neoclásica de San Jorge, réplica de un templo romano, la ermita de San Román de Moroso, de arquitectura mozárabe, y la Iglesia de San Juan de Raicedo, de arquitectura románica.
La Colina de las Cruces (Siauliai, Lituania)
Los cementerios son para muchos, los lugares más terroríficos del mundo. Sin embargo, aunque tenga toda la pinta de serlo, la Colina de las Cruces (Kryziu Kalnas en lituano) no es un campo santo sino un lugar en el que se rinde homenaje a las víctimas de las rebeliones fallidas contra la Rusia zarista. Los lituanos empezaron a colocar las cruces -se cree que hay cerca de 200.000- de forma espontánea entre 1831 y en 1863 para rendir homenaje a los caídos de los que no pudieron recuperar sus cuerpos. Por eso, es una especie de cementerio sin ningún resto humano bajo tierra.
Las cruces van acompañadas de fotos, poesías y palabras de recuerdos a los fallecidos. Su origen misterioso se debe a que en la primavera de 1961, el gobierno decidió terminar con la Colina de las Cruces, pero nuevas cruces aparecían durante la noche, al principio pequeñas, pero cada vez iban siendo mayores. Durante el día los bulldozer destruían todas las cruces, pero durante la noche volvían a aparecer hasta que en 1985, el lugar no se volvió a destruir.
El lugar, además de un lugar de devoción católica es un símbolo de la independencia lituana (se logró en 1991). En 1993 el Papa Juan Pablo II ofició una misa allí y regaló una gran cruz que preside el acceso a la colina. Se trata, en definitiva, de un lugar extraño que se ha convertido en uno de los más turísticos del país.
Dragsholm Slot (Zealand, Dinamarca)
Este castillo se construyó en el siglo XII como residencia para la realeza, pero actualmente es un hotel en una de las zonas más espectaculares de la costa de Dinamarca, ya que está ubicado en la isla de Sjaelland. Sin embargo, muchos de los residentes del hotel son amantes de lo paranormal porque, según cuenta la leyenda, entre sus paredes hay varios fantasmas atrapados desde hace varios. Durante su reconversión a un hotel, en 1937, los obreros se encontraron un esqueleto vestido de blanco en el interior del muro. Aquel descubrimiento fue seguido de cientos de testimonios de presencias de espíritus vagando por los salones y restaurantes.
El cuerpo encontrado se cree que es el conocido como espíritu de la dama de blanco, una de las hijas de un noble que del castillo que la encerró en su habitación tras descubrir que se había enamorado de uno de los vigilantes. Otro de los fantasmas más conocidos del castillo es el conde de Bothwell, cuyo nombre era Jacobo Hepburn, tercer marido de la reina de Escocia, María Estuardo, y que estuvo prisionero en el castillo. Su fantasma se ha visto en Fårevejle, la iglesia del castillo, y paseando a caballo. Incluso algunos huéspedes aseguran escuchar cascos de caballos por los alrededores del ahora hotel.
Y la otra aparición del castillo es la dama de gris, que apenas se aparece, y que se trataría de una antigua sirvienta del castillo que noche tras noche regresa para ayudar a los huéspedes y comprobar el buen estado del lugar. Sin duda, el Dragsholm Slot es un lugar para los amantes de lo paranormal.
Catacumbas de París
De los 300 kilómetros de catacumbas que hay excavados, actualmente pueden visitarse sólo una pequeña parte, pero es suficiente para poner los pelos de punta a los que caminan por ellas. En un principio, esta red de túneles subterráneos servían como canteras de piedra caliza para construir gran parte de los monumentos y edificaciones y eran conocidos como Les Carrières de Paris (las canteras de París).
Todo cambió en 1786, cuando se decidió trasladar los cadáveres y huesos de los fallecidos por las epidemias y enfermedades que no cabían en los cementerios. Se calcula que los restos de más de 6 millones de personas puedan estar enterrados allí y los miles de huesos y calaveras humanas van formando sus paredes una sobre otra al irse apilando unas sobre otras.
Si el hecho de pasear por unos túneles subterráneos llenos de esqueletos y restos de personas, e incluso de alguna lápida, ya es terrorífico, hay quien asegura haber visto el fantasma de la única persona que ha muerto en estos túneles, Philibert Aspairt quien trabajó en el hospital Val-de-Grace durante la revolución francesa. La leyenda dice que entró con una vela buscando unas botellas de licor, pero el fuego se apagó y se quedó allí encerrado hasta morir de hambre y miedo.
Estación de Canfranc (Aragón)
Sólo su presencia impone. La estación de Canfranc tiene 241 metros de longitud, 150 puertas de acceso y cerca de 350 ventanas, pero su historia está marcada por desgracias y accidentes. Permanece en desuso desde 1970, cuando se cerró definitivamente tras el descarrilamiento de un tren, y pasó a ser uno de los lugares más siniestros de España, pero los casos paranormales arrancaron incluso antes de su inauguración, el 18 de julio de 1928.
Las obras, que comenzaron en 1904, fueron muy complicadas y tuvieron un elevado coste de fallecidos, sobre todo en las obras del túnel ferroviario. Años después se hablaba de voces, presencias, sombras y escalofríos en los pasadizos y vías del tren, que se vieron incrementados por el horror de la guerra y de la cantidad de gente que pasó por sus paredes.
Los visitantes que se atreven a pasear por allí, aseguran escuchar pasos y voces como si siguiera funcionando. De hecho, desde hace años se ha planteado reformarla para convertirla en un hotel, pero nunca se ha dado el paso definitivo ¿Tendrán algo que ver esas voces y pisadas que se siguen escuchando?
Osario de Sedlec (República Checa)
La Iglesia de Todos los Santos en Sedlec-Kutná Hora se ha convertido en un lugar de culto para los visitantes de lo macabro. En su interior se encuentra un impresionante espectáculo que forman los miles de huesos acumulados y las lámparas, cálices, cruces, escudos y guirnaldas hechas con material óseo que decoran la capilla que alberga el osario. De hecho se cree que hay unos 40.000 esqueletos humanos.
La historia de Sedlec comienza a finales del siglo XIII, cuando uno de los abades de la entonces abadía cisterciense trajo arena de Tierra Santa y la esparció en el cementerio hasta convertirlo en el lugar de descanso de nobles de países cercanos. La peste de 1318 se cobró la vida de unas 30.000 personas en la zona, que fueron enterradas en el cementerio de la abadía. La leyenda cuenta que en 1511, ante el gran número de cadáveres, muchos cuerpos fueron exhumados y sus huesos trasladados por moje tuerto, que los cumuló en seis macabras pirámides.
En 1870, el osario recibió su aspecto actual de la mano del tallista Frantisek Rint, que empapó los cuerpos de una solución de cal clorada para desinfectarla y darle color blanco. Él es el autor de las lámparas, cálices, cruces, escudos y guirnaldas y objetos decorativos hechos con restos óseos. Un lugar de lo más macabro.