En el corazón de la comarca granadina, situado en la falda de Sierra Nevada, existe un pueblo con hechuras trogloditas… Su nombre es Guadix, Capital Europea de las Cuevas.
TEXTO: PEDRO GRIFOL
Este año seguimos descubriendo lugares peculiares para nuestras rutas por carretera, centrándonos, sobre todo, en los pueblos de nuestra geografía. El que hoy nos ocupa ya fue descubierto por pobladores trogloditas hace muchos siglos, pero su historia reciente merece ser conocida con más detalle.
Un breve recorrido histórico nos narra que se trata de uno de los asentamientos humanos más antiguos de la Península Ibérica y, por consiguiente, fue ya notorio en la época romana cuando la ciudad se llamaba Julia Gemella Acci, de ahí el gentilicio accitano para los nacidos en la actualmente ciudad de Guadix, nombre que se remonta a la dominación musulmana, cuando se la conocía como Wadi Ash (por el río Ash, arabización del nombre latino Acci), pronunciado wad ish en árabe, cuya fonética y grafía derivó posteriormente en Guadix.
Del período romano ha sobrevivido el Teatro Romano, construido en el año 25 de nuestra Era bajo el mandato de Tiberio. Aunque la mayoría de sus sillares de piedra fueron ‘reciclados’ en la época andalusí, una posterior inundación cubrió de lodo lo que quedaba del recinto; y en 2008, tras unas excavaciones fortuitas, salieron a la superficie muchas de sus terrazas y el espacio escénico -la orchestra-. Ahora se puede acceder a este recinto romano en una vista guiada que ofrece la Oficina de Turismo, y así tener una idea completa de cómo era.
En época del Reino Nazarí de Granada, Wadi Ash era una de sus 33 medinas (ciudades amuralladas). De aquellos tiempos moros queda el edificio defensivo de La Alcazaba (s. XI), que sigue dominando la localidad desde lo alto; y su barrio de alrededor, que todavía conserva buenos ejemplos de casas moriscas. Bajo La Alcazaba, se encuentra la cueva Museo de Alfarería, donde podremos ver ejemplos de la cerámica roja típica del lugar.
Guadix tiene algunos edificios de carácter religioso que también merecen su visita, como el Palacio Episcopal, la iglesia de Santiago, o el Convento de la Concepción. Este último rodeado de majestuosos palacetes como el Palacio de Villalegre, del que cuentan que incluso ¡tiene su propio fantasma!… Pero, sin lugar a duda, la Catedral de Santa María de la Encarnación, levantada en lo que fue una mezquita, y mucho antes una iglesia visigoda, es la construcción más sobresaliente. Diseñada por el mismo arquitecto de la Catedral de Granada, Diego de Siloé, su construcción se llevó a cabo entre los siglos XVI y XVIII, lo que hace que podamos observar cómo se superponen diferentes estilos arquitectónicos: gótico, renacentista, barroco, neoclásico…
Como curiosidad, nos encontraremos con una escultura de La Piedad en su gran nave central. Es una réplica perfecta -o casi- de la obra maestra de Miguel Ángel Buonarroti, si bien La Piedad de Guadix es de autor desconocido.
El RACE y Airbnb apuestan por viajar en coche de forma segura
Además de con el RACE, Airbnb ha colaborado con tres entidades promotoras de turismo local para inspirar rutas en automóviles en destinos de proximidad españoles y contribuir a la recuperación económica de esas áreas cuando sea posible viajar.
Una de esas rutas seguras es la ruta por la capital europea de las Casas Cueva, gracias a la Asociación Andaluza de Casas Cueva. Además, Airbnb y el RACE proponen un recorrido por los volcanes de Tenerife, recomendado por la Asociación Volcanes de Canarias y El Valle del Jerte en Extremadura (por la Asociación de Turismo del Valle del Jerte)
Además, Airbnb y el RACE ofrecen muchos consejos para viajar en coche de forma segura.
Confinarse, por capricho, en una cueva
Horadadas en las montañas sobre las que se asienta la ciudad, existen más de 2.000 cuevas que conforman el principal reclamo turístico de Guadix. Son sus famosas casas-cueva, y de ahí el nombramiento de Guadix como Capital Europea de las Cuevas.
El origen de estas cuevas se sitúa tras la reconquista de Granada por los Reyes Católicos. Los moriscos fueron alejándose paulatinamente del centro urbano y construyeron sus propios refugios en las grutas naturales del terreno. El Centro de Interpretación de las Cuevas de Guadix (que fue cueva-vivienda habitada hasta principios de los años 80 del siglo pasado) proyecta un audiovisual muy instructivo que nos cuenta su historia: “Las primeras cuevas habitables datan de 1452, justo después de la toma de Granada por los Reyes Católicos, cuando los moriscos, huyendo de la ciudad, se cobijaron en pueblos como Guadix. Muchos de ellos no querían huir de la que hasta ese momento había sido su tierra y vieron en las montañas la mejor opción para esconderse sin necesidad de abandonar Granada.
Muchas de estas cuevas siguen habitadas por sus descendientes -ahora accitanos-, y otras se han transformado en alojamientos turísticos.
Las excavaciones en los cerros eran practicadas por maestros alarifes, y la técnica consistía en el ‘picado’ del cerro para que éste no se derrumbara. Las cuevas se excavaban aprovechando la verticalidad de las paredes y la facilidad que ofrece la arcilla. La libertad de construcción era total, ya que es posible construir bajo tierra casi hasta el infinito. El dueño de cada casa decidía cuántas habitaciones necesita. Se construía del techo hacia abajo, realizando una arquitectura adintelada. La arcilla se secaba hasta que endurecía, y se aplicaba un aceite para impermeabilizar la vivienda”.
El ‘hoy’ de las cuevas
En la actualidad, en las paredes y los techos se utilizan mallas de acero galvanizado para reforzar la estructura y así evitar que la arcilla se cuartee incrementando la seguridad del interior. Las cuevas se impermeabilizan con un mortero proyectado con cemento blanco, asegurándose de esta manera la estabilidad de microclima.
El hecho de que algunas cuevas sean viviendas bioclimáticas es toda una ventaja, ya que mantienen la humedad en torno al 50%, con una temperatura constante que ronda entre 18ºC y 20ºC, protegiéndolas contra el frío del invierno y el calor del verano, un plan teóricamente casi perfecto, incluso para estos tiempos atípicos marcados por la pandemia COVID, ya que permite la ausencia de aparatos de aire acondicionado. Así que, sus escasas necesidades energéticas las convierte en viviendas ecológicas. La tierra del tejado sirve como aislante y las preserva de las condiciones climáticas adversas. Muchas ventajas… ¡por no hablar de su aislamiento sonoro!
Como podemos ver, la habitabilidad de las casas-cueva es de total actualidad, podríamos decir que son ideales para un mundo en el que necesitamos construir de forma más ecológica.
Ahora que ya tenemos algunas nociones de estas singulares viviendas… ¿Se atreve a reservar alojamiento en una casa-cueva?
Cuevas con historia
Recomendable subir al llamado Mirador del Padre Poveda para ver la panorámica de chimeneas encaladas que surgen del terreno como grandes mojones. Son las chimeneas de las cuevas que están bajo nuestros pies. Después, hay que entrar en alguna de las cuevas turísticas para ver cómo se vivía en otros tiempos. Una de ellas es la Cueva de la Tía Micaela -declarada Bien de Interés Cultural-, una auténtica cueva-castillo pues se construyó a 20 metros de altura a modo de fortaleza.
Auténtica sorpresa constituye la cueva Ermita de Gracia, cuyos orígenes se remontan al siglo XVI. Un prodigio arquitectónico excavado en la montaña, que tiene estancias con altares, cuadros y un pequeño museo de belenes.
En la comarca de Guadix existen otros muchos ejemplos de cuevas medievales que se pueden visitar: Las Cuevas de Machirri, Cueva del Monje, Cueva Horá o Cueva Sin Salida. Es cuestión de planificar el viaje para que nos dé tiempo conocer las más significativas.
Y de entre las casas-cueva que podemos disfrutar en un fin de semana destacamos las Cuevas La Tala, con instalaciones adaptadas a las necesidades actuales, aunque ambientadas como las cuevas de antaño conservando en sus estancias la estética decorativa tradicional.
A 9 km. de Guadix se encuentran las Cuevas Hammam Abuelo José, un peculiar alojamiento que cuenta con unos baños árabes que ofrecen un ambiente relajante… ¡y con piscina!
En este viaje en coche por ‘la otra Granada’, la de los destinos menos populares que la propia ciudad de Granada y su Alhambra, además de la vivir la experiencia de alojarnos en una casa-cueva, podemos hacer pequeñas excursiones y asomarnos a otros encantos de la provincia como la Sierra de Castril o el Desierto de Gorafe, donde se encuentran las formaciones rocosas conocidas como Los Colorados, que recuerdan las del famoso paisaje del Cañón del Colorado de Estados Unidos; y quizá nos venga a la memoria algún western rodado en esos parajes como ‘Agáchate Maldito’, ‘El Bueno, el Feo y el Malo’, o algunas escenas de la mítica película de Sergio Leone ‘Hasta que llegó su hora’. Ha llegado la hora de conocer las casas-cueva de Guadix.
GUÍA PRÁCTICA
Una opinión, muy generalizada, cree que las formas de consumo y hábitos de comportamiento de los viajeros está cambiando drásticamente en muchos sectores, entre ellos en el turístico. Se observa una clara tendencia a huir de masificaciones y núcleos urbanos, apostando por el turismo rural lejos de las grandes ciudades abarrotadas de turistas. Muchos pueblos de la España interior parece que están retomando el protagonismo que tuvieron antaño.
Aunque, por el momento todavía quedan algunos aspectos por concretar, tanto a nivel nacional como autonómico, lo que sí parece seguro, es que a partir del 1 de junio abrirán de nuevo la mayoría de las casas-cueva de la Comarca de Guadix.
MÁS INFORMACIÓN
Página web de www.turismoguadix.es
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