No son una revolución, pero son el dispositivo con el que la factoría de la compañía de la manzana hace su apuesta por las realidades aumentadas, virtuales y mixtas.
TEXTO: ARANTXA HERRANZ
Disponibles de momento solo en Estados Unidos desde febrero de este año, las Apple Vision Pro son el dispositivo con el que la factoría de la compañía de la manzana hace su apuesta por las realidades aumentadas, virtuales y mixtas. Veneradas y vilipendiadas a partes iguales, el último gadget de Apple demuestra que aún no son la revolución ni el dispositivo que estas tecnologías necesitan para ser mayoritarias, pero sí que muestran cuál es el camino a seguir si la industria quiere que todos acabemos viendo la vida a través de unas nuevas lentes.
Un primer vistazo
Las Vision Pro son unas gafas o casco de lo que Apple ha dado en llamar “realidad extendida”, una mezcla de realidad aumentada y realidad virtual. La empresa las define como una computadora espacial que combina el mundo físico con el digital.
La mayor parte de los analistas lo consideran un producto técnicamente impresionante y el primero de una nueva generación… pero aún con mucho camino por recorrer. Tras los primeros usos, casi nadie piensa que se vayan a convertir en un fenómeno de masas, al menos a ese precio. De hecho, algunas voces consideran que este elevado coste confiere a las Vision Pro en un elemento elitista y que parte del reto de Apple sería también situarlo en este nivel, toda vez que el iPhone ha dejado de ser un oscuro objeto del deseo para ser un teléfono (casi) accesible para una gran mayoría de usuarios.
Características técnicas
- Pantalla microLED curvo 3D, 25 millones pixeles, Dolby Vision, HDR10
- 12 cámaras, seis micrófonos y cinco sensores
- Autenticación biométrica por lectura de iris (Optic ID)
- Audio espacial con seguimiento dinámico de la cabeza, Dolby Atmos
- Memoria integrada 16 GB, almacenamiento de 256 GB, 512 GB o 1 TB
- Batería de duración de dos horas con fuente de alimentación externa
- Conexión WiFi 6 y Bluetooth 5.3
- 3.499$ las de 256 GB, 3.699$ las de 512 GB y 3.899 las de 1 TB. Complementos aparte.
Parecidos y diferencias
Las Vision Pro no son las primeras gafas de realidad aumentada o virtual que hay en el mercado. Meta (antigua Facebook) es una de las grandes promotoras de estos nuevos mundos virtuales y, para mostrar de qué es capaz eso que llaman el Metaverso, se ha asociado con diversas empresas (como Sony o Logitech) para crear gafas con las que poder experimentar estos nuevos mundos.
Más allá del precio, estos cascos tienen varias similitudes, pero también algunas diferencias, empezando por el propio diseño, aspecto al que Apple siempre da mucha importancia. Por eso, en las Vision Pro predominan el metal y el cristal, curvados y delgados, mientras que las Meta Quest Pro son más grandes, más cuadradas y fabricadas en plástico negro.
Una de las grandes diferencias es en la manera en que se usan. Las Quest Pro incluyen un par de controladores de movimiento físicos y una base de carga para el casco y los controladores. Es decir, que cuando se emplean en el metaverso, es necesario utilizar esta especie de joystick, como si estuviéramos con una videoconsola. Por su parte, el Apple Vision Pro no utiliza mandos, sino que lee los movimientos de los dedos y las manos a través de cámaras y sensores. Sin duda, la interacción con estas gafas parece mucho más natural, aunque haya que acostumbrarse a pellizcar en lugar de tocar los iconos como en los móviles. Sin embargo, esto también conlleva que, para un uso óptimo, las gafas deben ser configuradas para cada usuario.
Aislamiento
Sin duda, otra de las grandes diferencias que se observan en las Apple Vision Pro es que no existe la sensación de aislamiento que producen el resto de productos de realidad aumentada o virtual. Esto se debe a que Apple apuesta por lo que llama realidad Mixta, en la que las aumentadas o virtual es se pueden superponer con la realidad cotidiana y no de manera exclusiva.
Con el resto de dispositivos, cuando un usuario se coloca estas gafas no verá nada hasta que las pantallas se enciendan y muestren el metaverso o la aplicación de Realidad Aumentada o Virtual. Mientras, y gracias a las cámaras con las que están dotadas las Vision Pro, al colocarlas el usuario verá el mundo que le rodea, aunque con la sensación de que las está viendo a través de una cámara y no de sus propios ojos.
En esa misma pantalla podrá ver el menú de aplicaciones, seleccionarlas y decidir si quiere que la experiencia de Realidad Aumentada o Virtual sea total y completa o que solo ocupe parte de la pantalla de las Vision Pro.
Camino por recorrer
Este es uno de los puntos clave que casi todos los expertos y analistas destacan, sobre todo porque a muchas personas las experiencias inmersivas que proporcionan este tipo de dispositivos acaban generando mareos y sensaciones de aislamiento.
Aunque no lo eliminan por completo (hay gente que sigue experimentando esos desvaíos al usar las Vision Pro), suelen ser más controlables y menos frecuentes, por lo que claramente marcan un camino a seguir en el desarrollo tanto de aplicaciones como de dispositivos para las futuras realidades.
Pero, sin duda, dos de los puntos donde este tipo de productos aún tiene mucho camino por recorrer y muchas posibilidades de mejora son el peso y la duración de las baterías.
Aunque Apple ofrece, para tener un uso prolongado del Vision Pro, opciones de batería para complementar el dispositivo (que se pagan aparte) y pese a que los auriculares se pueden enchufar directamente para un uso continuo, la batería sigue durando poco tiempo. Se sujeta a la patilla de los auriculares mediante un cable tejido y proporciona una fuente de energía adicional. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la batería tiene una capacidad limitada y dura aproximadamente dos horas.