Aunque los de Cádiz y los de Santa Cruz de Tenerife son los que tienen más renombre en nuestro país, no son los únicos en los que la diversión está asegurada.
Texto: JAVIER VARELA
El carnaval es tiempo de diversión, tradición, imaginación y originalidad. Se celebra desde la Edad Media con el único objetivo de coger fuerzas antes de la llegada de la Cuaresma. Aunque los de Cádiz y los de Santa Cruz de Tenerife -hermanados desde 2014- son los que tienen más renombre en España, no son los únicos en los que la diversión está asegurada. Hay un carnaval por cada pueblo de España con cientos de interesantes tradiciones y leyendas rurales que han sobrevivido al paso de los siglos, de las prohibiciones durante algunos años en España y a que pasa de generación en generación. En estas fiestas se mezcla el desenfreno previo a la estricta Cuaresma y un ambiente festivo en el que bajo el anonimato de una máscara se permiten algunos excesos.
Cádiz es el lugar por excelencia del carnaval en España y no precisamente por sus disfraces. En la ‘Tacita de Plata’ presumen de chirigotas, música, comparsas y guasa que inundan las calles de la ciudad y que tienen su máximo apogeo en el Gran Teatro Falla donde se lleva a cabo durante un mes el Concurso oficial de agrupaciones carnavalescas de Cádiz (COAC), teniendo su final el viernes previo al Miércoles de Ceniza, después de diferentes fases clasificatorias. Un escenario en el que las diferentes agrupaciones compiten por convertirse en la más original y divertida a base de música y letras con ingenio y humor.
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Y si Cádiz es música y diversión, Santa Cruz de Tenerife es disfraces, purpurina, lentejuelas y plumas. La ciudad es una explosión de color y diversión durante esos días que tienen su culminación en la elección de la Reina de los Carnavales.Hablamos de una fiesta que traslada a todos los que la disfrutan al universo más divertido y transgresor y que se disfruta de día y de noche con sus bailes, sus disfraces y sus magníficos desfiles de carrozas que llenan de gente las calles de Santa Cruz de diversión. Desde 1987 figura en los Records Guiness con la mayor participación de público –más de 200.000 personas- en un baile celebrado al aire libre. Cuando el Carnaval casi termina (porque habrá otro fin de semana de piñata para despedir definitivamente los festejos, hasta otro año), el tinerfeño le dice adiós llorando de pena. El Entierro de la Sardina es el espectáculo más irreverente y desenfadado de todo el carnaval.
Carnaval de Laza, Xinzo y Verín (Orense)
Conocido en Galicia como el Entroido, los carnavales más conocidos se encuentran en un triángulo formado por estas tres localidades. Cada una de ellas tiene sus propios personajes y peculiaridades. En Laza son los peliqueiros, que con su elaborado y extravagante vestuario en el que destaca la gran mitra sobre la cabeza con un animal dibujado y las chocas (cencerros) en la cintura, corren por el pueblo azotando con su zamarra (la fusta) a quien no lleve disfraz en el lunes del carnaval. El martes se celebra la farrapada, una batalla en la que se usan como armas trapos manchados de barro y por la tarde se produce la bajada de la Morena, en la que un hombre se disfraza con una máscara de cabeza de toro y va atacando a las mujeres mientras sus compañeros arrojan hormigas gigantes y tierra al público.
El Entroido de Verín comienza con el desfile de los Cigarrones, un honor que pasa de padres a hijos, y en el que visten con ropas vistosas y una ristra de cencerros a la cintura. Pero su rasgo más original es la máscara de madera adornada con una amplia sonrisa y una gran mitra decorada. En Xinzo de Limia cuentan con el carnaval más largo de España ya que arrancan con el ‘domingo fareleiro’, una batalla campal de harina. Como en las otras dos localidades, los personajes más conocidos son Las Pantallas, que ataviados con ropas vistosas y una mitra como máscara se encargan de mantener el orden, alegrar la fiesta y generar un sonido peculiar con el sonido de los cencerros.
Carnaval de Herencia (Ciudad Real)
El Carnaval de Herencia es conocido por adelantarse más de una semana al resto gracias a su viernes de los prisillas, cuyas protagonistas son las peñas de la localidad, al sábado de los ansiosos –en el que desde 2007 se celebra la entrada del Nuevo Año Herenciano- y el domingo de las deseosas, en el que los Herencianos más ansiosos de la llegada del carnaval sacan las máscaras y los trajes del baúl y realizan un pasacalles a pesar de que todavía quede una semana para el comienzo de estas fiestas en el resto de lugares.
El personaje más característico de estos carnavales de Herencia y el que le da una identidad propia es el Perlé, que ataviado con pijama de rayas azules y blancas y un gorro de dormir, representa el orden establecido en tono de burla. Es el elemento que dota al Carnaval de Herencia de una identidad propia y el encargado de abrir los desfiles persiguiendo a los más pequeños con su látigo. Aunque no suele dar, algunos latigazos son bastante dolorosos. Eso sí, para acudir a este carnaval es imprescindible llevar una máscara, porque todos los vecinos salen a la calle con una.
Villanueva de la Vera (Cáceres)
En Villanueva de la Vera el Carnaval gira en torno al Peropalo. En este pueblo extremeño no se estila llevar disfraces sino el blusón y el traje típico con su guardapié las mujeres y su faja los hombres. Las fiestas comienzan una semana antes de la celebración del Carnaval, cuando la cabeza o ‘turra’ del Peropalo sale por las calles anunciando la cercanía de la celebración. El muñeco vestido de negro, de tamaño natural, relleno de paja y clavado en un palo, confeccionado y velado por una comitiva de pelopaleros vive un juicio de los habitantes que se posicionan a favor o en contra del pelele.
Al igual que el día de Año Nuevo, el martes de carnaval amanece también con el sonido de los tambores que se tocan durante el Toque de Diana que anuncia el punto culminante de la fiesta. Después de que todos escenifiquen la ‘judiá’ (se llama así a una ceremonia que se realiza en la plaza) que acaba cuando el Peropalo es sentenciado, desnudado, decapitado, manteado y quemado, entre llantos de unos y bailes de otro. Una jota, ejecutada por tamborileros, pone el broche al festejo, declarado de interés turístico nacional.
Ciudad Rodrigo (Salamanca)
Se le conoce como Carnaval de Toro y es considerado por muchos como el más antiguo de España. Existe un documento de la época de los Reyes Católicos fechado en 1493, en el que precisamente se recrimina a Ciudad Rodrigo los excesivos gastos por las fiestas taurinas. Desde entonces, los encierros, las capeas y las corridas de toros son lo más conocido de la celebración. Y de todos ellos, el espectáculo más destacado es el encierro a caballo del domingo de carnaval, en el que caballistas y garrochistas conducen a los toros bravos por el campo salmantino hasta llegar a la ciudad.
También se celebra el Toro del Aguardiente (llamado así porque se reparte aguardiente y otras viandas antes del encierro) que se celebra el Martes de Carnaval a primera hora de la mañana y por las noches desfiles de disfraces y murgas invaden las calles de esta localidad salmantina que tiene el honor de ser el único carnaval del mundo donde se unen la máscara y el toro. Por ello resulta una fiesta única y diferente.
Carnaval de los indianos (Santa Cruz de La Palma)
Los lunes de carnaval en Santa Cruz de La Palma se tiñen de blanco. Es una forma de conmemorar la llegada de los indianos que regresaban tras haber hecho fortuna en tierras cubanas. Todo el mundo se viste de blanco de pies a cabeza (guayabera, pantalones blancos y sombrero panameño) y se produce un desfile al más puro estilo cubano al ritmo de guajiras, guarachas o guaguancós y mientras se lleva a cabo una guerra de polvos de talco que ‘blanquea’ todavía más a la ciudad y a los participantes.
La celebración comienza por la mañana con ‘La espera’ mientras los indianos se van congregando en la plaza del Ayuntamiento hasta la llegada del Cónsul de Cuba y de la Negra Tomasa, un personaje imprescindible en la fiesta y protagonizado por Víctor Díaz, conocido popularmente en la isla como Sosó. Cuando llega a la plaza es el comienzo oficial de la fiesta que dura hasta la tarde en los bares y restaurantes de la ciudad hasta que finaliza con el desfile y pasacalles que pondrán el punto y final con una verbena.
Carnaval de Almiruete (Guadalajara)
Las Botargas y las Mascaritas son los verdaderos protagonistas de los Carnavales de Almiruete (Guadalajara), ya que es una tradición que comenzó hace más de 1000 años. La celebración comienza con el toque del cuerno que da paso a los Botargas, personajes representados por los mozos del pueblo que llevan cubierta la cara con una careta figurativa hecha en madera, cuero o cartón. Además lucen un gorro en forma de mitra blanca con adornos policromos, camisa y calzón también blanco y con una faja negra atada a la espalda con cinco cencerros enganchados que hacen sonar en su camino en busca de las Mascaritas.
Estas, las mozas de Almiruete, también llevan la cara cubierta con un lienzo pintado y sobre la cabeza lucen un sombrero de campo, de amplio vuelo cubierto de tela blanca y adornado con flores. Además llevan un traje blanco, una falda de vuelo con un delantal con remates de puntillas del mismo color, y un amplio mantón de vivos colores por los hombros. Usan guantes, medias y zapatillas blancas. Las Mascaritas recogen el confeti que lanzan los asistentes mientras que los Botargas se encargan de la pelusa que arrojan a los asistentes como símbolo de fertilidad.
Carnaval de Lantz (Navarra)
La historia cuenta que Lantz es una localidad que servía como paso fronterizo entre Navarra y Francia. Uno de esos viajeros, que en los carnavales representa a Miel Otxin, se dedicó a robar a los vecinos del pueblo y ahora es el personaje central de una fiesta declarada Fiesta de Interés turístico de Navarra. El personaje principal del Carnaval de Lantz representa al bandido, capturado y ajusticiado mediante una figura de gran envergadura, de más de 3 metros de altura, con los brazos en cruz y con una estructura de madera rellena de hierba seca que alcanza unos 35 Kg de peso.
Los vecinos del pueblo representan la captura, el juicio y la muerte en la hoguera del malvado bandido Miel Otxin, en una gran parodia en la que no falta la música del chistu y el tamboril.Al personaje de Miel Otxin le acompañan otros como Ziripot, el vecino más fuerte, el caballo Zaldiko o los Txatxus, que vestidos con pieles de animales y armados con palos y escobas, gritan al público que disfruta de la tradición.
Santoña (Cantabria)
Conocido como el Carnaval del Norte, le da una vuelta de tuerca a la historia y en lugar de una sardina el que acaba quemado es un enorme besugo. El besugo es apresado por la mañana en el embarcadero del Pasaje. El espectáculo consta de tres actos: el Paseo del Reo, el Juicio y el Entierro. El momento cumbre de la fiesta es el Juicio en el Fondo del Mar, donde se juzga al besugo por el secuestro de una sirena. El juicio cuenta con diferentes especies de peces como testigos y con Neptuno como juez. El animal acaba siendo declarado inocente, pero al ser rechazado por su amada, muere y es incinerado en la bahía de Santoña.
El entierro del besugo está acompañado por vistosos desfiles y murgas y muchos comparsas disfrazados de peces. Aunque la historia es diferente y divertida pretende ser un mensaje para proteger el ecosistema marino. En 1985 fue declarada de interés turístico nacional. El tercer fin de semana, se celebra el Día del Trasmerano en el que los vecinos se visten de aldeanos y se montan unos carritos ambulantes –con cocinas móviles con planchas y fogones- para prepararse un aperitivo con las especialidades de la zona.
Águilas (Murcia)
El Carnaval de Águilas, con más de 200 años de historia, fue declarado en enero de 2015 Fiesta de Interés Turístico Internacional y comienza un jueves con la ‘suelta de la Mussona’, el personaje más representativo de estas fiestas. Se trata de una figura mitad humana mitad animal, que representa la dualidad entre el hombre civilizado y el lado salvaje que todo ser humano lleva en su interior y al que se le da rienda suelta en esta época del año previa a la cuaresma. La Mussona baja desde el Castillo de San Juan de las Águilas hasta la Plaza de España y durante el trayecto, el séquito que la acompaña (con vestimentas acordes con la Mussona y tocando caracolas) y la gente corean un cántico enfadarle (¡Mussona! ¡Mussona!).
La figura intenta asustar a los presentes y cuando llega a la Plaza de España las Mussonas de años anteriores, acompañadas de otros antiguos personajes del carnaval, realizan una invocación con la que quedan inauguradas las fiestas el Carnaval. Curiosamente, al día siguiente, se le da suelta a la Mussona Infantil y el carnaval cuenta también con el pregón, las Batalla entre Don Carnal y Doña Cuaresma en la noche del sábado y finaliza el sábado siguiente con la Quema de Don Carnal.
Pontevedra (Galicia)
Los carnavales pontevedreses arrancan el viernes anterior al inicio de la Cuaresma y tienen un protagonista por excelencia, el loro Rovachol. El animal era la mascota del farmacéutico de la ciudad, Perfecto Feijoo, y era un loro muy malhablado y grosero que murió durante los carnavales de 1913 y fue enterrado con grandes honores. Desde 1985 se recuperó esta figura y hoy la escenificación de su entierro, con todos los habitantes de Pontevedra vestidos de luto riguroso, es uno de los principales actos de las fiestas bajo el lema ¡Larga vida a Ravachol, representante de la sátira y el buen vivir de Pontevedra!
La llegada del Rey Urco, con su manada de perros, es una de las peculiaridades de los carnavales pontevedreses. Los desfiles y concursos de disfraces, las jornadas gastronómicas y concursos de filloas, la muestra de la parodia o el concurso de murgas se suceden hasta llegar al verdadero día grande de los carnavales, el Viernes de Carnaval, cuando los vecinos ‘despiden’ al loro Ravachol.
Tarazona de la mancha (Albacete)
Miguel de Cervantes en su libro ‘El ingenioso hidalgo D. Quijote de La Mancha’ hace referencia al Carnaval de Tarazona de la Mancha al hablar de «gente con disfraces» por estas tierras manchegas. Esta fiesta tiene el epicentro en la Plaza Mayor, donde se concentran las máscaras, las charangas y los personajes. El día más especial de los Carnavales es el de las mascarutas, cuyo disfraz consiste en una caja de cartón en la cabeza, y una tela o colcha tapando la cara.
Los personajes se dedican a dar la murga con un ‘mosquero’ (matamoscas hecho con un palo o caña y en uno de sus extremos lleva pegadas tiras de papel de colores) y junto con un frasco de plástico con agua y colonia, polvos de talco o cepillo de la ropa van diciendo a la gente que les mira: ¡Ay que tonto que eres, que no me conoces! Además está el tradicional entierro de la sardina, un desfile principal, el día del niño y el de la mujer carnavelera. También es protagonista la cuerva, la tradicional sangría del lugar.