El Festival de los Patios Cordobeses fue declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad en 2012, aunque se celebra desde hace más de un silgo.
TEXTO: JAVER VARELA
Mayo es el mes de las flores y el Patio es el centro de la vida cordobesa. La unión de ambas hace se hayan convertido en uno de sus principales atractivos turísticos de Córdoba, donde historia, luz, agua y vegetación dialogan en un ambiente único hasta convertirlos en un deleite para los sentidos. La climatología seca y calurosa de la ciudad andaluza ha hecho que primero los romanos y más tarde los musulmanes, adaptaran la tipología de las casas con el patio siempre como protagonista. Normalmente los patios contaban con una fuente en el centro e incluso algún pozo donde se recogían las lluvias, lo que hizo que los musulmanes readaptaron este esquema dando entrada a la vivienda desde la calle a través de un zaguán y colocando vegetación abundante para aumentar la sensación de frescor.
Desde 1921, los patios de Córdoba cobran un especial protagonismo con el Festival de los Patios Cordobeses, declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad en 2012. Se celebra durante el mes de mayo, donde los patios cordobeses se engalanan con flores y macetas que cuelgan de sus paredes, o se colocan sobre el pavimento empedrado. Además, para vestir más si cabe los patios, se ornamentan las estancias con muebles antiguos, enseres de cocina de hierro, fustes, capiteles u otros restos arqueológicos. Los patios se suelen adornar con claveles, gitanillas y geranios, aunque se han llegado a identificar más de un centenar y medio de especies flores diferentes. Paralelamente, se celebra un festival con numerosas actuaciones folclóricas donde se dan cita los mejores cantaores y bailaores de la tierra. Todo esto acompañado del vino Montilla-Moriles, fino de la tierra con tapas típicas.
El Palacio de Viana, con 12 patios
Córdoba ofrece una variedad de patios dependiendo de la arquitectura de la vivienda, por lo que es complicado establecer una tipología de patios. Por una parte están los monumentales y señoriales, que se encuentran en antiguos palacios de la aristocracia local, donde el más destacado es el Palacio de Viana con sus doce patios, o en edificios religiosos, como el Patio de los Naranjos, el de la sinagoga o el santuario de la Fuensanta. Luego se encuentran los conocidos como ‘patios de concurso’, que son todos aquellos que han participado en el certamen municipal desde su inicio en 1921 hasta la actualidad. Se distinguen a su vez dos clases que se corresponden con las modalidades del certamen: Patios de arquitectura antigua -construidos en la década de los sesenta y mantienen su estructura- y patios de arquitectura moderna o renovada, que pertenecen a una nueva vivienda edificada tras la demolición de una anterior o que han sufrido tal nivel de intervención que han perdido sus elementos más significativos.
Barrios regados de patios
Córdoba engalana todos sus barrios durante la primera quincena de mayo, pero el más característico es el del Alcázar Viejo, entre el Alcázar y la parroquia de San Basilio, aunque también destacan los del barrio de Santa Marina, alrededor de San Lorenzo y la Magdalena. En otras zonas de la ciudad, como en los alrededores de la Mezquita-Catedral y el barrio de la judería se encuentran ejemplos de gran belleza y espectacularidad.
Los patios se pueden del 2 al 14 de mayo, en horario de 11:00 hasta las 14:00 horas y desde las 18 hasta las 22:00 horas durante todos los días del Concurso. La visita es gratuita y no hay que pedir cita previa, pero al tratarse de casas particulares, suelen ser estancias pequeñas y de aforo reducido, por lo que debe ser rápida para permitir el paso al resto de visitantes. Los 45 recintos en las modalidades de Arquitectura Moderna y antigua y un máximo de diez en la modalidad de patios singulares se distribuyen en varias rutas para facilitar su visita.
Primer y último patio ganador
El primer concurso se celebró en 1921 y se fijaron tres premios de 100, 75 y 50 pesetas, repartidos entre los tres únicos patios que se inscribieron en esta edición. El ganador fue Francisco Velasco, en la calle Empedrada, 8, en el barrio de Santa Marina. El pasado año, contó con ocho premios en la categoría de Arquitectura Antigua y otros ocho en Arquitectura Moderna: de 3.000 euros (primero), 2.500 (segundo), 2.000 (tercero), 1.500 (cuarto, quinto y sexto) y 1.000 euros (séptimo y octavo). El ganador de ‘Arquitectura Antigua’ fue el patio de Tinte, 9, mientras que el ‘Arquitectura Moderna’ fue el situado en Pastora, 2.
El primer concurso, que apenas tuvo 3 participantes, hizo que el Ayuntamiento de Córdoba no volviera a celebrar hasta 1933, aunque el estallido de la Guerra Civil hizo que se suspendiera hasta 1944. Ya en el siglo XXI se ha celebrado veinte concursos de forma ininterrumpida, a excepción del año 2020, en el que la situación sanitaria provocada por el coronavirus obligó a la suspensión en el mes de mayo. Eso sí, se celebró la apertura de los patios en el mes de octubre aunque sin concurso.
El Concurso Municipal de Patios de Córdoba de este año incluirá dos nuevas categorías. Aunque en 2022 se premió a la modalidad de Patios Singulares, desde esta edición gozarán de las mismas cuantías y premios que los de las categorías de Arquitectura Antigua y Arquitectura Moderna. La otra novedad es un premio de 800 euros para el que el jurado considere ‘El Mejor Patio Joven’, al que optarán los recintos presentados al concurso por personas menores de 35 años.