El piloto español lucha por conquistar el Mundial de Superbikes, pero deja claro que le gustaría «tener una oportunidad en un equipo top de fábrica en MotoGP para intentar demostrar lo que puedo hacer».
TEXTO: JAVIER VARELA
Álvaro Bautista es motor en estado puro. El piloto de Talavera de la Reina llegó de novato a al Mundial de Superbikes desde MotoGP y entró por todo lo alto, arrasando en las tres primeras carreras: «No me lo imaginaba, pero es verdad que vine con expectativas altas, porque venía con Ducati. Sabía que por material técnico íbamos a poder luchar por buenos resultados, pero tan buenos como los que hemos hecho no me lo esperaba ni yo», confiesa a Autoclub RACE.
Más allá de resultados y de luchar por el Mundial con toda una institución en la categoría como Jonathan Rea, para Bautista la llegada a las Superbikes ha sido como una bocanada de aire fresco: «Cuando estás metido en MotoGP parece que no hay otra cosa, y aquí he descubierto un campeonato muy distinto y donde el amor por la moto es más grande».
Bautista, extrovertido y de los que nunca pierde la sonrisa, tiene claro que «amigos, amigos no creo que tenga amigos de toda la vida en el paddock» y lamenta que en los últimos años las relaciones entre los pilotos hayan vivido momentos de mucha tensión y enfrentamiento. «El tema mediático ha influido mucho en MotoGP. Desde los medios se ha metido mucha caña poniendo a un piloto en contra de otro -sin quererlo-, así como las redes sociales, que no ha beneficiado a la relación entre los pilotos».
La pasión por las motos le viene desde muy pequeño.
Si, prácticamente desde que nací porque a mi padre siempre le han gustado las motos y ha montado en moto toda la vida. Aunque nunca compitió ha sido un apasionado y un amante de las motos y desde muy pequeño me enseñó a montar. No tenía cuatro años cuando aprendí con una Cota 25 que no era mía. Sí recuerdo con cariño mi primera moto, que me la hizo mi padre con unos amigos… Me hico el chasis, un motor de 50cc automático, plásticos, fibra de vidrio… Me la fabricó entera.
¿Y qué consejo le dieron de pequeño que siempre recuerda?
Que disfrutara con la moto porque es un hobby y hay que disfrutar siempre. Nunca me dijeron nada de ganar, ni de conseguir cosas. ‘Disfruta y monta en la moto si es lo que te gusta’, me dijo. Otra cosa es mi madre, que era más de decirme que tuviera cuidado, que no me hiciera daño… pero mi padre siempre me decía que me divirtiera.
¿Sigue habiendo algo de aquel niño en el piloto que vemos en el Mundial de Superbikes?
La pasión por la moto, la llama que me enciende cada vez que me monto en la moto, lo que disfruto… Siempre he tenido mucha pasión por la moto.
«En Moto GP hay más diferencia entre las motos, pero en Superbikes hay más desigualdad con el piloto»
Usted ha demostrado que la vida no se acaba en MotoGP.
No te creas que no lo sabía yo antes. Cuando estás metido en MotoGP parece que no hay otra cosa, pero cuando ves lo que hay fuera descubres que no se acaba allí. Tuve la suerte de quedarme el año pasado sin sitio en MotoGP y gracias a eso he descubierto las Superbikes, un campeonato muy distinto a MotoGP y donde el amor por la moto es más grande que en MotoGP.
Por lo que cuenta es muy diferente…
Es diferente porque hay más pasión. La gente que está aquí y los que vienen a ver las carreras de Superbikes es porque realmente les gustan las motos. En MotoGP hay más glamour, más postureo… Aquí se ve más amor. Es más familiar el paddock, menos competitividad fuera del circuito. Hay más amistad, todo es más relajado, más familia, más auténtico.
Y a la hora de conducir la moto, ¿en qué se diferencia?
Las Superbikes son unas motos preparadas para correr pero derivadas de las motos de calle. Son más inestables, se mueven más y están preparadas para todo tipo de condiciones y no le puedes exigir lo mismo que a una que está fabricada para las careras y los circuitos y la competición y que sería imposible usarla en la calle. Pero más allá de todo esto, al final es una moto y hay que acelerar, frenar, hacer las curvas y dentro de las posibilidades que te deja intentar hacerlo lo más rápido posible.
Parece que la importancia del piloto es mayor.
En las dos categorías es importante el piloto y por suerte es más importante que otras competiciones del motor como la Fórmula Uno. Las manos del piloto se notan mucho. En Moto GP hay más diferencia entre las motos, pero en Superbikes hay más desigualdad con el piloto.
La vida de los pilotos va cada vez más rápido. ¿Cómo se gestiona esa sensación de vértigo?
Con 25 años pareces viejo. Hace poco en MotoGP en la primera línea el más mayor tenía 25 años y con esa edad empecé yo en la categoría reina. Creo que se va demasiado rápido porque un chaval con 18 años cuando llega a MotoGP se quema muy rápido. Tengo la sensación de que los pilotos no disfrutan el camino y quieren pasar rápido a la categoría reina y primero deben pasar por Moto3 e intentar ganarlo, por Moto2 e intentar ganarlo… Ahora hay muchos pilotos que hacen un buen año en Moto2 y se pasan a MotoGP. No terminan de disfrutar y tantos años en la misma categoría al final te quemas. De aquí al futuro veremos a pilotos con 30 años que se retiren porque están llegando pilotos de 18 años y parece que con 30 eres viejo. Se está exagerando la rapidez con la que se llega a MotoGP.
«Con 25 años pareces viejo y con esa edad empecé yo en la categoría reina. Creo que se va demasiado rápido porque un chaval con 18 años cuando llega a MotoGP se quema muy rápido»
De lo que no hay duda es que usted llegó con fuerza a las Superbikes. Menudo arranque.
No me lo imaginaba, pero es verdad que vine con expectativas altas, porque venía con Ducati. Sabía que por material técnico íbamos a poder luchar por buenos resultados, pero tan buenos como los que hemos hecho no me lo esperaba ni yo. Por suerte me he encontrado bien con la moto, con el equipo y estamos llevando buena racha este año.
Es de los que echa la vista atrás y piensa que podría tener algún título más de no ser por la mala suerte…
Tampoco puedes estar pensando en el pasado. Siempre miro al frente y si no he sido más veces campeón han sido por circunstancias y no puedes arrepentirte de nada. Que a lo mejor en 250cc hubiera podido conseguir un título… pues seguro, pero estoy contento con todo lo hecho en el pasado.
¿Es fácil hacer amigos en el paddock? Todos quieren ser campeones y sólo uno puede conseguirlo…
Amigos, amigos… no creo que tenga amigos de toda la vida en el paddock. Tengo buena amistad con todos pero amigos es complicado. Estás compitiendo contra ellos y hay buena relación, pero en estos últimos años en MotoGP ha influido mucho el tema mediático. Desde los medios se ha metido mucha caña poniendo a un piloto en contra de otro -sin quererlo-, así como las redes sociales, que no han beneficiado a la relación entre los pilotos
Lo que no cambia es que siempre va con el 19 en su carenado. ¿Por qué ese número?
El 19 fue con el que empecé en 20013 en el Mundial de 125cc, aunque a mí me hubiera gustado hacerlo con el 27, que era el número con el que siempre competí desde las minimotos. Pero cuando llegué al Mundial el 27 lo llevaba otro piloto que no sé si te suena el nombre… Casey Stoner. Me dieron a elegir otro número y el 19 lo han llevado pilotos importantes como John Kocinski, Wayne Gardner, Freddie Spencer e incluso Mick Doohan creo que lo llevó alguna vez… y pensé que si a ellos les había dado suerte por qué no a mí. Y empecé a utilizarlo y hasta ahora.
Álvaro Bautista no se sube a la moto sin…
Sin mi casco…No soy nada supersticioso y no tengo manías. No puedes depender de cosas externas. Intento ser lo menos supersticioso posible para no estar condicionado cada vez que me subo a la moto.
Tiene en su palmarés un título Mundial de 125 cc y muchas victorias. ¿Qué le queda por conseguir en las motos?
Me gustaría tener una oportunidad en un equipo top de fábrica en MotoGP para intentar demostrar lo que puedo hacer. Ahora mismo estoy en un equipo oficial en Superbikes y estamos demostrando que somos capaces de estar ahí. Y creo que en MotoGP también podríamos estar ahí. De hecho el año pasado en MotoGP, cuando tuve la oportunidad de correr en sustitución de Jorge Lorenzo, fue solo un fin de semana pero estuve luchando por el podio. Haciendo una temporada completa, entendiendo la moto, trabajando con ella podría hacer buenos resultados, pero…
Entre competiciones, concentraciones y eventos, ¿le quedan muchos días libres?
Algo de tiempo saco. No mucho porque luego no te puedes descuidar la parte de entrenamiento físico. Al final disfruto viajando, en las carreras, entrenando… Disfruto con lo que me gusta y aunque pueda parecer extraño me gusta mucho el relax y la tranquilidad con mis amigos y mi familia. Me gusta ir al cine, cocinar, ver al Atlético, aunque cuando nos da alegrías… (risas).
«Como conductor soy precavido y seguro en el coche. Me gusta adelantarme a todo lo que pueda suceder»
Sabemos cómo es como piloto de motos, pero, ¿cómo se califica como conductor?
Precavido y seguro en el coche. Me gusta adelantarme a todo lo que pueda suceder. En una rotonda estoy muy atento y siempre intento prever lo que piensa el otro conductor. Me gusta anticiparme y estar atento. Nunca me relajo al volante y me gustar estar pendiente de todos los detalles. Quizá por ser piloto me tiene siempre alerta cuando me subo a un coche o a una moto.
Espero que se sacara el carnet a la primera…
Sí claro. El de coche y el de moto.
Y su primer coche, ¿lo recuerda?
Un Ford Focus en el 2003. No lo tengo porque lo vendí, pero siempre le tuve cariño. Era de segunda mano. Ahora tengo un Audi, que como es propietario de Ducati, a los pilotos oficiales nos dejan un coche. Un RS6. No se parece en nada al Focus del 2003… ni en el color.
Con tantos viajes por el mundo, seguro que sabe en qué país se conduce peor.
En China es un caos. Toda la zona asiática como la India o Tailandia es terrible. Pero el mayor caos en China. No he conducido allí, pero iba en el coche agarrado a todos los sitios. No he estado más tenso en mi vida y lo pasas peor en una calle de Pekín que en un circuito, más que nada porque en el circuito tengo yo el control.