Pequeños cambios aerodinámicos, menos peso y un nuevo sistema de clasificación, principales alicientes de una temporada que ha vuelto a colocar a Fernando Alonso y su monoplaza en boca de todos.
TEXTO: IBAN GARBAYO
Ver para creer. El ‘Gran Circo’ de la Fórmula 1 está de vuelta. Y de qué manera. ¿Es posible reducir una ventaja de dos segundos respecto a los mejores monoplazas? Hasta ahora parecía imposible. Más aún en un deporte tan complejo y técnico como este. Sin embargo, los milagros parece que existen y Aston Martin y Fernando Alonso pueden dar buena fe de ello.
Un año más, la FIA (Federación Internacional del Automóvil) volvió a introducir varios cambios con el objetivo de igualar la competición y buscar un mayor atractivo para el espectador. Todo ello dentro de la temporada más grande de la historia, porque si bien se canceló el Gran Premio de China, tendrá un récord de 23 carreras.
Tras un primer año con el nuevo reglamento y los monoplazas surgidos del mismo, todo el mundo daba por hecho que dos serían las principales escuderías que pelearían por destronar a los dominadores de 2022: Ferrari y Mercedes. Sin embargo, nadie contaba con un ‘invitado’ tan inesperado: Aston Martin. Pese a todo, las dos primeras carreras han puesto en evidencia que Red Bull todavía ‘juega’ en otra liga.
Una de las claves del éxito de la escudería británica se llama Dan Fallows, el que hasta ahora era el jefe de aerodinámica de la escudería de Milton Keynes. Aston Martin logró -gracias a una gran cifra de dinero-, fichar a la mano derecha del genio aerodinámico Adrian Newey. Una incorporación que les ha permitido dar un giro de ciento ochenta grados al concepto del coche y convertirse en una especie de híbrido entre Red Bull y Mercedes. Un monoplaza de los más bajos de la parrilla, que tiene el mejor paso por curva y que además cuenta con la potencia y la fiabilidad del motor Mercedes.
Un cóctel al que se suma la experiencia de Fernando Alonso para convertir a la escudería del magnate Lawrence Stroll en los grandes agitadores del inicio de temporada. Si bien el Mundial aún parece lejos por la superioridad de los Red Bull, no es menos cierto que Aston Martin todavía tiene bajo la manga muchas novedades que probar -tiene más horas de túnel de viento que todos sus competidores- y varias evoluciones ya anunciadas que poner encima de la pista.
El principal cambio técnico respecto a la temporada anterior está en la aerodinámica. Se presentan cuatro grandes cambios, entre los que destaca el aumento en la altura de piso como la garganta del difusor, cuyo borde es más rígido, además de incluir un sensor para medir el marsopeo, más conocido como ‘porpoising’, que tantos quebraderos de cabeza dio la temporada pasada. Hay que recordar que con los nuevos coches el efecto suelo se perdió bruscamente como consecuencia de pequeñas vibraciones, dando lugar a un efecto que provocaba que la parte trasera se elevará, bajando la delantera, y generando ese particular efecto rebote.
Más carreras al ‘sprint’
Durante la temporada 2023, las conocidas como carreras al ‘sprint’ pasarán a ser el doble: de tres a seis, con Azerbaiyán, Austria, Bélgica, Catar, Austin y Sao Paulo como protagonistas de la carrera de los 100 kilómetros. Además, este año se pondrá a prueba un nuevo formato de clasificación en dos Grandes Premios aún por determinar. En concreto, los pilotos estarán obligados a montar el compuesto más duro en la Q1, el medio en la Q2 y el blando en la Q3. Es decir, no podrán elegir qué tipo de neumático utilizar, sino que éste será impuesto obligatoriamente. En caso de resultar satisfactorio, dicho cambio se convertirá en permanente en 2024.
¿Dónde surgió el nombre del ‘Gran Circo?
A principios de los años 50 comenzó a utilizarse la expresión del ‘Gran Circo’ para hacer referencia a las carreras de Fórmula 1. Sin embargo, hay que retroceder a 1894 para encontrar su origen. Ese año comenzaron las primeras carreras en Francia. Con la creación de la Association Internationale des Automobile Clubs Reconnus (AIACR) en 1904 se dieron los primeros pasos para crear una competición oficial, con su calendario y sus circuitos. Sin embargo no fue hasta 1934 cuando se estableció una conexión como Gran Premio y unas normas comunes para todos los monoplazas y pilotos participantes conocidas como Fórmula. En 1947, tras años sin competición oficial por los distintos conflictos militares en el mundo surge la conocida en la actualidad como FIA (Federación Internacional del Automóvil). El nombre de ‘Gran Circo’ surgió a partir de entonces como consecuencia del desplazamiento masivo de pilotos, material, caravanas con familias…, para poder acudir a los grandes premios. En un contexto mucho más primitivo, ese desplazamiento masivo guardaba muchas semejanzas con el espectáculo artístico, por lo que se le ‘bautizó’ con ese nombre. Además, otros de los motivos por los que se asocia este ‘show’ a la F1 es la similitud a las antiguas carreras de cuadrigas en la época del Imperio Romano. El Circo Romano o ‘Gran Circo’ (Circus maximum en latín) guardaba muchas similitudes con los actuales Grandes Premios como son los circuitos, sus gradas y palcos, junto con los carros propulsados por caballos.