Pese a que la revolución tenía que haberse dado el año pasado, la covid-19 provocó que el cambio de reglamento se retrasara hasta la temporada siguiente. Presentamos el nuevo reglamento técnico tras la revolución de cara a 2022
TEXTO: IBAN GARBAYO
Bienvenidos los cambios. Desde hace años se viene buscando reducir las grandes diferencias existentes en la Fórmula 1. Red Bull en primer lugar y, posteriormente, Mercedes, vienen monopolizando año tras año el campeonato del ‘gran circo’. Con la intención de reducir las diferencias, en 2022 se realizará el mayor cambio en el reglamento técnico de su historia reciente. A mayor rivalidad, mayores audiencias y como consecuencia, más emoción. Pese a que la revolución tenía que haberse dado el año pasado, la covid-19 provocó que el cambio de reglamento se retrasara hasta la temporada siguiente. De la mano de Liberty Media -promotor de la F1- se han rediseñado por completo los monoplazas, que lucirán un aspecto mucho más futurista.
La F1 lleva trabajando en este prototipo desde 2017, más tiempo que en ningún otro modelo anterior, y ha realizado más de 7.500 simulaciones por ordenador que le han permitido acumular medio petabyte de datos, el equivalente a diez millones de armarios archivadores llenos de documentos. Los ‘nuevos dueños’ del ‘gran circo’ buscan recuperar el espectáculo y la emoción sobre el asfalto que tanto se ha echado de menos las últimas campañas. La competición actual se ha convertido en un duelo entre las mismas dos escuderías (Red Bull y Mercedes), donde los adelantamientos brillan por su ausencia y las carreras se han convertido en un duelo a cuatro competición tras competición. Ni las paradas de boxes, ni la tan ansiada lluvia muchas veces logran acabar con esta monotonía. Los nuevos promotores, que llegaron al poder en 2017 tras desbancar a Bernie Ecclestone, han preparado una verdadera revolución para solucionarlo.
Los actuales monoplazas, cuando son perseguidos por otro, generan unas turbulencias que pueden llegar a provocar pérdidas de hasta el 50% de carga aerodinámica sobre el coche que está intentando adelantar. De esa forma, muchas veces el adelantamiento no se produce o el piloto se ve obligado a levantar el pie para no castigar en exceso sus neumáticos. Gracias a los nuevos cambios que se implantarán, basados en el denominado ‘efecto suelo’, con estructuras más simples y un largo difusor bajo los pontones, se reducirán esas turbulencias al 10%, permitiendo una mayor lucha rueda con rueda. Es preciso recordar que el DRS -el sistema que permite al alerón trasero ser móvil y lograr mayor velocidad punta- se mantendrá con el nuevo reglamento.
Más allá del difusor, se han rediseñado todas las partes del monoplaza. Empezando por el alerón delantero, que se ha simplificado hasta el punto de recordar al que se utiliza en la competición de la Indycar. El morro queda unido directamente al alerón, como se hacía en el pasado y, en la parte posterior del monoplaza, el alerón trasero también ha sido rediseñado y simplificado, con el objetivo de generar menos vórtices y las ya mencionadas turbulencias que generan sobre el coche de detrás. Adiós a los ‘bargeboards’ laterales y deflectores, y las ruedas pasarán a ser de 18 pulgadas, siendo semicubiertas en la parte delantera. Las suspensiones son simplificadas y los sistemas hidráulicos se prohíben. Por su parte, el famoso ‘Halo’ -implantado en 2018- se mantendrá como no podía ser de otra forma tras quedar más que patente su efectividad.
Mayor peso
Continuando con la seguridad, se introduce un chasis con mayor resistencia al impacto lateral, un reposacabezas mejorado y sistemas de retención optimizados tanto para evitar que, en caso de siniestro, salgan despedidas las ruedas, ahora más pesadas, como otros componentes de los coches. Por último, en cuanto a su peso, los monoplazas rondarán los 790 Kg, es decir, 38 Kg más que los actuales, ya que con los neumáticos más grandes y los elementos de seguridad mencionados anteriormente, no ha quedado otra opción. Pese a que en un principio se especulaba que no pasarían de los 775 Kg, se han tenido que aumentar en quince kilos para garantizar una completa seguridad en la zona del chasis.
Todos estos cambios se antojan como un hándicap a favor de algunos pilotos como Fernando Alonso (Renault) o Carlos Sainz (Ferrari), que ven en el cambio una posibilidad real de derrocar a Mercedes y Red Bull de la cabeza de la competición. El nuevo límite de gasto -que rondará los 175 millones- para todos los equipos generará más igualdad. Exclusivamente podrá ser sobrepasado para afrontar el salario de los pilotos y equipo. La ‘nueva’ Fórmula 1 está ya a la vuelta de la esquina y se presenta como la oportunidad perfecta de recuperar la pasión por este deporte entre los aficionados. Habrá más igualdad, sin un coche que lo monopolice todo, donde primará la habilidad técnica del piloto antes que su marca de coche.