Los Juegos Olímpcios se han retrasado al veranos de 2021, pero el verano llegar cargado de deporte, ya que las principales competiciones han fijado su hoja de ruta para tratar de salvar 2020 y minimizar pérdidas millonarias.
TEXTO: IBAN GARBAYO
La pandemia de la Covid-19 cambió nuestras vidas por completo. El mundo se paró y como consecuencia el deporte también lo hizo. Nada volverá a ser igual. Sin embargo, con la vuelta progresiva de las competiciones deportivas han comenzando a recuperarse ciertas sensaciones que parecían ya olvidadas. O por lo menos, han permitido a mucha gente olvidarse durante unos minutos de todo el sufrimiento vivido los últimos meses. Uno de los mayores problemas que se han encontrado ha sido el calendario. El aplazamiento de la Eurocopa y los Juegos Olímpicos de Tokio permitirá que las competiciones domésticas de fútbol puedan terminar sus campeonatos en los meses de junio y julio.
La desescalada deportiva en la élite, al igual que la social, se está realizando por fases y con decisiones muy meditadas. El fútbol fue el encargado de abrir fuego. La Bundesliga alemana marcó el ritmo al resto de competiciones de las grandes ligas de Europa. A excepción de la Ligue-1 francesa, que decidió cancelarla. Eso sí, todo a puerta cerrada. La Seria A italiana se dilatará hasta el 2 de agosto, una semana antes del arranque de la Champions League y la Europa League. La UEFA Champions League 2019-2020 ha estado parada desde el miércoles 11 de marzo, cuando todavía faltaban por disputarse los partidos de vuelta de algunas eliminatorias de octavos de final. Los cuartos de final, las semifinales y la final se jugarán en un torneo de eliminatorias directas en Lisboa, Portugal, en el mes de agosto. Todas estas eliminatorias se jugarán a partido único y se disputarán entre el Estádio do Sport Lisboa del Benfica (que albergará la final) y el Estadio José Alvalade del Sporting CP. Está pendiente la decisión sobre si los partidos restantes de vuelta de los octavos de final tendrán lugar en el estadio del equipo local o en Portugal. Sin embargo, ¿qué pasa con el resto de deportes?
El tema de la movilidad entre países se ha convertido en uno de los mayores quebraderos de cabeza a la hora de organizarlo todo. En el baloncesto, la Euroliga masculina y femenina anunciaron la cancelación definitiva de la temporada y la Basketball Champions League (BCL) de la Fiba se disputará a finales de septiembre en formato de final a ocho. Más complicado es el caso de la NBA, que reanudará su campeonato el próximo 30 de julio y finalizará el 13 de octubre si la crisis sanitaria lo permite. Lo curioso es que el campeonato se celebrará en una sede única muy particular: en la ‘burbuja’ de Walt Disney World Resorts, de Orlando (Florida). En balonmano, la EHF Champions League tendrá una ‘Final four’ el 28 y 29 de diciembre, que se disputará con la temporada 2020-2021 en curso.
Moto GP y Fórmula 1
Los que sí competirán cada fin de semana por arrastrar aficionados a la pantalla serán MotoGP y Fórmula 1, con un calendario comprimido y carreras casi cada fin de semana. El Mundial de automovilismo dará el pistoletazo de salida el próximo 3 de julio con el GP de Austria. De momento se han confirmado solo las ocho primeras carreras, todas ellas en el marco de una gira europea emplazada entre julio y el inicio de septiembre. En ella se incluirá el Gran Premio de España en Montmeló del 14 al 16 de agosto.
Por su parte, el de Motociclismo arrancará motores el día 17 de ese mismo mes con el GP de Jerez. Al igual que la F1, en MotoGP se han centrado en primer lugar en Europa. Habrá trece fechas en el Viejo Continente, con más de la mitad en territorio español (siete carreras). Habrá cinco dobletes en un mismo circuito.
Por el momento, ambas competiciones comenzarán su andadura exclusivamente en Europa, donde la crisis sanitaria se encuentra más controlada. Precisamente, este es principal escollo que se han encontrado en tenis ATP y WTA; y en golf, PGA Tour y European Tour. Dado que los torneos no dependen directamente de la organización, como sucede con las carreras de F1 y MotoGP, no sólo ha resultado especialmente complejo cuadrar fechas, sino que además ha desatado numerosas tensiones dentro de la organización.
La competición de tenis se reanudará con la celebración del ATP 500 de Washington el 14 de agosto, después de que la USTA (Federación de Tenis de los Estados Unidos) confirmara la celebración del US Open entre el 31 de agosto y el 13 de septiembre. La cita ha generado polémica los últimos días por las restricciones y fuertes medidas de seguridad para evitar contagios por coronavirus que se impondrán en Nueva York, ante las que algunos jugadores han mostrado su rechazo hasta el punto de asegurar que no acudirán al encuentro. Por su parte, el campeonato femenino lo hará con la disputa del Palermo Ladies Open el 3 de agosto. Roland Garros retrasará una semana su inicio (27 de septiembre) para dejar espacio al Madrid Open, que se celebrará a partir del 13 de septiembre, y al Masters de Roma, que empezará el día 20.
Por otro lado, el golf profesional volvió a la ‘nueva normalidad’ el pasado 11 de junio con la disputa del torneo Charles Schwab Challenge en el Colonial Club de Forth Worth (Texas, EE UU). Pese a ello, torneos del calibre del British Open han sido cancelados. Está por ver qué sucederá con el Masters de Augusta (apunta a noviembre), el PGA Championship o la Ryder Cup, entre otros.
¿Y el ciclismo?
Si hay un deporte que ha tenido que comprimir de manera notable su calendario ha sido el ciclismo. El World Tour, la máxima categoría de ciclismo, tiene en su programa la realización de 23 carreras en el lapso de 101 días, durante los cuales unas pruebas se pisan con otras, lo que impide no solo que los mejores ciclistas disputen todas las competencias, sino que tampoco el público podrá disfrutar al completo de las tres grandes pruebas del año. Respecto al plato fuerte, el Tour de Francia arrancará el 29 de agosto; el Giro de Italia coincidirá con La Vuelta a España, ya que la ronda italiana arrancará el 3 de octubre y finalizará con sus 21 etapas iniciales el 25 de octubre. La Vuelta -recortada a 18 etapas- arrancará el 20 de octubre y finalizará el 8 de noviembre. Lo que queda claro es que el verano será movido y que presumiblemente -en función del avance de la pandemia- muchas de las pruebas muevan sus fechas para adaptarse a cualquier cambio.