El ‘Fine pastrami’ de Jordi Gabaldà, del restaurante L’Immoral Sandwich Club es un ‘sencillo’ bocadillo que con nombre neoyorquino, que tiene el honor de ser el mejor de España.
TEXTO: JAVIER VARELA
¿Quién dijo que no hay que tener arte para hacer un buen bocadillo? Al mejor de España no le falta detalle. Lleva ventresca de atún rojo ahumado, mostaza artesanal, champiñón portobello, calabacín, col china, espárrago blanco, mantequilla ahumada de Rooftop Smokehouse (unos expertos en la elaboración de ahumados), salsa teriyaki y cheddar emmental envuelto en una hogaza de cerveza. Así es el ‘Fine Pastrami’, un ‘sencillo’ bocadillo que con nombre neoyorquino, tiene el honor de ser el mejor bocadillo de España, como se decidió en el VIII concurso del Mejor Bocadillo de Autor celebrado en Madrid Fusión.
Su autor, Jordi Gabaldà, es un joven cocinero catalán al que le gusta “hacer disfrutar de los bocadillos” y que lleva “siete años” dispuesto a reivindicarlos como parte de la alta cocina e inmerso “en la cultura del sándwich y de la reinvención de los bocatas”. De esa investigación y reinvención surgió el ‘Fine Pastrami’, una interpretación de un bocadillo clásico “pero con ventresca de atún” que se puede disfrutar en L’Immoral Sandwich Club, un local de Sabadell en el que es difícil salir sin haber disfrutado de un bocado de calidad y a buen precio. «Hacemos cocina de calle a precios asequibles y, sobre todo, bocadillos jugosos y de calidad con materia prima excelente», reconoce Jordi a Autoclub RACE con orgullo.
“La clave para hacer un buen bocadillo es tanto la honestidad con la que está hecho como la materia prima de excelente calidad”, añade Jordi que desvela que aunque no lo parezca viendo los ingredientes, se trata de un bocadillo “de construcción fácil y que no pisa un elemento a otro”. Aunque el bocadillo se tarda “cuatro minutos en montarlo”, la elaboración lleva su tiempo. “El ahumado del atún lo tenemos durante seis horas y la mostaza tarda un mes y medio, porque es una fermentación natural”, desvela para poner en valor su bocadillo.
Sólo cuesta 10 euros
Y si los ingredientes son de máxima calidad y su sabor sorprende, sui precio mucho más: “Sólo cuesta 10 euros porque creemos que los bocadillos deben tener un precio acorde a lo que se espera de ellos, pero sin renunciar a la calidad de los ingredientes”, reivindica Jordi para el que el premio supone “una recompensa bonita después de este año que hemos pasado” por la pandemia “ y por todo el trabajao que hemos llevado en la investigación y la reinvención del bocadillo”, añade.
En las anteriores ediciones del concurso del Mejor Bocadillo de Autor, los ganadores fueron el ‘jambocata’ de Rubén Uruñela (Restaurante La Jamada de Arrabal, Burgos), el ‘milhojas de pastrami ahumado con sarmiento’, de Francisco Díaz Castro (Restaurante Cocinas del Mundo Inedit, Barcelona) o el ‘bocadillo de sardinas’, de Carlos Peguero (cadena Lizarrán).