La moda de estos vehículos vintage ha recuperado la venta ambulante por las calles y ha devuelto a la vida a modelos clásicos que estabn olvidados.
Texto: JAVIER VARELA
Están de moda, se ven por cualquier ciudad o pueblo de España, son atractivas y además sirven comida de calidad. Hablamos de las ‘food trucks’ o vehículos acondicionados para actuar como restaurantes rodantes. Han existido toda la vida, pero otras tradiciones o modas americanas han llegado a España para quedarse. “Siempre digo que las modas son modas porque nosotros las hacemos que lo sean. Si está tan de moda es porque a la gente le gusta y lo apoya”, señala Carlos Maldonado, ganador de Máster Chef 3 y propietario de Cocina Gamberra, una ‘food truck’ que recorre toda España. “A todo el mundo le gusta comer rico”, da igual que sea en un restaurante que en una furgoneta, señala.
Como hiciera Carlos, son muchos los cocineros que se lanzan a esta moda de los ‘food trucks’ que ya ha triunfado en otros países y que cada vez está más presente en España gracias a asociaciones de empresarios, cocineros conocidos, emprendedores y los ‘gastro-festivales’, piezas clave en el crecimiento de este fenómeno. “Es una idea innovadora, que permite dar de comer bien a la gente”, señala Carlos, que sabe lo que es la venta ambulante desde muy pequeño junto a su padre. “Una ‘food truck’ representa la calle, que es a lo que me he dedicado toda mi vida. Me considero cocinero de restaurante, pero una ‘food truck’ representa mis raíces y nunca hay que olvidar de dónde viene uno”. Eso sí, avisa que “aunque puedes ganarte la vida, es una vida de nómada y pasas muy poco tiempo en casa”.
De Máster Chef a una ‘food truck’
Porque si algo ofrece una ‘food truck’ es ese espíritu de libertad. “Una ‘food truck’ ofrece movilidad máxima y si los clientes no pueden ir a tu restaurante por la distancia, tú vas a ellos”, añade Carlos. Pero la regulación de este tipo de actividades en España está en manos de los ayuntamientos, por lo que en la actualidad suele ir de la mano de actividades de feria y a desarrollarse en fiestas y en suelo y eventos privados, porque al margen de churrerías y de puestos de castañas, la venta de comida no elaborada en la vía pública está prohibida, una situación que entiende el dueño de Cocina Gamberra: “No es tan fácil como parece. Si queremos hacer cosas divertidas, debemos tener una cocina central para poder preelaborar todos los platos”.
Aunque sobre gustos no hay nada escrito, los vehículos vintage son los que más sorprenden al público y los más demandados para convertirlos en ‘food truck’. “El vehículo estrella es la Citroën HY”, un modelo del que entre 1947 y 1981 se produjeron más de 400.000 vehículos y que es el ideal “porque es muy bajito en altura con respecto al suelo, la caja es espaciosa y alta y la imagen es ideal para hacer un negocio llamativo”, señala Alberto Albero, responsable de la empresa Mundo Tracción, que se encarga de restaurar todo tipo de vehículos. “Además de la Citroën HY, hay que destacar la Renault Estafette, que son los dos modelos que más vendemos. En tres años se han vendido casi cien vehículos de este tipo”, añade. Una de las razones del éxito es que “a la gente le gusta ver estos ‘aparatejos’ antiguos aparcados en su ciudad”, señala Carlos Maldonado, que presume de que su ‘food truck’ es “negra con una calavera blanca y muy gamberra. Es un reflejo de nuestro estilo de vida porque somos tres chavales jóvenes con ganas de juerga y de trabajar recorriendo España”.
Desde 24.000 euros
Pero habilitar un vehículo antiguo hasta convertirlo en lo que conocemos ahora como ‘food truck’ no es barato. “Los precios de venta varían según el equipamiento interior y si adaptamos maquinaria estándar o si hacemos esta maquinaria a medida, porque el trabajo a mano en inox es caro”, apunta Alberto Albero. “El precio de una Renault Estafette completa, equipada y documentada ronda los 24.000 euros de media. Y una Citroën HY no cuesta menos de 30.000 euros porque es un vehículo más exclusivo y con más horas de trabajo en carrocería”. También es posible alquilar el vehículo para montar el negocio, pero ahí las opciones son mucho más amplias. “La compra siempre será más rentable, porque no suelen bajar de precio y, si el negocio sale mal, siempre se puede recuperar casi toda la inversión hecha”, señala el responsable de Mundo Tracción. El proceso de restauración de los vehículos comienza con la compra del modelo antiguo en el estado en el que esté. A partir de ahí empieza una labor casi de artesanos porque “hacemos todo el proceso, incluso refabricación de carrocerías, mecánica y el interior”, desvela Alberto Albero.
Pero si importante es el vehículo en el que vender y cocinar, también lo es la comida. “Como en cualquier restaurante, la materia prima y el amor con el que se hace es primordial”, señala Carlos Maldonado. “Nosotros somos muy inquietos y vamos cambiando los platos cada mes para no dejar de sorprender”. Y es que en la ‘food truck’ de Cocina Gamberra puedes degustar un bao de carrillera con salsa teriyaki, un bao de rabo de toro con salsa de anguilas y pimientas, un hot dog gamberro o un brioche con ciervo, rulo de cabra y salsa de tomate y fresas con frutos del bosque. “Todo riquísimo”, dice Carlos. “Y con un toque gamberro, claro”, puntualiza. Una carta que se podría disfrutar en cualquier restaurante de renombre.
Laufer, campeón de España
La moda de las ‘food truck’ ha provocado incluso la aparición de un Campeonato de España, que se celebró por primera vez en Gijón el pasado mes de marzo. Aquella primera cita tuvo un ganador, Laufer, una ‘food truck’ dirigida por Romà Prat Terradellas, que confiesa que ser el campeón de España “supone una satisfacción por el reconocimiento por el trabajo bien hecho”. Aunque este fenómeno está de moda, “es un mercado que está pendiente de consolidarse y creemos que aún tiene que encontrar realmente su sitio”, porque a diferencia de un restaurante tradicional, “puedes llegar a pie de calle, a mucha gente de cualquier gusto gastronómico y diversidad, que busca una buena gastronomía en familia y con amigos, al mismo tiempo que pueden disfrutar de otras actividades como la música, la ubicación, mercados… Y todo ello a un precio razonable”, añade Romà Prat.
Laufer ha intentado buscar en su ‘food truck’ un estilo americano porque es de donde realmente procede esta moda. “Es una furgoneta Mercedes Vario 614D, con una cocina de acero inoxidable por dentro y con toda la maquinaria posible para una cocina profesional”. El exterior es llamativo gracias a su color rojo, “con el que pretendemos que se nos reconozca rápidamente”, añade Romà. Si quieres degustar la comida elaborada por el campeón de España, podrás encontrar una oferta mediterránea “con un toque ‘Street food’ como hamburguesas gourmet con variedad de compotas, canelones crujientes, butifarra de la Cataluña central y patatas (french fries), todo acompañado de nuestra variedad de salsas artesanas”.
La espectacularidad de este tipo de cocinas ambulantes provoca en el público una gran “expectación por probar lo que se cocina ahí dentro, aunque hay gente que simplemente pasea para ver las furgonetas y camiones de comida”. Una situación que haga que ganarse la vida con este tipo de negocio no sea nada fácil: “Todo depende de lo que quieras invertir en tiempo y dinero”, finaliza el propietario de Laufer.