Muchas son las heladerías que nos hacen disfrutar de este postre se han convertido en lugares de visita de culto sobre todo en verano, pero también todo el año.
TEXTO: JAVIER VARELA
Cuando llega el verano y el calor aprieta poco hay más apetecible que un buen helado. Los hay que apuestan por los sabores tradicionales y otros que prefieren probar nuevas experiencias. Pero el helado ha dejado de ser un pequeño placer para convertirse en bocados ‘bajo cero’ elaborados con las mejores materias primas, sin ningún tipo de conservante o aditivo y que saben a lo que dicen saber.
Los italianos se llevan la fama pero en España se hacen helados ricos, con texturas cremosas, matices que aportan los ingredientes 100% naturales. El poder refrescante que nos transmite convierte al helado en un bocado único que nos hace disfrutar a tope.
La Cremería Gelato italiano (Cádiz)
Carlo Guerreiro es el alma mater de esta heladería gaditana donde se puede degustar el segundo mejor helado del mundo. En el Gelato Festival World Masters de 2021 el helado ‘Cremoso con Vino Oloroso’, una suave y elegante crema amarilla aromatizada con vino de jerez Palo Cortado, pasas maceradas en el mismo caldo y un crujiente de almendra logró la segunda posición. Pero su carta de helados tiene muchos más argumentos pasar varias veces por allí como los de vainilla de Madagascar, cacao de Sudamérica, té Matcha de Japón, queso Payoyo de la Sierra de Cádiz o el imprescindible pistacho de Bronte. Recomendables también los polos de bizcocho Savoiardi con helado y cobertura de chocolate belga con leche; los Tartufos de helado con un cremoso corazón y una cobertura especial; los granizados sicilianos de frutas frescas de temporada; y las deliciosas tartas.
Heladería Dona Doni (Getaria)
Este establecimiento de Getaria, que debe el nombre al exfutbolista Roberto Donadoni del que es fan su dueño, tiene el honor de haber conseguido una mención especial del jurado técnico al Mejor Sorbete en el Gelato Festival World Masters de 2021 con ‘Mango Ezpeleta’, hecho de mango y pimiento de Ezpeleta. Su autor es Fernando Alberdi y define su creación como “un juego de dos ingredientes en el que primero llega al paladar el mango y cuatro segundos después el picor del pimiento de Ezpeleta”. Pero en esta pequeña heladería, resulta obligado probar cualquiera de los 24 sabores visibles en la vitrina, de los que ocho son sorbetes. Destacan el helado de café, de chocolate sin leche, de queso, tarta de queso y el Mundubira, que lleva nuez moscada, clavo, canela y piña. Y está preparando uno de guisante lágrima con vistas al próximo campeonato.
DellaSera (Logroño)
Esta heladería tiene su origen en el obrador Grate de Fernando Saenz, Premio Memorial Nacional de Gastronomía al Mejor Repostero de España. Con esos antecedentes el éxito está asegurado. En esta heladería, además del sabor, sorprenden los nombres de los helados, como se comprueba en los que han elaborado para la temporada de este año: Vaina de guisante lágrima con limón verde; ‘Biznaga helada’ – Vino de Málaga con agua de cítricos; Sombra de higuera; Paseo de Verano; Crema de limón al aceite arbequina de Alfaro; Mandarina shikwassa del huerto botánico de Vicente Todolí; Mazapán Riojanito; Queso de cabra de Ortigosa ‘Roca de Cabra’ con arándanos; Lías de vino blanco ‘Abel Mendoza 5V’ con salsa de orejones y té negro; Yogur con hierbaluisa y pomelo; Café orgánico de origen Colombia variedad caturra; Vainilla oaxaqueña chinantla slowfood y 14 especialidades más. Imposible elegir solo uno.
Rocambolesc (Girona)
Esta heladería que dirige el pastelero Jordi Roca, el pequeño de los hermanos, junto a su mujer Alejandra Rivas. Lleva diez años triunfando en Girona y ha abierto varias ‘sucursales’ en Barcelona y Madrid. En su carta permanecen sus sabores de siempre como el chocolate o la vainilla o sus ‘locuras’ de manzana al horno; helado láctico; el sorbete de mandarina, bergamota con vainilla y albahaca; así como sus icónicos polos (Helado Oscuro, Polo Sweet Summer Love o Rocanas -con forma de nariz-); o los Panets, elaborados con masa de brioche caliente y rellenos de helado por dentro. Y para los más golosos, las tarrinas de 500 mililitros, entre cuya gama de sabores encontramos Coco y violeta, Magdalena, Cigaló de Baileys, Mojito o Turrón de almendra. Para chuparse los dedos.
DelaCrem (Barcelona)
El éxito de una heladería reside en el sabor de los helados y eso en Delacrem es una de sus máximas. Hechos con productos frescos, sin conservantes ni colorantes, Massimo Pignata quiere que sus helados le transporten a la infancia, ya que creció en la cuna del movimiento Slow Food, donde el producto y la alimentación de proximidad estaba a la orden del día: Piamonte. En su establecimiento hay helado todo el año y se pueden disfrutar de sabores clásicos como cereza, higo, pistacho, leche merengada o marron glacé, con otros más rompedores como el de manzana asada con canela; boniato con miel; sorbete de manzana asada con canela; Gianduia; helado de chocolate blanco con pimienta rosa; helado de chocolate vegano, cayena y sal Maldon; o helado de queso km0 semicurado con trufa negra silvestre. Y muy recomendable, el affogato, su helado ahogado en café.
Crem de Lux (Madrid)
Es el lugar perfecto para los amantes de la tradición artesana para elaborar un helado rico y de calidad. Además, el Maestro Heladero sabe conjugar a la perfección los diferentes sabores para encontrar el sabor perfecto, sin emplear ningún aditivo, conservante o colorante y con el frío como único conservante. Los helados se hacen con leche fresca de la Sierra de Guadarrama; las mejores frutas y verduras frescas, exóticas y de temporada; y frutos secos bajo el amparo de Denominaciones de origen. A partir de ahí puedes encontrar sabores para todos los gustos: Naranja sanguina, manzana Smith, zanahoria y naranja, higo chumbo, pera Williams, pomelo rosado o limón siciliano. Además, imprescindible probar sus tartas versión helado como el lemon pie, el cassata sicialana, el tiramisú o el cheese ckae silvestre. Y tampoco faltan las infusiones heladas o los que tienen un toque de alcohol.
La Garza (Albacete)
Esta heladería de Albacete cambia su carta en función de las estaciones, aunque los amantes de los sabores tradicionales siempre tienen las alternativas ‘de toda la vida’. Pero en La Garza se disfruta con los cinco sentidos con recetas nuevas intentando siempre promocionar los productos de La Mancha como el helado de azafrán, el de queso manchego, la crema de pistacho manchego o el membrillo. Mención especial merece para los amantes del chocolate, ya que cuenta con un rincón chocolatero de ocho variedades diferentes, desde el chocolate blanco con dulce de leche hasta nuestro delicioso choco-rón y siempre con las mejores coberturas Valrhona y Barry. Para los diabéticos ofrecen helado sin azucar elaborado con Stevia, xilitol y lactitol y para los días de más calor sus sorbetes o helados sin leche son una gran alternativa. Los hay de melón con jamón, de albaricoque con merengue, de cerezas, de maracuyá con piña…