¿Quién no ha preguntado alguna recomendación para parar a comer en algún viaje? En Autoclub RACE te recomendamos varios restaurantes que puedes encontrar si tienes que viajar por alguna de las seis principales autovías españolas
TEXTO: JAVIER VARELA
Los viajes en carretera permiten descubrir la gastronomía de todo el país, pero cada vez es más complicado encontrar un sitio donde reponer fuerzas se convierta en un deleite para los sentidos. Hay muchos y buenos restaurantes repartidos por la geografía española y por carreteras de todo tipo, pero desde Autoclub RACE te recomendamos varios restaurantes que puedes encontrar si tienes que viajar por alguna de las seis principales autovías. No son sólo los que están ni están todos los que son, pero para hacer una parada es un buen punto de partida.
Carretera A1
Landa – Km 235. Burgos
Estamos ante todo un clásico de las carreteras y la gastronomía española en los que hay que hacer parada obligada, al menos una vez en la vida. Abierto desde hace más de 60 años, es todo un referente y una muestra de que existen restaurantes de calidad en la carretera sin necesidad de perder la esencia. Los huevos fritos con morcilla de Burgos son el mejor desayuno que se puede encontrar en estos lares para seguir la ruta.
Si se tiene más tiempo es imprescindible disfrutar de su sopa de ajo y huevo trufado y de su cordero de lechal asado para chuparse los dedos. Además, es un lugar pintoresco en el que destacan su torre de defensa del siglo XIV que fue reconstruida piedra a piedra y en la que muchos viajeros se inmortalizan.
Área de Boceguillas – Km 115. Boceguillas (Segovia)
El lechazo asado y las verduras, son las protagonistas de este otro clásico en la A1. SU carta regional permite disfrutar del producto de la tierra gracias a las manos de Conchi, su dueña, que ha convertido este restaurante en una referencia gastronómica para cualquier viajero. Todo está rico, pero destacan el cordero asado en horno de leña, gallo de corral confitado en salsa de naranja y miel, ciervo de nuestros montes estofado, sopa castellana con chorizo, los huevos de corral, las verduras…
Si no tienes demasiado tiempo no puedes perderte sus bocadillos en pan de torta o los bizcochos y galletas caseras si paras a la hora de desayunar. Además, el restaurante ofrece unas preciosas vistas a Somosierra. Cuando a sus clientes les preguntan qué más querrían, casi todos responden lo mismo: que dure muchos años.
Carretera A2
Restaurante Duque de Medinaceli – Av. Madrid, 29. 42240 Medinaceli (Soria)
Con 50 años de tradición, este restaurante familiar de tercera generación sigue poniendo por delante la calidad y la tradición con un toque fresco y moderno. Respetando las raíces y el producto de la zona y de temporada su jefe de cocina Ángel Cortes ofrece platos de calidad.
Tienen un menú de 20 euros en el que disfrutar de croquetas de chipirones en su tinta con ali-oli, garbanzos con salsa de almendras y pato, pimiento rojo relleno de brandada de bacalao, chipirones con crema de patata y berenjena asada, manitas de cerdo deshuesadas cocinadas de forma tradicional, panceta cocinada a baja temperatura con su jugo y naranja o pollo de corral guisado y deshuesado en timbal con puré de patata. Y si todavía tienes hueco, los postres caseros no tienen anda que enviar a lo anterior.
Restaurante El Salero – Ctra. Zaragoza, 7. Torija, Guadalajara
Un restaurante donde hizo parada Camilo José Cela en su Viaje a la Alcarria hay que visitarlo. Situado en Torija, está ubicado en el antiguo parador de carreteras de Torija y en cuya cocina se cuida la materia prima con productos con Denominación de Origen para conseguir la esencia de la tradición castiza.
Tiene varios menús en los que poder disfrutar de cordero asado de lechal con patatas panaderas, lentejas estofadas, olla ‘El Salero’, huevos rotos con lomo de olla, jamón ibérico y patata rota, cocido madrileño completo o arroz con bogavante. Y para los golosos, y más en esta época del año, unas torrijas caseras a la miel de La Alcarria con helado de turrón. Tras la comida, nada mejor que un buen paseo por las calles de esta localidad medieval.
Carretera A3
Venta San José – Autovía del Este, km. 124. Zafra de Záncara (Cuenca)
A medio camino entre Madrid y Cuenca se encuentra este restaurante familiar que desde hace más de 40 años presume de cocina manchega. La gastronomía manchega es uno de los grandes tesoros del patrimonio cultural español pero no se cierran a producto de otros lugares, siempre que el comensal quede satisfecho y el sabor sea el protagonista.
Recomendables los potajes, guisos, pucheros o sopas y si la leña de encima carrasca sirve de base para cocinar la paletilla lechal, el cordero asado o el chuletón de buey. El restaurante también elabora menús, platos combinados, raciones o bocadillos. Y si quieres comprar queso manchego, disponen de más de 20 variedades diferentes y todas con denominación de origen.
Finca La Estacada – Carretera Nacional 400 – Km 103. Tarancón (Cuenca)
Un lugar perfecto para hacer noche y disfrutar de su gastronomía y de su complejo de enoturismo. Cuenta con una carta exquisita en la que destacan el foie micuit con crema de queso payoyo y caramelo; las gyozas de morteruelo casero, jengibre y salsa de pollo asado, hierbauena y sésamo; la burrata ahumada con perdiz escabechada, ajo blanco, aceite de albahaca y almendra tierna; o las alcachofas confitadas, foie, trompetas de la muerte y Pedro Ximénez.
Los amantes de la carne, pueden disfrutar del cochinillo lechal confitado con coulis de arándanos, micro migas manchegas y emulsión de perretxico; el chuletón Txogitxu con piparras ahumadas en frío o una parrillada de bellota 100% ibérica. Para chuparse los dedos.
Carretera A4
Restaurante del Hotel La Perdiz – Autovía De Andalucía – Km 268. La Carolina (Jaén)
Si te gusta la caza es el restaurante perfecto para hacer una parada en el viaje al lado de la carretera. Es un referente en la gastronomía de la provincia de Jaén en cuya cocina destacan por encima de todo la perdiz. Entre sus especialidades destacan el paté de perdiz, los escalopitos de venado, la perdiz escabechada, el arroz con conejo de campo y pimientos, la sopa de cebolla gratinada o las judías con perdiz.
Los olivos del hotel abastecen al restaurante con aceite propio que les da un sabor único a los platos. El restaurante tiene el diseño de un refugio de caza español, con cielorrasos altos y vigas de madera, grandes ventanales y chimenea.
Restaurante La Teja – Carretera Madrid-Cádiz – Km.243. Despeñaperros. Venta de Cárdenas (Ciudad Real)
Desde 1968 este restaurante uno de los lugares de parada para muchos conductores. Su cocina fundada por Marcelo y Encarna hace más de 50 años ha evolucionado de la mano de sus hijos hasta convertirla en un referente.
Especializado en carne de monte, la gastronomía manchega está presente con las migas de pastor, las gachas, el pisto y la pipirrana. Dispone de varios menús dependiendo de las necesidades del comensal y si la parada es rápida, esxcelentes bocadillos fríos y calientes con los que reponer fuerzas para seguir en ruta. Si hay tiempo, recomendables los medallones de lomo de ciervo a la pimienta y al roquefort.
Carretera A5
La Majada – Ctra. E-90 / A-5, Km. 259. Trujillo, Badajoz
Este restaurante ofrece a sus comensales una amplia variedad de los platos típicos de la gastronomía extremeña. Destaca por su relación calidad-precio y apuestan por la cocina de producto y regional. Cuenta con menús diarios y después de comer siempre es agradable pasear por un pueblo con encanto como Trujillo.
Entre sus ‘delicatesen’ destacan las verduras de cosecha propia, una tortilla de patata increíble hecha al momento, unos embutidos de nota y un jamón, como no podía ser de otra manera, excelente. Los amantes de la miel pueden comprar allí mismo y deben probar las floretas de miel. Deliciosas. Tiene zona habilitada para recargar coches eléctricos.
Tierra – Carretera de Oropesa a Puente del Arzobispo – Km. 9. Torrico (Toledo)
Ubicado en el Hotel Valdepalacios, tiene una estrella Michelin desde 2014 y también 2 soles Repsol. La pasión por la gastronomía y la experiencia de un equipo capitaneado por el chef Jesús Hernández presenta una carta en la que destaca la tradición de la cocina con elaboraciones ligeramente renovadas a través de la investigación del recetario y de la búsqueda de una identidad local con los mejores productos de temporada recolectados por ellos.
Platos con sabores intensos de mar y montaña, con influencias japonesas y producto de proximidad. Destacan el foie mi-cuit con compotas de higo, membrillo y ciruela; el lomo de ciervo al carbón con cebolla francesa y cremoso de ajo, la codorniz a la brasa con patatas fritas o la presa ibérica adobada con zanahoria al café.
Carretera A6
Mesón La Mota – Carretera Madrid-A Coruña – Km.202. Mota del Marqués (Valladolid)
En la carretera de la Coruña es de obligado cumplimiento una visita a este mesón en el que la cocina castellana llena la mesa. Cada plato de este restaurante tiene como objetivo que el comensal y viajero se lleve un sabroso recuerdo. Son muy recomendables los huevos rotos con panaderas y morcilla de Burgos, la sopa de ajo castellana o los cogollos de Tudela con langostinos, bacalao y salmón ahumados.
Pero también hay que probar el entrecot de ternera con patatas y pimientos; el solomillo de añojo micuit y salsa española; y, por supuesto, los asados castellanos como el lechazo y el cochinillo. Y si queda hueco, los postres caseros como las natillas, el flan o el arroz con leche son de los favoritos.
El Ermitaño – Carretera N-630 – Km. 1,2. Benavente (Zamora)
Hay quien la define como una de las mejores paradas culinarias de la A6.
Se trata de una casa señorial que en tiempos perteneció a los Marqueses de los Salados en los extramuros de Benavente y que cuenta además con la presencia de una pequeña ermita datada en 1773. Su restaurante tiene una estrella Michelin gracias a una cocina en la que se saborean las raíces castellanas, pero con la identidad y creatividad de los hermanos Pedro Mario y Oscar Manuel.
Aunque todo está muy bueno hay que probar los canutillos de cecina con hígado de pato y membrillo; el arroz de pueblo con chorizo, jamón, ternera y manitas de cerdo; el solomillo de ternera al enebro con su jugo al vinagre, pimientos y pitarra o el corzo asado al regaliz de palo con reineta y cacahuete.