Fiodor Dostoyevski, autor de obras como ‘Crimen y Castigo’, nació un 11 de noviembre de 1821 en el Moscú de la Rusia zarista y se convirtió en una referencia de la literatura rusa.
TEXTO: CARLOS OTADUY
Dice el cineasta Alejandro Jodorowsky que solo se puede denominar escritor al escritor mediocre y que los verdaderamente grandes no son escritores, son mucho más. Son más bien artistas genéricos, grandes creativos que simplemente han encontrado en la palabra escrita una vía de transmisión. Todas las épocas gozan de hombres y mujeres de este tipo, pero solo unos pocos, quizás una decena de ellos, han palpado la atemporalidad Este es el claro caso de Fiodor Dostoyevski. En noviembre, el día 11, se celebra el bicentenario del nacimiento de este autor ruso de vida trágica que se caracteriza por analizar los recovecos de la psique humana en sus novelas.
Hijo de un estricto médico con orígenes aristocráticos bielorusos, se crió en Moscú, en un ambiente de clase media. Era el segundo de los siete hijos que tuvo Mikhail Andreyevich Dostoevsky con María Fiódorovna, una madre amorosa en la cual se refugiaban los hijos ante el temperamento dictatorial del padre. La muerte de su madre a causa de la tuberculosis supuso un duro golpe para el joven Fiodor. Contaba con tan solo dieciséis años. No pudiendo superar el duelo, el padre se refugió más que nunca en el alcohol, y mandó al futuro escritor y a un hermano menor a estudiar a la Escuela de Ingenieros Militares de San Petersburgo. Cuando llevaba tan solo un año en la escuela se enteró del fallecimiento de su padre a manos de unos sirvientes. Hartos de sus ataques de ira lo habían obligado a beber vodka hasta morir ahogado. Este segundo duro golpe hizo que los nervios del joven Dostoyevski colapsaran y empezara a padecer sus primeros ataques epilépticos de gravedad, que le acompañarían durante toda su vida.
A los veintidós años se graduó como ingeniero y empezó su odisea laboral en el ejército. En sus ratos libres comenzó a traducir textos y lo que empezó siendo una forma de conseguir dinero extra se convirtió en una auténtica pasión que le llevó a abandonar su empleo como ingeniero militar en 1845, dos años después de ingresar en el cuerpo. Aprovechó su excedencia para escribir su primera novela ‘Pobres Gentes’ que tuvo bastante repercusión. Las dos que le siguieron no lo tuvieron tanto, circunstancia que lo sumió en su primera gran depresión.
En 1949 fue arrestado por formar parte del grupo intelectual liberal ‘círculo Petrashevski’, acusado de conspirar contra el zar Nicolás I. A pesar de ser condenado a muerte, minutos antes de ser fusilado le conmutaron la pena por cinco años de trabajos forzosos en Siberia. A pesar de la dureza, logró sobrevivir y cumplida la condena se vio obligado a a cumplir el resto de la pena sirviendo como soldado raso en Kazajistán. Ahí conoció a la que sería su primera mujer, María, que era la viuda de un amigo suyo. Se casaron en 1857, año en el que el propio zar lo indultó y quedó libre. A los 36 años comenzó su dedicación completa a la literatura.
Al volver a San Petersburgo se había convertido en un cristiano convencido, aunque seguía manteniendo simpatía por reformas sociales, como la abolición de la servidumbre, presente en Rusia hasta 1861. Al llegar fundó junto con un hermano la revista ‘Tiempo’, en la que publicó alguno de sus libros. En 1964 murió su mujer y se refugió en el juego, pero un año después nacería su obra maestra ‘Crimen y Castigo’, una novela en la que Dostoyevski analiza la figura de la culpa. Fue publicada por primera vez, por entregas, en la revista ‘El mensajero ruso’, en 1866, en doce partes, y publicada después como libro.
Una de las curiosidades de este libro es que el nombre del protagonista, Raskolnikov no es un nombre al azar. Viene del ruso para el schism, el raskol, y su derivado raskolniki, que refiere a un grupo particular de viejos creyentes de mediados del siglo XVII. Razumikhin, por su parte, proviene de razum (razón, mente, inteligencia) y Lebezyatnikov se hizo del verbo lebezit, que significa halagar de una manera ansiosa o inquieta. Esta obra, junto a ‘Guerra y paz’ de León Tolstói, es considerada una de las novelas más influyentes e internacionales de la literatura rusa. Sus deudas y las cláusulas abusivas impuestas por su editor no le permitieron casi disfrutar de los ingresos que le procuró el libro.
A su obra cumbre le seguiría ‘El Jugador’, una novela escrita en tiempo récord gracias a la apoyo de una joven taquígrafa -a la que tardó 26 días en dictarle el texto-, la cual se convertiría en su segunda mujer en 1867. Juntos se trasladaron a Ginebra, donde nació su primera hija, que murió a los tres meses. Huyendo del recuerdo de la pérdida, la pareja viajó por diferentes ciudades de Europa, mientras él continuaba centrado en su labor literaria. Su segunda hija nació en Alemania, a la que le seguirían otros dos vástagos en años posteriores. La familia volvió a Rusia en 1871, cambiando de residencia dentro del país en varias ocasiones. No fue hasta 1979 cuando Dostoyevski escribió su segunda novela más famosa ‘Los Hermanos Karamazov’, que fue publicada en una revista como si fuera una serie. En ella trató temas como la ética y religión a través de las conversaciones entre personajes muy dispares. Esta fue su última novela, ya que en 1881 falleció a causa de un enfisema pulmonar, provocado por uno de los múltiples ataques epilépticos que le persiguieron durante toda su vida.
Dostoyevski nos ha legado numerosas frases célebres como «el hombre teme a la muerte porque ama la vida» o «amo a la humanidad pero, para sorpresa mía, cuanto más quiero a la humanidad en general, menos cariño me inspiran las personas en particular».