En 1223 San Francisco de Asís decidió hacer la primera representación del nacimiento de Jesucristo y desde entonces se ha convertido en una tradición en todo el mundo.
TEXTO: JAVIER VARELA
El Belén o Nacimiento es una de las tradiciones navideñas más importantes en muchos lugares del mundo. También en España, donde se ha convertido en un elemento característico de nuestras ciudades y hogares en esta época del año. Este 2023 se cumple el octavo centenario de la primera representación de la Navidad. Fue en la misa de Navidad de 1223, cuando San Francisco de Asís organizó un Belén viviente con los feligreses del pueblo italiano de Greccio, donde vivó hasta su muerte.
Su deseo de hacer una reconstrucción del misterio de la Natividad le costó algún disgusto, ya que por su amor por los animales, incorporó un buey y una mula, algo que para muchos estaba mal visto. El único ‘muñeco’ que se utilizó por el intenso frío fue el que representaba al niño Jesús, lo que originó dos leyendas. La primera afirmaba que a la hora en que la tradición fijaba su nacimiento, cobró vida y comenzó a llorar. La segunda es que el muñeco sonrió y extendió sus brazos hacia el santo.
La representación tuvo tanto éxito, que pronto se exportó a otros lugares gracias a los seguidores de la orden franciscana y de las clarisas, las religiosas más comprometidas con la doctrina de San Francisco de Asís. La costumbre, que se extendió por Europa, aunque se comenzó a sustituir los personajes de carne y hueso por figuras. Ya en los siglos XIV y XV, las iglesias se decoraban con Belenes durante las celebraciones navideñas. Sin embargo, la que es considera la primera forma moderna de Belén se debe a san Cayetano de Thiene, que en 1534 ideó un pesebre con figuras de madera articuladas pintadas que iban cubiertas con ropajes de la época. En un primer momento se representaba el nacimiento de Jesucristo con la Virgen María y San José, pero con el paso de los años se fueron incorporando algunos personajes como los pastores, los magos, Herodes o la estrella.
El más antiguo de España
Aunque en el resto de Europa, sobre todo en Italia, la tradición se extendió entre las Iglesias y los conventos, en España no llegó hasta siglos más tarde. Con figuras labradas hacia 1480, el llamado ‘Belén de Jesús’ de Palma de Mallorca documentado en el siglo XVI, es el más antiguo de nuestro país. Sus autores son los Alamanno, familia que realizó varios de los primeros belenes en Nápoles, perteneciente por entonces a la Corona de Aragón.
Pero cuando verdaderamente el Nacimiento cobró protagonismo en España fue con la llegada de Carlos III al trono. Decidió continuar la costumbre, adquirida en Italia, de instalar durante la Navidad un Belén en palacio y le hizo el encargo a José Esteve Bonet, un escultor valenciano que tomó como punto de partida las figuras napolitanas hasta completar el ‘Belén del Príncipe’, obra que posteriormente continuó José Ginés. Carlos III y su esposa María Amalia impusieron la moda entre los nobles y luego en el pueblo, hasta convertirlo en una tradición en todas las casas del país.
El Belén de Salzillo
Francisco Salzillo, hijo de un artesano napolitano, es considerado uno de los mejores escultores españoles y el ‘Belenista’ más importante. Su conocido como ‘Belén de Salzillo’ fue encargado por Jesualdo Riquelme en 1783 y está compuesto por 556 personajes y 372 animales, además de algunas maquetas de edificios, por lo que se le considera uno de los más famosos del mundo. Curiosamente, los tamaños de las figuras oscilan entre los 10 y los 30 centímetros y en las escenas que representa mezcla interpretaciones bíblicas con situaciones más populares y acordes con las tradiciones de la época en Murcia. De hecho, el Belén se ver en el Museo Salzillo de Murcia, donde se expone
Otros ‘Belenes’ populares y conocidos de España son el Belén viviente de Buitrago del Lozoya, en Madrid; el Belén Bíblico de Jerez de los Caballeros, en Badajoz (el belén monumental más grande de Europa), el Belén mudéjar de Sevilla, que cuenta con edificios emblemáticos de la ciudad; el Belén de la Concatedral de Guadalaja, con luz y sonido; el Belén de Ocaña, en Toledo, que se muestra en el convento de Santo Domingo de Guzmán y que cuenta la historia de la Salvación desde la creación del hombre hasta la resurrección de Jesús; y el peculiar y diferente Belén de Rute, en Córdoba, que está íntegramente hecho de chocolate.
En la actualidad, lo más típico de las Navidades es recorrer los mercadillos en busca de figuras para completar el Belén en casa. Da igual que sea grande o pequeño, con más o menos trabajo, con figuras de diferentes tamaños… lo importante es montar el Belén en familia y con el toque personal de cada uno.