Por primera vez desde 2010, el 25 de julio, festividad del Apóstol, tiene lugar en domingo, vistiendo de gala la capital gallega y su maravillosa catedral para recibir a los peregrinos en busca de la indulgencia
TEXTO: JOSÉ MANUEL ANDRÉS
2021 no es un año cualquiera. Estos doce meses, en los que el mundo y en particular España comienzan a dejar atrás poco a poco una experiencia traumática como ha sido la pandemia de la covid-19, son también especiales por una circunstancia que tiene lugar apenas 14 veces en cada siglo. El 25 de julio, día del Apóstol Santiago el Mayor, patrón de España, será este año diferente, la coincidencia de la fecha del martirio del santo en un domingo trae consigo el Año Xacobeo once años después.
Cargada de un especial simbolismo a tenor de la experiencia colectiva de una sociedad que ha hecho frente al coronavirus, la feliz eventualidad del Año Santo Compostelano vestirá de gala la ciudad de Santiago y su maravillosa catedral, punto de destino de tantos y tantos peregrinos que persiguen la indulgencia y con ella esa dosis de realización personal y espiritualidad plena que comporta alcanzar la Plaza del Obradoiro después de largas jornadas de paciente caminar en compañía de los propios pensamientos.
Se da la circunstancia de que el Xacobeo llega después de su ciclo más largo de espera, el de once años, pues se estructura en cuatro intervalos de seis, cinco, seis y once años, salvo cuando el último año de un siglo no es bisiesto, una condición que puede alargar los ciclos a siete y doce años. Es por esto que el Año Santo Compostelano se da 14 veces a lo largo de un siglo y por tanto se espera con ilusión y esperanza.
La celebración implica la indulgencia y el perdón de los pecados para todos aquellos fieles que visiten a lo largo del año la Catedral de Santiago, recen alguna oración, pidan por las intenciones del Papa y reciban los sacramentos de la penitencia y la comunión, mediante confesión y comulgando, en un periodo de quince días antes o después de la visita al templo compostelano que aúna magistralmente los estilos románico, gótico y barroco.
Durante este tiempo, la Catedral de Santiago recibe a los visitantes de forma especial y solemne, pues la festividad permite el acceso de los fieles a través de la Puerta Santa. El acto de apertura del umbral tiene lugar en la víspera del Año Santo, mediante una ceremonia presidida por las autoridades religiosas que también cuenta con la presencia de representantes políticos, militares y civiles. Se celebró el pasado 31 de diciembre a pesar de las lógicas medidas de precaución ante lo delicado de la situación sanitaria. Desde entonces, este acceso desde la Plaza de la Quintana permanece abierto, esperando al llegado de otros lares para colmar su espíritu de paz y consuelo.
Una historia casi milenaria
Precisamente por este condicionante de la covid, para evitar un exceso de aglomeraciones y permitir a más personas la visita a Santiago, el Jacobeo se extenderá por primera vez durante otros doce meses más, a lo largo de todo el año 2022. Será una circunstancia casi inédita, ya que solo se produjo una vez, en 1937 y 1938, por iniciativa del papa Pío XII y en plena Guerra Civil española. Es por tanto una anomalía en la ya casi milenaria historia del Año Jubilar Compostelano, establecido en 1122, con motivo de la colocación de la última piedra de la Catedral de Santiago. Su ideólogo fue el papa Calixto II, que mediante la bula Omnipotentis dispositione le dio el impulso definitivo a las peregrinaciones medievales a través del Camino de Santiago, convirtiendo así la ciudad en lugar de culto y auténtico centro de referencia para toda la cristiandad.
Dos de los hermanos del Sumo Pontífice, Raimundo y Enrique de Borgoña, habían contraído matrimonio con dos hijas del rey leonés Alfonso VI, soberano también de Galicia, algo que reforzó el vínculo entre el Papado y Santiago. El privilegio del Año Santo fue establecido a perpetuidad medio siglo más tarde, en 1178, cuando el papa Alejandro III lo equiparó a los de Roma y Jerusalén a través de la bula Aeterni regis. Hoy, además de las tres ciudades citadas, a lo largo y ancho de todo el mundo solo Santo Toribio de Liébana, en Cantabria, y Caravaca de la Cruz, en Murcia, pueden otorgar el jubileo, la indulgencia plenaria o el perdón de todos los pecados al peregrino que acude a ellas.
Para completar el programa de actividades asociadas al Xacobeo, y pese a las delicadas circunstancias en las que llegó esta vez, están previstos conciertos de música sacra, exposiciones de arte y congresos acerca de las diferentes rutas del Camino de Santiago y sus mil historias, paisajes y detalles. Asimismo, Correos ha emitido un sello conmemorativo, protagonizado por el popular personaje Floreano, que se distribuye ya desde el pasado 27 de mayo. Todo para celebrar la durante once años esperada oportunidad de ganarse un pedazo de cielo, aunque sea en la tierra.