Conducir, por encima de todo

El modelo SUV es el vehículo de uso familiar, utilitario o de lujo que triunfa en el mercado español y los fabricante se vuelcan ante la demanda.

TEXTO: J. LUIS ALVAREZ

Primero fueron los utilitarios, luego los familiares, después los monovolúmenes y ahora los SUV. Nada hacía pensar hace 20 años que los todoterreno tuvieran el éxito actual. Lejos de aquellos 4×4 camperos los actuales son coches de calle, más bien sobreelevados y con alguna que otra ayuda para no quedarse atascados fuera del asfalto o, incluso, se venden sin ella. A la moda de suma la electrificación de los mismos para hacerlos más responsables con el medioambiente.

Nuevo en el enchufe

Mitsubishi ha renovado a conciencia el Eclipse Cross para convertirlo en PHEV, híbrido enchufable. Todo un alarde de diseño. Por fuera cambia todo el frontal, desde los faros al parachoches, pasando por la parrilla. Led e intermitentes a ambos lados del capó y por debajo, en los extremos, se sitúan los faros y antinieblas. Detrás ocurre otra pequeña revolución en el diseño, evocando un espíritu campero. Las ópticas se disponen en forma de “Y” invertida a ambos lados, penetrando en el portón y adoptando una posición preponderante que aporta continuidad, acompañando a la línea lateral que se integra con las manetas de las puertas.

El coche es 14 centímetros más largo que el modelo de 2018, aunque se nota poco por dentro. Aquí los cambios no son tan acusados como por fuera, porque es un coche que resiste muy bien el paso del tiempo en cuanto a diseño. La mayor novedad interior es la nueva pantalla multimedia de 8’’ sin mandos para manejarla. Está ubicada en un salpicadero que podría se compacto, pero dividido en dos, tal como especifica el fabricante, con unos mandos arriba y otros por debajo de un supuesto eje transversal y sobre el pilar central. Todo perfectamente rematado y con unas plazas sumamente cómodas para cuatro adultos. El maletero tiene una capacidad de 440 litros, más grande que el anterior y es debido a ese aumento de longitud del vehículo.

Donde Mitsubishi lo da todo es en el motor o más bien en los motores. Y es que el Elipse Cross PHEV cuenta con tres propulsores. Un motor eléctrico en cada eje –delantero de 82 CV y trasero de 95 CV- y otro de gasolina de 2,4 litros y ciclo Atkinson (98 CV). Esto da una potencia total efectiva de 188 CV. Es el propio sistema el encargado de elegir el modo de conducción (eléctrico o híbrido auto-recargable) en función de la carga de la batería, aceleración, velocidad, etc… Además ofrece al conductor como opción elegir prioridades para circular como hacerlo en modo eléctrico EV—con una autonomía según el fabricante de 55 km-, guardar la energía eléctrica Save o recargar la batería Charge. Para garantizar la adherencia, monta el sistema Super All Wheel Control (S-AWC) de Mitsubishi procede del exitoso historial deportivo de la marca, y en el nuevo Eclipse Cross PHEV presenta una optimización mediante la función Twin Motor 4WD, por la que los motores eléctricos reparten de forma independiente el par entre los ejes delantero y trasero.

En marcha el Elipse Cross PHEV es un mundo de silencio. Cuenta con cinco modos de conducción que actúa sobre un cambio tipo variador, que hace que el motor solo se escuche levemente al pisar el acelerador. Si un coche es fácil y dócil de conducir, este es el ejemplo. Tiene todo lo que necesita para ser tanto un gran viajero como para ir cada día al trabajo.

El Mitsubishi Elipse Cross PHEV está a la venta desde 28.000 euros.

Nuevo de verdad

Opel ha cambiado íntegramente su Moka. El modelo de 2021 nada tiene que ver por fuera con su predecesor. En este caso, además, también se sustituye basta la misma plataforma el vehículo, que ahora es doce centímetros más corto. El resultado conseguido por los ingenieros de Rüsselshein es un coche de aspecto moderno y jovial, muy personalizable –desde el capó al techo, pasando por las llantas-, con un frontal presidido por el nuevo diseño Opel Vizor, que une los faros –led en todos los acabados y matriciales como opción- en la parte superior con el símbolo de la firma alemana –ahora PSA- en medio. Por detrás, el portón, coronado por una visera-spoiler, o el remate inferior serán del agrado del público. Destacan las cortinas de aire y persianas activas para mejorar la eficiencia, que se abren y cierran en función de la temperatura del motor y la velocidad. Sin embargo, pese a todo el diseño, cuenta con ruidos aerodinámicos en carretera.

Al abrir la puerta, sorpresa, no es un coche amplio. Su antecesor tampoco lo era. Destaca un acabado correcto, con superficies mullidas, y una impresionante doble pantalla orientada al conductor que preside más de las dos terceras partes del salpicadero. El Mokka es el primer Opel con todo el panel de detrás del volante digitalizado de 7 o 12’’. A su derecha la pantalla táctil de infoentretenimiento de 7 o 10’’. Bajo ella y también girado hacia el conductor, los mandos del climatizador y otras teclas tipo piano. Más bien pocas. Las molduras personalizables y los remates hacen el resto. Uno se siente muy cómodo en unos sillones delanteros que recogen perfectamente y pueden ser calefactados y de piel con función masaje en el del conductor. Detrás es otro cantar. La caída del techo y la corta distancia para las rodillas hace que una persona alta tenga que viajar de lado. Mejor dos atrás que tres si son adultos. El maletero se queda en 350 litros, casi como un utilitario urbano.

Entre las ayudas a la conducción del nuevo Mokka destacan las alertas de colisión frontal con freno automático, alerta de fatiga, reconocimiento de señales, control de crucero adaptativo, mantenimiento de carril, aviso de ángulo muerto
Opel motoriza el Mokka con tres motores de gasolina de tres cilindros con 1.2 litros de 100 y 130 CV y uno diesel de cuatro cilindros de 1.5 litros de 110 CV, acompañados por una caja manual de seis velocidades y automática de seis u ocho relaciones –con levas en el volante- en el bloque más potente de gasolina. Todos ellos son del grupo PSA. A ellos se suma un propulsor eléctrico en el Mokka-e de 136 CV, frenada regenerativa y 324 kilómetros de autonomía, según el fabricante. Los motores de gasolina son especialmente silenciosos y no producen excesivas vibraciones al tener tres cilindros.

El precio del Opel Mokka pare de los 21.000 euros

Diferencias electrónicas

Cupra ha convertido su SUV deportivo Formentor en híbrido. La diferencia se nota poco, porque el coche es prácticamente el mismo y sus reacciones son también de lo más satistactorio. El Formentor VZ e-Hybrid, todo un deportivo enchufable que de lejos recuerda a su ‘primo’, el Seat León pero sobredimensionado. Tal vez por que el León es uno de los coches más demandados, el Formentor es el Cupra que más vende. Para unos su diseño es radical, para otros sus líneas son muy deportivas. El caso es que este coche no deja indiferente. Líneas angulosas, músculos que recorren toda su cintura y una increíble zaga rematada con cuatro tubos de escape, dos de ellos de pega.

Pero si espectacular es por fuera, increíble es por dentro. Salpicadero muy Seat, con formas exagonales doradas en los aireadores y coronado por una gran pantalla táctil –de 10’’ en la versión de 204 CV y de 12’’ en la de 245 CV-, levas en el volante que, además, incorpora los botones de puesta en marcha y modos de conducción, y unos acabados perfectos. La información mostrada en la pantalla de la instrumentación ‘digital cockpit’ se centra en el sistema de hibridación, con datos relativos a la autonomía eléctrica o al modo de conducción seleccionado. Además, el conductor puede seleccionar diversas informaciones sobre la potencia, nivel de la batería o la fuerza G en tiempo real. Entre los asientos delanteros un pilar central se alarga y contiene, además de los modos de conducción y el freno eléctrico, un pequeñísimo selector de velocidad. Este es un coche grande por dentro, más de lo que uno se imagina, y puede acoger a cinco adultos, incluso altos. Sin embargo, el maletero se reduce a 345 litros debido a la batería, ubicada por debajo entre las ruedas. Una curiosidad, a los climatizadores y demás comodidades se une una iluminación ambiental que cambia automáticamente según el modo de conducción o bien puede ser elegida por el usuario.

En el apartado de ayudas a la conducción el Formentor VZ e-Hybrid cuenta con lo mejor de la Cupra (Seat), como asistente de ángulo muerto, de mantenimiento de carril, control de la velocidad de crucero adaptativo y predictivo, sistema de alerta de tráfico cruzado marcha atrás, advertencia de apertura de puertas a los pasajeros, si detecta la presencia de un vehículo y el sistema Front Assist de frenada automática de emergencia en ciudad con detección de peatones y ciclistas.

Conducirlo es una delicia, da igual la potencia, porque este coche se siente desde el primer pisotón al acelerador. Sin conocerlo la seguridad se siento y en parte es debido a un control de chasis adaptativo –con 15 posiciones-. Bajo el capó monta un motor de 1,4 litros de gasolina TSI y un propulsor eléctrico alimentado por una batería de iones de litio de 13 kWh. En total los citados 204 o 245 CV –la electrónica da la diferencia de caballos-. La caja de cambios automática DSG de seis relaciones exclusiva para vehículos eléctricos. Junto a ésta hay un desacoplador para el propulsor eléctrico. El conjunto actúa sobre el eje delantero y conectado al diferencial electrónico XDS de deslizamiento limitado. La autonomía en modo eléctrico es de 59 kilómetros. La batería, que se encuentra bajo el tren trasero, se recarga también las frenadas mediante.

El motor arranca siempre en modo eléctrico. El conductor puede elegir el modo de propulsión deseado: combustión, híbrida, o eléctrica y e-MODE. En el modo híbrido hay, además, dos opciones: Hybrid automático e Hybrid manual, que permite gestionar la carga de la batería.

El Cupra Formentor VF e-Hybrid está disponible desde 38.640 euros.

Urbano, potente y vistoso

El Mini se ha convertido en un coche de culto pese a su recrecimiento. El Grupo BMW ha invertido todo su esfuerzo en realiza un coche Premium polivalente, aunque el nuevo Mini Cooper SE -totalmente eléctrico- es más un urbano que un coche para viajar. Y eso no es por el vehículo, sino por la todavía escasa red de puntos de recarga. El exterior de este Mini, en su acabado Cooper SE, avisa de su ADN. Fiel a la estampa del vehículo, una calandra hexagonal cerrada y con el logo eléctrico de la firma o una llantas –de perfil muy bajo- de diseño muy futurista denominadas ‘Revolite Spoke’ indican que necesita enchufe. Faros led adaptativos que incluyen una función matricial para las luces largas por delante y pilotos traseros con la imagen de la bandera Unión Jack completan la imagen, que se puede personalizar desde el techo a los retrovisores, aunque por el momento no se le pueden estampar las rayas de John Cooper.

Por dentro el modelo algunos componentes respecto a los Mini de combustión. Con acabados perfectos, a los que acostumbre el grupo automovilístico con sede en Múnich, el salpicadero cuenta con un display digital totalmente nuevo tras el volante de 5,5’’ que informa del funcionamiento del vehículo y que cambia de color según sea el modo de conducción elegido. Aquí se puede ver la entrega de fuerza como de la recarga de la batería. En medio, el velocímetro y otros instrumentos. Por cierto, esta pantalla sube y baja con el volante para estar siempre a la vista.

En el centro la gran esfera –de 6,5 a 8,8’’- muy sesentera y distintiva la marca para el infoentretenimiento y por debajo los mandos del aire acondicionado. Todo en su sitio, con un funcionamiento sumamente lógico y fácil. Los asientos delanteros de reglajes múltiples son perfectos e invitan a estar allí sentado más tiempo del que la batería permite. Los traseros, para dos ocupantes no muy altos, son cómodos. Al ser tres puertas el acceso a la parte posterior es complicado si la persona es muy grande. El maletero se mantiene inalterable con 211 litros ya que la batería está por debajo del vehículo, incluso se ve, lo que obligó a los ingenieros a elevar ligeramente las amortiguaciones para evitar golpes.

Entre las ayudas a la conducción que montan todos los Mini, en el modelo eléctrico destaca el aviso de cambio de carril involuntario con vibración en el volante o el control activo de crucero, con la función Stop & Go, que permite que el sistema reduzca la velocidad hasta detenerlo si es necesario. Después, basta con pisar brevemente el pedal del acelerador para volver a poner el coche en movimiento y continuar con el control automático de velocidad y distancia. También cuenta el coche con la conexión para poder operar la climatización o controlar la recarga a distancia desde el móvil.

Bajo el capó el Mini eléctrico esconde un motor de 184 CV. Según el fabricante alemán, la batería de iones de litio de alto voltaje permite una autonomía de hasta 234 kilómetros según el ciclo de pruebas WLTP. En realidad, todo depende del modo de conducción y los lugares por donde se lleve. De ahí es su espíritu más urbano que viajero. Es todo fuerza, lo que hace que el coche tenga una conducción fácil y divertida pero, en todo caso, hay que dosificar el acelerador para no acaba con la batería. En todo caso, el coche reduce la marcha para avisar que está agotándose. El tiempo de recarga oscila del tipo de enganche a la red que se elija. Con un enchufe doméstico tarda más o menos en función de los amperios. Con unos 10 amperios la carga completa es de más de 14 horas.

El precio del Mini Cooper SE parte de los 33.950 euros.

Más que un capricho

Capricho o necesidad. Hay coches que pueden simbolizar los dos extremos, pero si además son muy parecidos a un modelo de lujo, cuentan con una fiabilidad y un robustez más que demostrada, ya entran en la leyenda de la automoción. Y esto es lo que ocurre con el Suzuki Jimny, todo un 4×4 de verdad con un parecido razonable al Mercedes clase G. Víctima de la normativa de emisiones europea, la última versión del pequeño todoterreno más completo del mercado desapareció. Sus precios de segunda mano superaban a los del concesionario, pero ahora vuelve en versión profesional o Pro, homologado solo como furgón dos plazas.

Y es que el Jimmy es todo un veterano del campo o la ciudad. De la montaña o la playa, porque desde 1970 es la cuarta generación de este modelo. Un coche que pasa por donde muchos SUV de lujo se quedan empanzados. Y es que por fuera el coche está diseñado para soportar las zarzas, las ramas y las rocas del camino, con buenos ángulos de ataque y salida –algo impensable en los todocaminos urbanitas-, para subir zanjas o pasar ríos. No es un coche cómodo para llevarlo por una autopista a 120 km/h inercias y alturas o las suspensiones lo penalizan. Sin embargo, en el campo, caminos o carreteras de montaña este todoterreno se convierte en una delicia para disfrutar del volante.

Por dentro ha sido diseñado para ser manejado con facilidad. Eso se debe al cambio en la posición del conductor, con el pilar A más elevado, unas botoneras y mandos claros y siempre al alcance. Los controles han sido diseñados para ser operados con facilidad, incluso con guantes puestos. Al no tener asientos traseros, con suelo plano y rejilla separadora de carga, ofrece un volumen máximo de 863 litros, 33 más que la versión para pasajeros con los asientos traseros abatidos.

El motor de gasolina –unico de la gama- ha crecido hasta los 1,5 litros de 102 cv, con más par y menos gasto que el anterior de 1,3 litros. Está acoplado a una transmisión manual de cinco velocidades y se ofrece un cambio automático de cuatro relaciones, ambos con transmisión permanente y reductoras.
La versión Pro tiene un contra que puede ser importante, según el uso que se de al coche. Al estar homologado como N1 furgón no está sujeto al pago del impuesto de matriculación siempre que esté afectos significativamente al ejercicio de una actividad económica. Aquellos clientes que no cumplan este requisito deberán añadir el 9,75% del impuesto de matriculación al precio de tarifa de este modelo. También tiene que pasar la ITV con más frecuencia que un turismo: de los dos a los seis años de antigüedad del vehículo, cada dos años; de seis a diez años, anualmente; y a con más de diez años, semestralmente. Además, su velocidad máxima permitida es de 90 km/h en autopistas y autovía, y de 80 km/h en carreteras convencionales. Por último, no es posible realizar el cambio de clasificación de N1 a M1 –turismo- mediante una reforma.

Cabe señalar que hay kits de conversión del Jimny en algo similar al Mercedes Clase G o un Land Rover Defender en miniatura, aunque no son nada baratos y se encuentran principalmente en Rusia o Japón.

El precio del Jimny Pro es de 20.970 euros.

Clavado a sus hermanos

El nuevo BMW iX3 es el primer modelo de la marca alemana que se produce para la exportación en la fábrica de Shenyang (China). Este impresionante SUV se distingue de sus hermanos de la serie X3 en que es totalmente eléctrico. Sin embargo, por fuera solo lo diferencian escasos matices como una parrilla cerrada, dado que no necesita refrigeración, llantas aerodinámicas específica y difusores del faldón trasero. La vista la completan unas curiosas molduras azules que también están presentes en el interior del coche.

Por dentro el IX3 es otra joya de la firma germana pero hecha en China con los máximos estándares de calidad. Con unos acabados superiores, en muchos puntos perfectos, destaca la posición de los asientos. Que son los mismos que se pueden encontrar en el resto de la gama, cómodos, eficientes y con distintos acabados entre los que destaca la combinación de piel y tela. Y es que las plazas están más altas que en el modelo de combustión. El motivo es que por debajo del habitáculo está la batería. El maletero se queda en unos formidables 510 litros, solo mermado en 40 litros respecto a la versión normal debido a la ubicación del motor. El salpicadero cuenta con dos pantallas digitales, totalmente configurables, tanto detrás del volante como en el central y sobre el pilar central. La primera para la instrumentación de marcha, la central para el infoentretenimiento. Son muy fáciles de manejar y dan una amplia y clara información de lo que hace el coche.

Entre las ayudas que incorpora este BMW eléctrico, en la versión de acceso ya cuenta con climatizador automático de tres zonas con precalentamiento y preacondicionamiento, portón trasero con accionamiento eléctrico, techo solar panorámico, e iluminación de ambiente. El paquete de equipamiento opcional incluye cristales de confort acústicos o el asistente de aparcamiento y el sonido envolvente Harman Kardon.

Pero lo más importante del iX3 no se ve a simple vista. Bajo el capó no está el propulsor, sino el sistema de climatización y de recarga de la batería. El motor, la electrónica de potencia y la transmisión se han colocado por primera vez en una unidad central, entre las ruedas traseras. Este propulsor ofrece una potencia de 286 CV y lanza este SUV de 0 a 100 km/h en 6,8 segundos. La velocidad máxima está limitada electrónicamente a 180 km/h. Este BMW cuenta con varios modos de regeneración de la batería que actúan tanto desde el acelerador o la frenada. Por el momento no habrá tracción total. La autonomía declarada por el fabricante puede superar los 500 km, pero en condiciones reales y con una recarga total se hacen unos 300 km sin abusar del acelerador.

El nuevo BMW iX3 tiene un precio que parte de los 72.300 euros.