Elegir un modelo cuando se busca un nuevo vehículo es uno de los retos más complicados y en los que hay que tener presenté para qué se va a utilizar.
TEXTO: J. LUIS ALVAREZ
La compra del coche es el segundo gran desembolso al que hacer frente y será un bien que no será para toda la vida, aunque todavía queda algún vehículo de esos que se denominan indestructibles y a los que la tan traída y llevada obsolescencia programada no les afecta. Esos son los menos. Pero para elegir el modelo deben pensarse variables como qué uso se le va a dar con más frecuencia, por donde vamos a circular con él y que presupuesto para la compra y mantenimiento se está dispuesto a gastar. A continuación está una varia gama para todos los bolsillos y destinos.
La flecha del norte
Polestar está fabricado coches al gusto de la mayoría de los europeos con la calidad y toda la garantía que ofrece el Grupo Volvo ofrece. Y es que ambas marchas están unidas por la misma matriz, el grupo Geely, con sede en Gotemburgo (Suecia). Ahora saca al mercado su cuarto vehículo el Polestar 4, una mezcla de deportivo y SUV de aspecto coupé. No es un coche pequeño dado que llega a los 4,8 metros de largo. Su aspecto es muy ‘limpio’ desde el morro hasta la zaga. El frontal es muy bajo y del mismo destaca su doble juego de faros full led Dual Blade.
También llama la atención el escudo de la marca que está iluminado. No tiene tiradores en las puertas y de ellas se ha eliminado el marco de las ventanillas. Tampoco cuenta con luneta trasera, algo que sorprende, pero la elevación de la zaga hace que pase desapercibida. Sobre el portón trasero hay una cámara y por debajo una perfecta combinación de diseño con unos pilotos unidos por una tira roja luminosa. La cámara proyecta las imágenes en una pantalla de alta definición sustituye al tradicional retrovisor central del coche. Toda esa ‘limpieza’ redunda en una mejor aerodinámica del vehículo. Por arriba el techo es solar con oscurecimiento automático. A falta de probarlo en verano habrá que ver si no llega a molestar el sol en las carreteras de los países europeos más meridionales.
El interior del Polestar 4 es, como se podía esperar, un alarde del diseño y la calidad de acabados suecos. Limpio de botoneras y aditamentos innecesarios, cuesta un poco encontrar lo que se espera uno hallar dentro de un coche. El salpicadero está compuesto por líneas rectas en dos planos, solo rotas por las pantallas de instrumentación tras el volante de 10,2’’ totalmente configurable y otra central de 15,4’’ para controlar todo el coche. Tal vez lo menos logrado, aunque esto está en gustos, es el diseño del volante, aunque su forma achatada por abajo luce muy deportiva. Además dispone de ‘head-up display’ para proyectar sobre el parabrisas una imagen de 14’’, con información muy completa, que evita quitar la vista de la carretera. Choca también la enorme consola central entre los asientos delanteros, en la que solo hay una ruleta para operar distintas funciones. Las plazas de este coche son muy amplias. De las traseras destaca la distancia libre para las piernas, aunque en personas muy altas penaliza la caída del techo. Otra curiosidad del Polestar 4 es que dispone de dos maleteros, con un total de 541 litros. El trasero cuenta con unos fenomenales 526 litros, con un doble fondo bastante grande, y el delantero de solo tiene 15 litros y sirve para guardar los cables para recargar el coche. Polestar incluye en este modelo todas las ayudas a la conducción con que cuenta la firma sueca, que no son pocas y que además son las más modernas en salir al mercado.
El Polestar 4 tiene dos versiones de motorización, ambas con una batería de 100 kWh. La Long Range transmite los 272 CV de potencia a las ruedas traseras, mientras que la Long Range Dual Motor cuenta con dos propulsores que suman 544. Para conseguir más autonomía y eficiencia, la versión con tracción total incluye una función que permite desconectar el motor delantero cuando no se necesita. La autonomía declarada por Polestar es de 610 kilómetros al tracción trasera y de 580 para el total. Hay números complementos para mejorar sus prestaciones estéticas y de funcionamiento relativas a los frenos y la amortiguación de un coche que tiene limitada su velocidad máxima de fábrica a 200 km/h.
Conducir este vehículo es entrar en el reino de la relajación. Silencio, confortabilidad y dinámica. Como buen ‘hijo’ de Volvo su seguridad la transmite no solo al volante, sino también al resto de los ocupantes. Otra cosa es circular con cinco metros de coche en ciudad, un suplicio para estacionarlo. De buscar puntos de recarga para un eléctrico eso es punto y aparte.
El Polestar 4, que llega a los concesionarios en agosto, está disponible desde los 65.900 euros.
Si te he visto…
El fabricante chino BYD continúa con su desembarco de modelos en Europa, unos coches que con su diseño muy atractivo y totalmente ‘inspirados’ en las líneas vehículos Premium de esos que son imposibles de comprar por la mayoría de los conductores. El Seal U es un claro ejemplo de cómo hacer un SUV de 4,78 metros totalmente eléctrico irresistible, la pena que no sea al menos híbrido sin enchufe. De formas redondas suaves el coche incluye la última tecnología full led en la iluminación. El frontal sin parrilla da paso a unos laterales musculados y a una zaga mejor rematada por arriba que por abajo, con esa moda de unir los pilotos traseros por una tira luminosa. Las llantas son de 19’’, lo suficiente para elevarlo de manera considerable.
Del interior destaca su amplitud. El salpicadero de líneas suaves y una calidad muy apreciable en los materiales –con los guarnicionados de las puertas puede ser bicolor- está presidido por una pantalla central tipo flotante de 12,8 o 15,6’’, según el acabado, y como una tableta puede girarse de manera vertical. De ella depende casi todo. Este coche suprime la práctica totalidad de los botones físicos, de manera que la pantalla controlará la climatización, el equipo de audio, etc…, restando rapidez a cualquier orden que se quiera dar. En todo caso puede controlarse por voz. Tras el volante se coloca otra pantalla de 10’’ bastante simple en comparación a las que hay en el resto del mercado, pero informa de lo necesario para saber qué está pasando cuando se circula. Cuenta con ‘head-up display’ para proyectar la información sobre el parabrisas. En la gran consola central delantera destaca por su diseño en cristal el selector de velocidad. Es aquí y en el volante donde todavía quedan unos pocos botones. Las cinco plazas del coche son para adultos. Los asientos delanteros son calefactados, ventilados y regulables eléctricamente con memoria. La distancia entre ejes y la altura al techo hacen que los viajeros altos no sufran ni en la plaza central trasera. El maletero es de unos buenos 552 litros. Por arriba el techo es panorámico y practicable. Entre el paquete de ayudas a la conducción está la posibilidad de manejar varias funciones del coche desde el teléfono móvil, lo que ya no es novedad al estar disponible en la mayoría de marchas, y tiene la posibilidad de suministrar energía de su batería a accesorios externos al coche.
Bajo el capó hay dos propulsores distintos, aunque el híbrido enchufable de momento no se comercializa en España. El eléctrico de 218 CV alimentado por batería. Esta puede ser de 71,8 kWh y con una autonomía declarada por el fabricante de unos 450 kilómetros o de 87 kWh que recorrería 500 kilómetros. La carga puede realizarse con 11 kW de corriente alterna y de 140 de continua. La función de carga rápida de 140 kW CC permite cargar el vehículo (de un estado de carga del 30 % a uno del 80 %) en tan solo 28 minutos. Su conducción invita a relajarse por su suavidad. Peca tal vez de suspensiones blandas, lo que se nota en zonas viradas pero se agradece en el paso de los resaltos y baches. Un pero es abrir el techo de cristal, lo que llena de ruidos aerodinámicos el interior. Es un coche para viajar e incluso callejear con la limitación de su tamaño y de encontrar un cargado en ruta –y que este funcione o no tenga un regimiento de coches esperando-, lo que obliga a preparar previamente el recorrido.
El BYD Seal U está disponible desde 42.290 euros.
El león crece
Clásico entre los clásicos, Peugeot va modernizando y mejorando una berlina de representación, el 508, un coche que ha cambiado su estampa respecto a la de 2019 aunando la imagen moderna que quiere transmitir la firma francesa con la inclusión de novedades técnicas. En versión berlina, con 4,75 metros, y familiar, con 4,79 metros, se trata de un coche pensado para la comodidad de los desplazamientos a grandes distancias. En el exterior estrena la nueva parrilla de Peugeot –con su nuevo escudo tipo retro-, nuevos faros full led que pueden ser matriciales. El conjunto hace el efecto de un coche mucho más ancho y moderno. De los laterales casi son iguales, mientras que la zaga está bastante conseguida en las dos versiones.
El Peugeot 508 alberga en su interior todo un salón de confort, en piel o plástico, con unos buenos acoples. Del salpicadero, pese al paso de los años, sigue sorprendiendo la colocación del volante –achatado- más bajo que la pantalla de instrumentación (i-cockpit). Esta es de 12,3’’ y ofrece una completísima información del funcionamiento del coche, de combustión e híbrido-. El salpicadero –con remates de aluminio cepillado o madera- discurre a la altura de la citada pantalla para albergar bajo esa línea el display de 8 o 10’’ de infoentretenimeinto, bajo el que se encuentra un teclado que hace más fácil su manejo-. Además su sistema ha sido mejorado y eso se nota. Se puede accionar por voz. La consola central baja desde ese punto hasta los dos asientos. En ella está un mini selector de marcha que se acciona empujándolo con dos dedos, casi inapreciable. Los butacones delanteros –los de las versiones superiores con certificado AGR por combatir los dolores de espalda- con todo lujo de ajustes, calefacción o masaje y tres plazas traseras reales que solo las penaliza la altura del techo, que no de las rodillas. Los maleteros son de 487 litros en la berlina y 530 litros para el ‘ranchera’. El único pero que se le puede sacar a este coche es lo bajo que se encuentran las plazas, lo que a las personas de edad les dificulta el acceso (lo que no ocurriría en un 5008). Cuenta con un amplio paquete de ayudas a la conducción con cámaras varias –incluida una de visión nocturna que alerta de obstáculos-, programador de velocidad activo, detector de ángulo muerto o de cambio de carril, etc…
Bajo el capó, el Peugeot 508 conserva los motores de gasolina y diesel, pero su oferta principal apuesta por los híbridos enchufables. De los térmicos parte del conocido bloque de gasolina con tres cilindros PureTech 130 de 1,2 litros y 130 CV y el diesel de cuatro pistones BlueHDi 1.5 de 1,6 litros y 130 CV. Luego vienen los híbridos enchufables l –de gasolina con cuatro cilindros + motor eléctrico integrado en la caja de cambios- el Plug-In de 180, 225 CV o 360 CV (este con otro eléctrico trasero de 113 CV). El cambio de la firma francesa es su automático pilotado e-EAT8. Conducir este coche es tener la sensación de comodidad y seguridad. Sus baterías declaran una autonomía de más de 60 kilómetros, pero en una situación real hay que pensárselo para llegar a los 45. En todo caso, lo motores de cuatro cilindros son sumamente potentes para tirar de su estructura. Un coche grande que le gustan las curvas en carreteras de montaña.
El precio del Peugeot 508 parte de los 38.610 euros.
Algo diferente
BMW está renovando su flota de SUV y en ella ha entrado del X2 un todocamino de 4,5 metros muy distinto en aspecto a la gama de la firma alemana. Y es que este coche es más bajo de techo y con una imagen que se asimila a un coupé pese a que cuenta con cinco puertas. Un coche muy vistoso que tal vez ha cambiado su imagen para parecerse más a un eléctrico, restando ese aspecto tan campero que tenía su predecesor. Puede decirse que es la versión deportiva del X1 o un X4 en miniatura. El exterior se moderniza adoptando la nueva parrilla hexagonal –que puede ser iluminada-, con unos faros ful led mayores. Pero es por detrás donde más cambios recibe el coche al acentuar su aspecto coupé con una caída importante del techo en perjuicio de la habitabilidad de las plazas traseras, como se verá más adelante. La zaga sigue siendo más cuadrada en su parte interior, con un parachoques también de nuevo por completo.
Al abrir la puerta se siente la calidad BMW pero salta a la vista que el fabricante apuesta por las nuevas tecnologías y la supresión de las botoneras. Así, en el salpicadero destaca la doble pantalla que lo preside y que está enfocada al conductor de 10,2’’ para la instrumentación y de 10,7’’ para el infoentretenimiento. Se puede configurar según las preferencias, pero hay que leer bien el libro de instrucciones para hacerlo. El salpicadero cuenta con mucho remate metálico, pero la calidad de la piel y los plásticos sigue siendo de primera. Entre los asientos delanteros está una especie de consola elevada con el reposabrazos que incluye el freno de estacionamiento y el selector de la palanca de cambio, los cuatro modos de conducción o para elegir el sistema de motor eléctrico, entre otros pocos botones. Los asientos delanteros, en piel y tela o deportivos pueden contar con calefacción y masaje. La plaza traseras la caída del techo penaliza a las personas altas, pero siguen siendo muy cómodas. El maletero varía en función del motor y la tracción y la batería si es híbrido va desde los 515 a los 560 litros. Por arriba el techo es practicable como opción. En cuanto a las ayudas a la conducción este BMW está bastante completo y de las mismas destaca como opción la suspensión adaptativa en función del modo de conducción.
Bajo el capó BMW ofrece un amplio abanico de opciones. Parten del sDrive20i de gasolina de tres cilindros con 1,5 litros y 170 CV o el deportivo M35i xDrive de 300 CV. En diésel están los sDrive18d de 2.0 litros de 150 CV y el xDrive20d de 163 CV. Además están los eléctricos eDrive20 de 204 CV y xDrive30 de 313 CV. Ambos montan una batería de 66,5 kWh que se puede cargar tanto en corriente alterna de 11 kW y 22 kW o continua de 130 kW. Los coches térmicos pueden tener cambio automático con levas en el volante o el sistema Steptronic de doble embrague. Como siempre en esta marca la X significa tracción a las cuatro ruedas. Cuentan con hibridación ligera de 48v los sDrive20i y xDrive20d. Por su parte el iX2 tiene una autonomía declarada de 478 kilómetros en situaciones óptimas en su versión de tracción delantera.
Conducir un BMX serie X es punto y aparte en todos los sentidos. Uno, pese a los obstáculos tecnológicos que pone la marca alemana, se termina por rendir ante un coche seguro y con aplomo, con un amplio catálogo de motores y, según su potencia, más o menos duro de amortiguación. Pero no hay que olvidarse que es un SUV que puede acceder a caminos sin muchas barreras naturales.
El nuevo BMW X2 está disponible desde los 47.300 euros.
Chiquito, pero con todo
Kia acaba de renovar su urbano Picanto, un coche que da para mucho más que circular por las calles de una ciudad. Se trata de un coche que vive su tercera generación nacido en 2017 que recibe todas las reformas estéticas que la marca coreana imprime a sus nuevos modelos. Por fuera monta el diseño denominado Opposites United, un elaborado ‘collage’ de elementos entre los que están la toma de aire superior, el nuevo paragolpes y la parrilla ‘tiger nose’ –nariz del tigre-, Los grupos ópticos led son opcionales y están unidos por una tira luminosa. Por detrás resalta la conectividad vertical entre los pilotos rediseñados y el paragolpes trasero nuevo. También se renueva el portón trasero. Todo en 3,5 metros en los que hay cinco plazas.
Por dentro este pequeño Kia parece mucho mayor por todo lo que a la vista lleva y dependiendo de los tres niveles de acabado o la personalización que de elija. De serie lleva una pantalla de instrumentación de 4,2’’ tras el volante y otra tipo flotante en el centro de un salpicadero de lo más clásico de 8’’ y táctil. Esta cuenta con reconocimiento ‘online’ de voz para buscar destinos o pedir la información meteorológica. Por debajo cuenta con las ruletas del climatizador y botoneras, lo que siempre se agradece. El cambio de marchas y el freno. Las plazas delanteras son más que correctas para un urbano, mientras que si se es alto en las traseras están penalizadas las rodillas y la cabeza. El maletero es de 255 litros. Entre las ayudas a la conducción de este pequeño están las aletas frontales con frenada de emergencia, asistente de ángulo muerto, mantenimiento de carril y la alerta de tráfico trasero cruzado o el aviso automático de frenada de emergencia (enciende los cuatro intermitentes).
El nuevo Picanto cuenta con dos motores de gasolina de 1,0 o 1,2 litros. El de 1,0 es un bloque de tres cilindros con 67 CV, mientras que el motor de 1,2 lleva cuatro pistones con 84 CV. Kia reduce la emisiones en estos motores quitando el turbo incorporando conductos de recirculación de gases de escape mejorados y un ajuste optimizado de las válvulas de admisión. Ambos motores impulsan las ruedas delanteras mediante una caja de cambios manual de cinco velocidades o la manual automatizada de Kia. Está basada en un cambio manual de cinco velocidades y, mediante actuadores, tiene automatizadas las funciones de accionamiento del embrague y engranamiento de las marchas. La elección del propulsor está en manos del destino que se pretenda dar al coche. Si solo es para desplazamientos cortos el tricilíndrico es bueno, pero si se trata de pedir algo más el 1,2 litros es la elección. No en vano hasta hace unas décadas en España se circulaba con coches de 60 CV, eso sí, hay que tener en cuenta que este motor no empuja, con lo que los adelantamientos comprometidos son mejor obviarlos.
El Kia Picanto está disponible desde 16.526 euros.
Renovarse o morir
Skoda mantiene su Octavia con una actualización de sus líneas respecto al modelo de 2024. El otrora berlina preferida de los taxistas cayó ante los híbridos japoneses, pero se mantiene todavía en las flotas de VTC. Duradero. Ese es el carácter de un coche lleva 30 años, con siete millones de unidades en el mercado, y que poco a poco se ha ido contagiando del Grupo Volkswagen con sus motores, tecnología y sus precios. La cuarta generación dee 4,7 metros, esta berlina –también puede ser familiar o Combi-. Por fuera las novedades están en su parrilla, los parachoques delantero y trasero, una parrilla más vistosa y moderna. Lo faros son les de serie. Los faros Matrix led de segunda generación están disponibles como opción para los niveles de acabado Selection y Sportline. Mientras que el módulo exterior bi-led se utiliza para las luces de cruce y carretera, el módulo interior tiene 36 segmentos matriciales individuales en dos filas. Los faros se angulan contra la parrilla. No cambia sus formas de chapa, dejando a la vista un coche elegante, con aires deportivos y una zaga que mejora con los años. La firma checa también monta nuevos diseños de llantas.
Al abrir la puerta el coche mejora ostensiblemente, aunque casi igual al modelo de 2020. Cuenta con un bonito salpicadero, que puede ser bitono, con tres alturas. En la central se encastra el cuadro de instrumentación digital de 10’’ y en el medio del tablero se alza la pantalla de infoentretenimiento que crece hasta las 13’’, de serie es de 10’’. Esta pantalla tiene el asistente de voz llamado ‘Laura’ que puede integrar el ChatGPT. Por debajo, como cayendo sobre la consola que divide los asientos, hay todavía botoneras, pero entre ellas no está el climatizador. La consola central cuenta con un minúsculo selector de marcha –solo caben dos dedos para accionarlo-. Aluminio, plástico, piel, materiales sumamente bien rematados y acoplados. Todos asientos –los delanteros pueden ser calefactables- siguen siendo de primera para que viajen cómodamente cinco adultos, mientras que el maletero es de 600 litros en el berlina y de 640 en el Combi. La firma sigue incluyendo sus ‘gadgets’ o Simply Clever con paraguas, ganchos o huecos innumerables por todo el coche. Hay cuatro acabados, desde el básico al deportivo RS. Skoda incluye las mismas ayudas a la conducción que el modelo precedente, que eran ya muy completas, a las que se suma un asistente de aparcamiento que se acciona de manera remota.
El Octavia no renuncia a los motores de combustión pero en esta edición deja los híbridos enchufables, los bloques de tres cilindros y el GNC (gas natural comprimido). Así en gasolina monta el conocido bloque de cuatro cilindros 1,5 TSI de VW que desconecta dos pistones si no es necesaria toda la potencia y que puede tener 115 o 150 CV. Ambos motores pueden también montar hibridación ligera de 48 V -denominada MHEV-. El segundo bloque es el 2,0 TSI de 204 o 265 CV -primero llegará el año próximo y tendrá tracción total-. El Octavia cuenta en diesel con el bloque 2.0 TDI de 115 o 150 CV. El cambio es manual de seis velocidades o automático DSG de doble embrague y siete relaciones en todos los motores menos en los dos menos potentes.
Circular con el Octavia es sumamente sencillo. Aparcarlo es otra cosa. Skoda ha hecho bien en quitar los motores pequeños, dado que los más de 1.300 kilos que pesa, a los que se suma la carga, necesitan de al menos 150 CV para poder circular sin demasiados esfuerzos. Sus reacciones son suaves y su tacto directo. Se trata sin lugar a dudas de un vehículo para viajar, mejor si es en familia porque hay espacio para todos.
El precio del nuevo Skoda Octavia parte de los 32.500 euros.