La demonización del diésel está estrechamente relacionada con la falta de políticas para incentivar la renovación del parque automovilístico, con una antigüedad tal que apenas el 10% de los vehículos que circulan actualmente cumplen con la última normativa vigente (EURO6)
TEXTO: JAVIER VARELA y J.L. ALVAREZ
«El diésel tiene los días contados. Durará más o menos, pero sabemos que el impacto de las partículas que emite en lo que respiramos es suficientemente importante como para ir pensando en un proceso de salida». Con estas palabras, la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera aventuraba la postura del Gobierno sobre el diésel y su futuro. Según la ministra es un problema, sobre todo, de salud pública, ya que los motores de gasóleo emiten ciertas partículas y gases (como los famosos NOx) que son perjudiciales para el organismo. Sobre todo, en entornos urbanos, donde se acumulan con una mayor frecuencia y abundancia. Una situación agravada por el envejecimiento del parque automovilístico, que tanto se ha denunciado desde el RACE. «La crisis se llevó por delante una parte significativa de las compras aspiracionales, lo que ha contribuido al paulatino envejecimiento de nuestro parque móvil, pasando de los 8 años al inicio de la crisis a los actuales 12 de media», señala Ignacio García Roji, analista y el responsable del área de negocio de VN de Autocasion y Unoauto.
Desde el pasado 1 de septiembre todos los coches nuevos que se matriculen deben estar ya homologados exclusivamente por el ciclo WLTP, lo que conlleva varias importantes reformas respecto al anterior protocolo NEDC, que hará que los nuevos modelos lleguen con cambios que afectarán al vehículo y al bolsillo del conductor. Aunque de momento no se habla de eliminar los vehículos diésel, sí que se ha dejado claro que la intención es ir retirándolos de circulación y, de forma paulatina, ir prohibiéndoles el acceso a algunas zonas de las ciudades basándose en la catalogación ambiental y la antigüedad. Este hecho deja a los Vehículos de Ocasión (VO) con motor diésel en una situación comprometida ante la falta de salida en un mercado cada vez más competitivo.
Evolución de la venta de vehículos según el combustible
Se ha invertido la venta de vehículos por combustible
«Se han invertido los datos de venta de vehículos por combustible tanto en nuevo como en ocasión: si antes se vendían a razón de un 70% vehículos diésel y 30 % gasolina, actualmente los diésel se sitúan por debajo del 38% de las ventas totales, que se reparten entre vehículos gasolina híbridos y eléctricos», señala Marcel Blanes, responsable de marketing institucional de coches.net. «Si nos centramos en los últimos 5 meses, observamos que en la venta de vehículo nuevo, los diésel representan el 37% y los de gasolina el 57%», añade. A mediados de septiembre, los principales entes de la automoción española (Anfac -patronal de fabricantes-, Aniacam -asociación de importadores-, Faconauto -concesionarios-, Ganvam -posventa y segunda mano- y Sernauto -proveedores-) lanzaron una carta abierta al público, firmada por sus respectivos presidentes, en la que dejaban clara su postura ante el asunto del diésel y el acoso al que están siendo sometidos estos vehículos por parte de las administraciones.
«La respuesta del mercado a estos rumores y declaraciones sobre el tema del diésel (impuestos…) se ha reflejado en el mercado, tanto en el de vehículos nuevos como de ocasión», señala Marcel Blanes. Una idea que comparte Ignacio García Roji: «Antes de estigmatizar el diésel, tenemos que tener en cuenta que las próximas dos generaciones de nuevos modelos que están por llegar están basados en un mercado con una tendencia mayoritariamente diésel pero que en todos los casos cumplirán con las normativas Euro6 en su versión más estricta (Euro6d)».
Aumenta la oferta diésel en el mercado VO
La realidad es que en el mercado de VO «la oferta de los vehículos diésel ha ido aumentando desde principio de año (durante el primer semestre de 2018, la oferta de automóviles diésel ha representado el 71’3% de las ventas), hecho que conllevado una reducción en el precio de venta», señala el responsable de marketing institucional de coches.net. Curiosamente, «el precio de los vehículos nuevos de combustible diésel se ha mantenido, entre otros motivos, para no incrementar el coste del vehículo que ya de por sí están siendo menos demandados», añade. «El 64% de los vehículos vendidos de ocasión en 2018 son diésel», aporta el Analista y el responsable del área de negocio de VN de Autocasion y Unoauto. «Con el nuevo ciclo de homologación, cualquier elemento que aumente el peso del vehículo o modifique la relaciones requerirá de una homologación específica, por lo que la libre selección de equipamientos opcionales tenderá a restringirse en favor de paquetes de equipamiento cerrado», puntualiza sobre los nuevos modelos diésel.
La posición del Gobierno respecto a la situación del diésel lleva a los propietarios de vehículos diésel a una incertidumbre porque «la demonización del diésel está estrechamente relacionada con la antigüedad de nuestro parque móvil, ya que apenas el 10% de los vehículos que circulan actualmente cumplen con la última normativa vigente (EURO6)», apunta Ignacio García Roji. «Los diésel más contaminantes son los vehículos ‘viejos’ (aquellos con más de 10 años de antigüedad), y con esta franja de edad los vehículos de gasolina también contaminan», añade Marcel Blanes.
Restricciones de circulación
Esta situación hace que el mercado de VO se mantenga activo a pesar de los mensajes que llegan desde el Gobierno. «Es importante recordar a los futuros compradores que todos los vehículos homologados desde Septiembre de 2014 cumplen con la normativa actual Euro6, con independencia del combustible que sean», asegura García Roji. Además, «sigue existiendo y existirá un amplio sector de propietarios para los que el vehículo diésel es la mejor alternativa y no deben renunciar a ella». Con el hecho de que los fabricantes sigan matriculando coches con homologación antigua hasta final de año –con permiso de las administraciones- para evitar un posible colapso de vehículos en las fábricas, «a los concesionarios no les quedará más remedio que realizar mayores esfuerzos aún, si quieren revitalizar la demanda de particulares. Eso sí, con la novedad de que también los distribuidores de VO tendrán que arrimar el hombro ante esta invasión de unidades automatriculadas que compiten directamente con una parte importante de su stock», matiza el portavoz de Autocasión y Unoauto.
Las normativas municipales para reducir la contaminación deberían venir acompañadas de ayudas para la renovación del parque automovilístico porque «en España más del 60% de los vehículos son diésel y, de estos, casi la mitad tienen más de diez años», señala Blanes. «No se puede penalizar a todas estos propietarios. Este cambio debería pasar por un proceso en el que las ayudas o facilidades al propietario de vehículo diésel estuvieran presentes para así poder desprenderse de estos coches más fácilmente», añade. Debe producirse una «estimulación, no una prohibición», finaliza. Y es que como señala García Roji, «cualquier futura restricción de circulación se basará en la normativa sobre emisiones o cuestiones residenciales o de tipología de vehículo pero no se basaran en la tipología de combustible».
La ocasión se electrifica
A día de hoy los compradores de vehículos de segunda mano siguen prefiriendo los diésel y los gasolina a los llamados de bajas emisiones. Y es que las amenazas del Gobierno a subir el precio del combustible fósil y penalizar su uso en las ciudades todavía tienen que superar otro hándicap: no todo el mundo puede comprarse un coche nuevo. Según del Grupo Autónomo Nacional de Vendedores de Automóviles, Camiones y Motocicletas, Ganvam, desde el 1 de enero y hasta el 31 de agosto de 2018 se vendieron en España 1.413.174 millones de turismos y todoterrenos de ocasión, lo que representa un aumento del 6,12% respecto al mismo período del año anterior.
Por número de ventas, a la cabeza están los vehículos con motores diésel con 909.668 unidades, aunque pese a ello experimentan el menor crecimiento porcentual con el 5,76%. Tras ellos se sitúan los gasolina, con 491.375 unidades, lo que supone un 6,02% de aumento respecto al año anterior.
A partir de aquí los incrementos porcentuales de ventas son más que espectaculares, aunque la estadística no hace referencia a los híbridos que utilicen gas comprimido o licuado. En los ocho primeros meses del año se vendieron 752 coches eléctricos, lo que representa un incremento del 35,50% respecto al año anterior.
Los híbridos con motor de gasolina sumaron 10.045 unidades, un 47,09% más, mientras que los híbridos con propulsor de gasoil fueron 334, lo que significa un incremento del 33,07%. Los crecimientos más significativos los cosecharon los vehículos híbridos enchufables. De los que del motor de combustión que se mueve por gasolina se vendieron 976 coches y todoterrenos, lo que supone un importante aumento del 140,55% respecto los ocho primeros meses de 2017. El porcentaje salta con los híbridos enchufables diésel, que aunque solo supusieron 33 unidades representan un incremento de las ventas del 230%.