El grupo automovilístico opta por una estrategia en la que tendrán un gran peso sus centros de producción de vehículos de Madrid, Zaragoza y Vigo.
TEXTO: JOSÉ MANUEL ANDRÉS
Muchos de los análisis de futuro en el mundo del motor apuntan a un crecimiento significativo de los vehículos eléctricos en los próximos años. Tanto es así que, según un informe de la consultora PwC, se prevé que alrededor del 55% del parque automovilístico sea eléctrico o híbrido en 2030. En el grupo PSA, que incluye las marcas Peugeot, Citroën, Opel, DS o Vauxhall, han tomado buena nota de esta tendencia y, en consonancia, han orientado su estrategia alrededor de la electrificación de sus coches.
Una apuesta que pasa en buena medida por España, donde las plantas que el grupo tiene en Madrid, Zaragoza y Vigo jugarán un papel esencial para permitir que cada modelo tenga su versión eléctrica en el próximo lustro. En Vigo se producirá el Peugeot 2008, en Zaragoza el Opel Corsa y en Madrid un modelo aún por determinar, pero todos ellos 100% eléctricos.
Se trata, además, de una posición de la compañía anunciada en un evento que contó con la presencia de Alexandre Guignard, director de la unidad de negocio de los vehículos de bajas emisiones de PSA; Juan Antonio Muñoz Codina, director general del grupo en la península ibérica y Christophe Mandon, director general de la división comercial de la compañía, y que coincidió con la celebración de la cumbre del clima (COP25) en Madrid.
En 2021, la legislación europea exigirá a los fabricantes la reducción de hasta un 40% de sus actuales emisiones medias de dióxido de carbono (CO2) por kilómetro. Por ello, PSA ha optado por adelantar terreno y, para impulsar la apuesta por la fabricación de eléctricos, ha reforzado la red de puntos de recarga, una de las principales debilidades actuales y que evita, en muchos casos, que el potencial usuario acabe decantándose por este tipo de motorización. Así, desde el grupo automovilístico han optado por la instalación de hasta 2.000 centros de recarga para toda su red de vehículos.
Siete grandes tendencias
Más allá de esta indudable apuesta por el vehículo de bajas emisiones, la estrategia de futuro de PSA se estructura en base a siete tendencias que desde la compañía aseguran haber detectado en el sector: la divergencia en el mercado, el vehículo compartido, el medio ambiente, la conectividad, el vehículo autónomo, la digitalización y los cambios en el comportamiento del cliente. De esta manera, sus objetivos pasan por adaptar su oferta a las necesidades específicas de cada jornada, seguir apostando por el pilar ya comentado de la producción de vehículos eléctricos e híbridos para adaptarse a las normativas en materia de emisión de gases contaminantes, adaptar su producción a la proyección de que entre un 5 y un 26% de los vehículos vendidos en 2035 sean compartidos, autónomos o eléctricos, mejorar las plantas de fabricación, los proyectos de I+D, las políticas de ventas y marketing y las relaciones internas y con los clientes, y por último, ofrecer a todos la oportunidad de moverse libremente, ya sea en zonas rurales o urbanas o en países occidentales o emergentes.