En una época en la que cada vez vivimos más conectados a Internet a través de los dispositivos móviles, el mercado automovilístico apuesta por incorporar en algunos de sus vehículos su propio ‘router’
Texto: MIGUEL OLMEDA
Los noventa fueron de las cintas de casete, el inicio de siglo trajo consigo el formato CD-ROM, luego llegó la revolución telefónica de la mano de los móviles y ahora es el turno de Internet. El sector automovilístico ya incorporó con éxito las novedades en torno a la música con los diversos reproductores y permitió hablar al volante con los dispositivos ‘bluetooth’. Como era de esperar, no se ha quedado atrás en la conectividad que a día de hoy centraliza muchas de nuestras vidas.
Y es que ya no nos conformamos con poder usar nuestras propias conexiones de datos en el móvil, sino que demandamos un Wi-Fi que nos deje navegar a toda velocidad, subir una foto a Instagram del paisaje que estamos recorriendo o tuitear cómo acaba de adelantarnos un Ferrari en la autopista. Es por eso cada vez más fabricantes se están apuntando a la moda ‘online’, incorporando a su catálogo de extras la posibilidad de contar con una conexión ‘hotspot’ que dota de internet al vehículo y a sus ocupantes. Este Wi-Fi funciona a través de una tarjeta SIM 4G insertada en el sistema del propio coche.
La primera firma en acercar al mercado español la conexión a Internet a bordo fue la alemana Audi. Mediante su sistema Audi Connect, el modelo A8 ya traía en 2010 su propio punto de acceso. Éste consiste en un WLAN integrado que requiere de una tarjeta SIM o un móvil con ‘bluetooth’ y sistema de acceso a la tarjeta SIM remoto, y permite la conexión de hasta ocho dispositivos diferentes, desde un teléfono a un portátil, pasando por una videoconsola o una ‘tablet’. Además, el sistema permite al conductor acceder a información ‘online’ en la pantalla táctil del vehículo, como la gasolinera más cercana, el estado del tráfico a tiempo real, e incluso una visión del destino en Google Earth o Street View.
En la misma línea de Audi, su compatriota BMW lanzó el sistema ConnectedDrive, que funciona a través de un módulo situado en el maletero y que ofrece conexión a Internet tanto en España como en el extranjero. A través de la SIM, los pasajeros del vehículo pueden conectarse a Internet, y el conductor disfruta de múltiples opciones para facilitar y hacer más ameno su viaje: tráfico en tiempo real, noticias, meteorología, búsqueda local de Google, información y reseñas del destino y hasta conexión a redes sociales como Facebook y Twitter sin apartar la vista de la carretera.
Aunque la firma por antonomasia en el asunto de las conexiones Wi-Fi sobre ruedas es Opel, quizás por tratarse de vehículos de un precio más asequible y ser sus modelos Astra y Corsa muy recurrentes entre el público juvenil. El sistema OnStar proporciona un punto de acceso a Internet válido tanto para el propio coche como para otros siete dispositivos en su interior. Otras funciones de OnStar son la asistencia en caso de robo del vehículo, un control remoto del mismo a través de una aplicación para ‘smartphones’ y una respuesta automática en colisiones.
Ford, el próximo en llegar
Otras marcas como Toyota, Mercedes, Volvo y Lexus también incorporan ya el sistema de conexión a Internet mediante Hotsport, Connect Me, Sensus Connect y On Call, mientras que Ford será el próximo fabricante en apuntarse a la moda del Wi-Fi. A principios de 2017, la firma estadounidense anunció en el Mobile World Congress una colaboración con Vodafone para llevar la conectividad a toda Europa con el FordPass Connect. Este sistema incorpora una antena externa y permite que hasta diez dispositivos se conecten a Internet.
Volkswagen, sin embargo, aún no incorpora el sistema Wi-Fi en sus modelos, pero hasta que lo haga ofrece un dispositivo más arcaico -aunque igualmente útil- para aquellos usuarios que deseen conectarse a Internet a bordo. A través de su desmotivo USB Carstick, que cuesta 80 euros en la tienda oficial Volkswagen, se inserta una tarjeta SIM que hace las veces de punto de acceso.
Android al volante
Luego están aquellas marcas que, aunque todavía no apuestan por incorporar dispositivos de conexión a Internet, sí que lo hacen por incluir funciones de Android en la pantalla táctil del coche. Así, vinculando el ‘smartphone’ al vehículo, el conductor puede mandar SMS a través de la voz o escuchar sus mensajes de Whatsapp, entre otras funciones.
Entre estas opciones destaca el sistema Mirror Screen, que emplean tanto Peugeot como Citroën. Con el vehículo conectado al teléfono del conductor, las aplicaciones de éste se adaptan para poder ser utilizadas y visualizadas en la pantalla de 7 pulgadas sin comprometer en ningún momento la seguridad en la carretera. Mirror Screen se activa conectado el ‘smartphone’ con un cable similar al de la carga de batería, utiliza la tarifa de datos del propio móvil y no precisa de suscripción suplementaria.
En la misma línea funcionan los sistemas MirrorLink de Seat y SmartLink y SmartGate de Skoda, aunque en el caso de la marca checa los nuevos modelos Kodiaq y Scout también permiten la incorporación de un punto Wi-Fi.