Ponerse al volante teniendo algunas afecciones físicas y psíquicas es algo que puede poner en riesgo tanto al conductor como al resto de usuarios de la vía.
TEXTO: JAVIER VARELA
Ponerse al volante es una responsabilidad para todos los conductores. Ya sea de forma diaria o puntual, o para desplazarse a su trabajo o viajar por placer, conducir es un acto que requiere de toda la atención por parte del conductor. Cuando nos montamos en el coche tenemos que saber que nos encontramos en perfectas condiciones físicas para llevar a cabo el trayecto, por lo que hacerlo teniendo algunas afecciones físicas y psíquicas es algo que puede poner en riesgo tanto al conductor como a los acompañantes del vehículo y al resto de usuarios de la vía.
Los conductores saben que cuando comienzan un trayecto deben respetar la señalización, no superar el límite de velocidad establecido o cumplir las normas de circulación como no utilizar el móvil al volante, descansar en viajes largos o revisar el vehículo de forma periódica. El no cumplimento de estas normas suele estar penado con multas económicas y retirada de puntos del carné de conducir. A esto hay que sumar las prácticas que muchos conductores realizan sin saber que están prohibidas por la Dirección General de Tráfico (DGT), con consecuencias fatales.
Además, el conductor debe contar con unas capacidades perceptivas, cognitivas y motoras mínimas para realizar una conducción segura y saber decidir cómo responder y actuar de forma precisa ante cualquier situación.
26.000 personas no pueden renovar el carné
Miles de españoles llevan a cabo todos los años el trámite de sacarse o renovar el carné de conducir, pero existe un pequeño grupo que está inhabilitado para ir al volante por su discapacidad o por el hecho de sufrir una enfermedad. En muchos casos, el desconocimiento hace que estas personas sigan conduciendo con el riesgo que eso supone tanto para ellos como para el resto. De hecho, se calcula que cada 12 meses, unas 26.000 personas no pueden renovar su licencia por alguno de estos motivos que contempla la DGT.
En su afán por minimizar los accidentes de circulación y llegar al objetivo marcado por el proyecto internacional ‘Visión Cero’, con el que pretende lograr un sistema de tránsito sin muertes o lesiones graves y alcanzar en el año 2050 la cifra de cero muertes en la carretera, la DGT ha dado a conocer, entre otras medidas, la lista con las afecciones que impiden conducir. Lejos de ser una discriminación, estas reglas se fijan porque se considera que la condición física o mental de una persona impide una conducción segura. Es tal el control que se busca en estos casos, que conducir con ciertas afecciones puede suponer la retirada total del carné de conducir.
Además de que los síntomas de estas enfermedades pueden afectar a diferentes habilidades necesarias para poder circular, sus tratamientos también suponen incompatibilidad para conducir, tal y como se advierte en algunos prospectos de medicamentos. Entre esos efectos podemos encontrar mareos, somnolencia, doble visión o visión borrosa o reducción de reflejos. Si se llegase a la situación de que se retire el permiso de conducir por hacerlo teniendo alguna de las afecciones indicadas, se podrían recibir multas de hasta 6.000 euros.
La DGT incide en que este listado, que se divide en nueve categorías, está apoyado en estudios científicos que demuestran que cuando los conductores sufren alguna de estas enfermedades, tienen mayor riesgo de sufrir un accidente. Las nueve categorías se dividen en: vasculares, cardiacas, psiquiátricas, neurológicas, endocrinas, digestivas, respiratorias, oncológicas, crónicas y degenerativas e impiden conducir o renovar el carnet.
Enfermedades vasculares
• Disección: tras un plazo de seis meses desde la operación, se podrá renovar de 1 a 2 años.
• Aneurisma de grandes vasos: en caso de que no exista peligro de rotura de vasos sanguíneos se podrá hacer una renovación de 1 a 10 años.
Enfermedades cardiacas
• Arritmias.
• Infarto agudo de miocardio: deben haber pasado como mínimo 6 meses desde que sucedió.
• Portadores de prótesis valvulares: el mismo caso que con el infarto de miocardio.
• Portadores de marcapasos: tres años de vigencia una vez que haya pasado un mes desde la colocación.
• Portadores de desfibrilador automático: igual que el caso del marcapasos.
Enfermedades psiquiátricas
Si el trastorno es leve y el paciente cuenta con un informe médico que así lo avale, en el resto de los casos, se estará incapacitado para conducir si se padece:
• Demencia y Trastorno de ansiedad.
• Trastorno de la personalidad.
• Depresión.
• Trastorno del sueño.
• Trastorno Obsesivo Compulsivo.
• Trastorno del desarrollo intelectual.
• TDH.
• Dependencia del alcohol y/o drogas.
Enfermedades neurológicas
• Crisis o pérdida de conciencia: si ha ocurrido durante el último año, es imposible que se renueve.
• Epilepsia: vigencia de 1 a 10 años.
• Accidente isquémico transitorio: hasta un año de ampliación con un informe favorable.
Enfermedades endocrinas
• Hipotiroidismo y paratiroides: podrá renovarse entre 1 y 10 años.
• Diabetes mellitus insulinodependiente: renovación entre 1 y 5 años.
Enfermedades digestivas
• Trasplante renal: deben haber pasado como mínimo seis meses desde la operación.
• Nefropatía con diálisis: posibilidad de sacar o renovar el permiso de 1 a 10 años.
Enfermedades respiratorias
• Apnea del sueño: con un informe positivo del médico, será posible su renovación durante un período de tres años.
• Disnea permanente en reposo o de esfuerzo leve: la prohibición de renovar será permanente.
Enfermedades oncológicas
• Trastornos oncohemáticos: no debe haber alteraciones graves. Entonces, se podrá renovar durante un año.
• Dolencias oncológicas: el individuo debe estar sin ninguna dolencia ni tratamiento para poder renovar el permiso. En dicho caso logrará una renovación de entre 1 y 5 años.
Enfermedades crónicas y degenerativas
Todas las siguientes enfermedades son incompatibles con la conducción.
• Alzheimer.
• Esclerosis lateral amiotrófica.
• Temblor esencial.
• Enfermedad pulmonar obstructiva crónica.
• Distrofia muscular.
• Osteoporosis.
• Parkinson.
• Artritis reumatoide.