La cajas negras en los coches, que registran el momento previo y posterior de un accidente para poder saber después qué ha ocurrido, son obligatorias desde el pasado 7 de julio
TEXTO: ANDREA GANTES
Desde el 7 de julio, todos los coches de nueva matriculación en España deberán contar con una caja negra. Así lo ha dictaminado la Unión Europea con el objetivo de mejorar la seguridad vial y reducir el número de accidentes en las carreteras. La caja negra es un sistema avanzado de ayuda a la conducción, o ADAS por sus siglas en inglés, que registra el momento previo y posterior de un accidente para poder saber después qué ha ocurrido. De acuerdo a un estudio elaborado por el Parlamento Europeo, gracias a los ADAS podrían llegar a evitarse 25.000 muertes y más de 140.000 heridos graves en los próximos 15 años, e incluso conseguir alcanzar las cero muertes en carreteras europeas para 2050.
¿Qué son las cajas negras?
La función de la caja negra o sistema EDR (Registrador de Datos de Eventos) es grabar y almacenar los parámetros técnicos del vehículo constantemente. Conforme la caja negra registra los datos, se eliminan al poco tiempo, excepto en caso de accidente grave que se conservan de manera automática para poder saber a posteriori qué ha sucedido. El EDR registra hasta 15 elementos pertinentes, como el momento de la frenada, la velocidad, la fuerza del impacto o las revoluciones del motor. La información registrada es clave en caso de siniestro, por lo que su acceso está restringido y tan solo la autoridad competente podrá ver los datos con el objetivo de esclarecer los hechos.
Contrariamente de lo que su nombre indica, se trata de un dispositivo de color naranja para facilitar su localización en caso de accidente y debe ser resistente para no sufrir daños durante el impacto. De hecho, tampoco tiene por qué tener forma de caja, en los coches tiene el tamaño aproximado de un teléfono móvil y va colocado bajo el asiento del conductor, atornillado al chasis y conectado con la centralita del vehículo.
Muchas personas ya están familiarizadas con este sistema de seguridad por la cobertura mediática de los accidentes de aviación, ya que la caja negra es obligatoria en todos los vuelos comerciales por ser la que permite indagar la causa o causas de las catástrofes. Además, en el caso de los aviones, también quedan registradas las conversaciones previas al accidente dentro de la cabina, ya que cuenta con una grabadora de audio. La información de la caja negra también es de gran utilidad a modo de prevención de futuros accidentes, ya que concede la oportunidad de identificar errores de actuación o realizar cambios en los instrumentos que repitan un mismo fallo, por ejemplo.
Normativa de la UE
A pesar de que la incorporación de una caja negra es obligatoria desde 2022 en todos los vehículos homologados por la Unión Europea, a partir de este 7 de julio de 2024 también lo será en todos los automóviles de nueva matriculación en la UE, y por consiguiente España. La normativa afecta a todos los turismos de categoría M1, es decir, aquellos coches destinados al transporte de personas que cuentan con un máximo de nueve plazas, incluida la del conductor. Además, también afecta a todos los vehículos comerciales N1, que incluye camiones y furgonetas de menos de 3.500 kg de peso.
Además del dispositivo EDR, los vehículos recién fabricados deben incluir otros sistemas adicionales de seguridad, como la instalación previa de un dispositivo de bloqueo por alcoholemia, un asistente de control de velocidad inteligente, un detector de fatiga y somnolencia o una alerta de cambio involuntario de carril.
El origen del EDR
Se trata de un dispositivo muy sofisticado que ha ido evolucionando con el tiempo, por lo que no cuenta con un único inventor al que se le pueda atribuir todo el mérito. Su origen se remonta a 1939, cuando el ingeniero francés François Hussenot diseñó una rudimentaria caja hecha con film fotográfico que captaba el flash de los sensores a bordo, registrando así el historial del vuelo.
Sin embargo, la versión más primaria de lo que denominamos a día de hoy caja negra es obra del ingeniero australiano David Warren. En 1953, le pidieron que ayudara a descubrir la causa de una serie de accidentes aéreos y pensó que poder saber qué había pasado en los segundos previos habría resuelto la incertidumbre. Un año después, Warren propuso instalar un dispositivo de grabación en la cabina del piloto al que denominó «Unidad de Memoria de Vuelo». Para 1960, los registradores de vuelo, tanto de datos como de voz, ya eran obligatorios en los aviones comerciales.