El 38% de los impuestos y tasas de circulación de los de los conductores europeos no se reinvierten en el mantenimiento, renovación y mejora de las infraestructuras de carreteras de Europa.
Texto: JAVIER VARELA
¿Cuánto se reinvierte de los impuestos que pagan los automovilistas europeos en infraestructuras? Poco más del 60 por ciento, en concreto el 62. Así lo confirma un análisis de la FIA y sus clubes miembros, entre los que está el RACE. Unos datos que han hecho que la Comisión Europea está considerando autorizar un cobro adicional para financiar la infraestructura y gestionar el uso de las carreteras por el beneficio de los conductores y para aumentar la seguridad en los trayectos. Entre las conclusiones de este análisis, se confirma que los automovilistas europeos hacen una contribución significativa a los presupuestos públicos, muy superior a los ingresos necesarios para cubrir los costes de operación, mantenimiento, renovación y mejora de la infraestructura de carreteras de Europa.
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Para conocer el alcance de las inversiones realizadas por los países de la Unión Europea, la FIA Region I, y los clubes miembros como el RACE, han querido examinar exactamente cuánto cuestan las redes viarias a los gobiernos de los estados miembros de la UE en comparación con los ingresos que obtienen de los usuarios de las carreteras. Analizando los datos se desprende que los automovilistas europeos hacen una contribución significativa a los presupuestos públicos, muy superior a los ingresos necesarios para cubrir los costes de operación, mantenimiento, renovación y mejora de las infraestructuras de carreteras de Europa.
Los datos de recaudación por impuestos y tasas de circulación en los países de la UE (salvo Chipre) en el año 2013 señalan que se amasaron 286.300 millones de euros, mientras que se invirtieron en la red viaria 178.400 millones de euros. De hecho, entre 1995 y 2013 se ha reducido progresivamente el gasto en infraestructura vial, por lo que la diferencia entre los ingresos procedentes de las tasas e impuestos de los conductores y el gasto público en infraestructuras viales aumenta año tras año.
¿Qué pagan los conductores?
La compra de un nuevo vehículo, además de la satisfacción de la conducción, supone para el automovilista una serie de impuestos y tasas fijas. Se trata del Impuesto de matriculación y el de propiedad. El primero lo pagan la mayoría de los propietarios europeos cuando su vehículo entra en territorio nacional por primera vez y que en 2013 supuso una recaudación de 8.900 millones de euros más 2.000 millones de IVA. El segundo de estos impuestos, aplicado por todos los Estados miembros de la UE, proporcionó unos ingresos anuales en 2013 de 31.400 millones de euros.
Además, durante la conducción del vehículo, nuevo o no, se pagan otro tipo de ‘impuestos’ conocidos como costes de infraestructuras que pueden basarse en el tiempo o en la distancia. Hablamos de los peajes, las viñetas y el combustible. De hecho, en 2013, los ingresos por los dos primeros conceptos ascendieron a 13.500 millones de euros en 2013 (12.300 millones en peajes y 1.200 en viñetas), mientras que los ingresos por los impuestos especiales al combustible ascendieron en 2013 a 124.700 millones de euros, más 25.300 millones más de IVA.
En general, los Estados miembros de la UE recaudaron 286.300 millones de euros en impuestos y tasas de circulación en todas sus modalidades, a los que hay que sumar los 78.700 millones que se generaron con el IVA sobre el combustible y la compra de coches, pero que no se incluyeron en el total, ya que se aplican a todos los productos. Así, el 82% de los impuestos está directamente relacionado con el tiempo que se utiliza un vehículo en la carretera. Esto significa que los conductores ya están respetando el principio de «pago por uso». Los vehículos de turismo representan el 71% de los 206.100 millones de euros ingresados.
Estas recaudaciones millonarias por parte de los Estados de la Unión Europea supone un superávit importante, por lo que en lugar de crear nuevos cobros o incrementar los existentes a los usuarios, los gobiernos deberían tomar en cuenta los ingresos con los que ya cuentan para financiar la red de carreteras e invertir en el mantenimiento y mejoras de las infraestructuras y proporcionar una red vial segura que satisfaga las necesidades de los viajeros diarios.
Los recursos necesarios para construir, operar y mantener la infraestructura de carreteras son el punto de referencia frente el que deben evaluarse los impuestos de transporte por carretera. Los costes de infraestructura se definen como los gastos directos y costes de financiación de los gobiernos para la mejora, renovación, mantenimiento y operación de la red de carreteras. Los costes de aparcamiento no están incluidos. Los costes de infraestructura combinada en la UE 27 ascendieron a los 178. 400 millones de euros en el año 2013.
Estos costes totales de infraestructura pueden ser redistribuidos entre los diversos modos de transporte en base al denominado método de factor de equivalencia, que define ciertos factores de proporcionalidad para cada tipo de vehículo y categoría de costes que expresan la responsabilidad de los vehículos en el nivel total de costes. Usando este método, los turismos constituyen en general el 54 % de todos los costes de infraestructura debido al hecho de que son los usuarios más frecuentes de las carreteras.
En España también se paga más
Durante los últimos 20 años España ha experimentado un auge de la construcción de carreteras; desde 1991, los niveles de inversión han sido significativamente mayores que antes, traduciéndose en un crecimiento de la red de autopistas de casi el 250 % (de 4.496 km en 1993 a 11.676 km en 2013).
La tendencia al crecimiento gradual en la inversión en carreteras se detuvo en 2009; debido a la crisis económica, los presupuestos de inversión nacional se redujeron de forma significativa (en 2012 este presupuesto era un 98 % menor que en 2008), pero también se hicieron importantes recortes a los presupuestos locales. Esta reducción puede reflejar en parte un retorno a los esquemas de gastos a largo plazo después de un auge de la construcción de dos décadas.
Además, si vemos los datos en España de ingresos / reinversiones, los turismos cubren con creces sus costes de movilidad, por encima del 150%, y en el caso de las motocicletas, pagan tres veces respecto a lo reciben en concepto de inversión en infraestructuras, pudiendo reinvertir estos ingresos en la mejora de las protecciones viales de los sistemas de contención de las carreteras.