El informe de Evaluación de estado de la Red de Carreteras del Estado (RCE) del periodo 2020-2022, elaborado por la Fundación RACE, advierte que aumenta el número de tramos de riesgo alto.
TEXTO: JAVIER VARELA
Cada vez son más los tramos de las carreteras españolas en “riesgo elevado”. Así lo confirma el informe de Evaluación de estado de la Red de Carreteras del Estado (RCE) del periodo 2020-2022 elaborado por la Fundación RACE. De los 25.100 kilómetros analizados, y su relación con los datos de accidentalidad que se han registrado en ese período, 1.974 kilómetros muestran un riesgo elevado de peligrosidad. Es decir, el 8% de los kilómetros de la red de carreteras analizada tiene un riesgo medio-alto y alto.
En el estudio se han localizado un total de 56 tramos de riesgo elevado (8 más que en el informe anterior), de los que 9 son considerados tramos ‘negros’, lo que significa que son considerados de riesgo alto para la seguridad de sus usuarios. Además, hay 47 tramos considerados ‘rojos’, calificados de riesgo medio-alto. El tramo de mayor riesgo de siniestro grave está en la N-6, en Galicia, entre los puntos kilométricos 517,1 y 528,5. El resto de los tramos negros de alta peligrosidad se encuentran en la N-323 (Andalucía, entre los kilómetros 172,5 y 190,3), la N-631 (Castilla y León), en el pk 14,4 y el el tramo de la N-345 en la provincia de Murcia (entre los kilómetros 0 y 7,2). El tramo de la N-634, entre los pk 232,8, y el 243,1 en Cantabria, repite entre los más peligrosos de España desde el informe de 2019 y 2021.
Hay varias características que coinciden en la gran mayoría de los tramos más peligrosos de carreteras en España. En función de los datos obtenidos en el informe de evaluación del estado de las carreteras realizado por la Fundación RACE con la metodología iRAP, la peligrosidad aumenta si se trata de una carretera convencional, si posee una calzada única, si tiene intersecciones al mismo nivel y si cuenta con un IMD por debajo de los 10.000 vehículos/día.
Mientras, las carreteras más seguras son la que tienen un mayor volumen de vehículos, ya que se producen menos accidentes por cada coche que circula, no se invade el sentido contrario, no hay intersecciones al mismo nivel y los accidentes tienen menores consecuencias gracias a que dispone de unos mayores niveles de seguridad pasiva.
Descenso desde 2009
Las cifras de siniestralidad ha experimentado un descenso continuo desde 2019, cuando se produjo un ligero repunte. De hecho, se ha producido un descenso medio del 7,1%, siendo el último descenso del 2,61%. La evolución de los accidentes mortales y graves es muy positiva, ya que se han reducido en más del 73% respecto al año 2009, fecha de inicio del estudio, y de un 50% frente a los datos de la última década (2013 -2023).
Para llevar a cabo el informe se han tenido en cuenta 2.987 accidentes entre 2020 y 2022, de los cuales 982 fueron accidentes mortales, en los que 1.096 personas perdieron la vida y 2.616 sufrieron heridas graves.