La Fundación RACE califica de alarmantes los resultados obtenidos en la campaña de la DGT sobre transporte escolar
TEXTO: LUCÍA V. ALONSO
El transporte escolar es una de las preocupaciones de la la Fundación RACE, ya que de los más de 8 millones de niños acuden a sus centros escolares en España, más de medio millón lo hacen a diario en autocares escolares. La Dirección General de Tráfico ha hecho públicos los datos sobre la campaña de vigilancia de transporte escolar realizada entre el 18 y el 22 de noviembre, en la que participaron la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil y distintas policías locales. Y eso que empresas de transporte y conductores estaban avisados de que iban a ser sometidos a un control especial.
De los 3.797 autobuses y microbuses que han sido controlados en esta campaña, se ha constatado que 1.852 de ellos (el 48,7%) merecían algún tipo de denuncia. Es más, el total de denuncias formuladas ha ascendido a 3.334, ya que en muchos casos el control a un vehículo acababa con varias denuncias por distintas razones.
Entre las infracciones, 6 de cada 10, destaca no tener la autorización especial para realizar transporte escolar (1.255 casos), no tener suscrito un seguro de responsabilidad ilimitada (653 casos), como exige la ley para este tipo de vehículos, excesos de velocidad, deficiencias en el estado del vehículo, o incluso la detección de alcohol y drogas en 20 casos. También se han puesto 11 denuncias por anomalías en el uso de los cinturones de seguridad del vehículo, 144 por deficiencias en las puertas de servicio y emergencias, 25 por no tener al día la ITV, 144 por no llevar la señal V-10 que indica que se trata de transporte escolar, 27 por carecer del dispositivo luminoso de emergencia, etc.
Ante estos datos, la Fundación RACE quiere mostrar su alarmante preocupación y solicita que los propios centros escolares sean vigilantes con estos comportamientos, y que las asociaciones de padres y madres (AMPAS) exijan a los responsables del transporte escolar todos los permisos obligatorios para los traslados de sus hijos. Además, consideramos que las sanciones a los infractores deben ser ejemplares por poner en peligro, en muchos casos, la vida de los más pequeños.