Cada día, 230.000 alumnos utilizan el autobús escolar para ir al colegio y volver a casa tras la jornada lectiva, por lo que el RACE insiste en la importancia de concienciar a los más pequeños de hábitos y comportamientos seguros en sus trayectos al colegio.
Texto: JAVIER VARELA
La vuelta al colegio lleva consigo el regreso de los vehículos de transporte escolar a las calles y carreteras de toda España. Cada día, 230.000 alumnos utilizan el autobús escolar para ir al colegio y volver a casa tras la jornada lectiva. Los datos dicen que se trata de un medio de transporte seguro –no hubo ninguna víctima mortal entre los usuarios de este tipo de vehículos el pasado año-, pero la vulnerabilidad de sus pasajeros y las vías por las que se suele circular, en su mayoría carreteras convencionales, necesita de una especial vigilancia para mantener estos niveles de seguridad.
Por ello, siempre que comienza el curso escolar, desde la Dirección General de Tráfico se aumenta la vigilancia de los vehículos que realizan el transporte de escolares, dentro de las campañas de seguridad vial que se llevan a cabo para prevenir la accidentalidad en este tipo de transporte. «Hablamos de un tipo de transporte muy sensible a los accidentes por la trascendencia que tienen y por la edad de los afectados», señala el director general de Tráfico, Gregorio Serrano. «En la actualidad goza de una seguridad mayor que otros medios, y para conservar el actual nivel seguiremos desarrollando campañas de concienciación que mantengan alerta tanto a usuarios como a conductores, padres y colegios», añade.
Desde el Real Automóvil Club de España (RACE) se insiste en la importancia de concienciar a los más pequeños de hábitos y comportamientos seguros en sus trayectos al colegio. La educación es uno de los pilares fundamentales para la reducción de accidentes de tráfico y en edades tempranas los niños aprenden muchas conductas que observan en los mayores, por lo que es muy importante practicar con el ejemplo en cosas tan sencillas como utilizar siempre los sistemas de retención y protección: cinturón de seguridad, casco y sillas infantiles.
Además, la DGT recuerda que los trayectos que se hacen en el transporte escolar desde la casa hasta el colegio puede ser un buen momento para que el adulto que los acompaña les recuerde algunos consejos y mensajes importantes sobre seguridad vial. Detalles como no pararse nunca detrás del autobús, esperar la señal del conductor, no correr ni al llegar ni al salir y cruzar siempre al menos tres metros por delante, son alguno de ellos. A estos se les puede añadir que dentro del autobús hay que mantenerse sentado y con el cinturón puesto, así como obedecer tanto al conductor como al monitor.
Según un estudio elaborado por la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil el pasado año sobre accidentalidad y lesividad de los vehículos dedicados al transporte escolar, el 65 por ciento de los accidentes ocurren en vías convencionales, siendo la colisión fronto-lateral el tipo de accidente más frecuente. En cuanto a las causas, la distracción y la velocidad inadecuada aparecen como factores concurrentes más frecuentes.
El RACE considera que el papel de los padres, empresas de autocares y los educadores, incluyendo al propio colegio, son «vitales» para que los niños sean conscientes de la importancia de la seguridad, tanto en el interior del vehículo como en el momento de bajada o de subida al mismo. Por ello, los consejos y recomendaciones comienzan en el momento de la parada escolar, donde se debe ir con tiempo suficiente, y nunca esperar a los niños al otro lado de la calzada, ni esperar con el vehículo den doble fila. En este contexto, el RACE considera que es importante vigilar el perímetro del autobús para reducir riesgos.
Asimismo, el RACE ve de utilidad para la concienciación de niños y profesores la realización de simulacros de evacuación de autobuses en el recinto del colegio, supervisados por padres responsables y programados periódicamente. De hecho, en el conjunto de recomendaciones que recopila, destaca que se debería potenciar la figura del delegado de seguridad, un profesor encargado de vigilar la bajada y subida de los alumnos en el colegio o la formación de los pequeños en la prevención de accidentes.
CONSEJOS PARA LOS NIÑOS
Antes de subir al autobús
Desde que sales de casa y hasta que llegas a la parada del autobús siempre hay que utilizar los pasos destinados para los peatones y respetar las normas de circulación peatonal, aunque vayamos con prisa.
Siempre es mejor llegar con tiempo a la parada y así evitar carreras, cruces de calles precipitados y sin mirar y nervios para perder el autobús.
Siempre hay que esperar en la parada y dentro de la zona habilitada en la acera.
Ser respetuoso en la fila de espera, evitando empujar.
Mientras llega el autobús ni se juega, ni se corre, evitando así conductas arriesgadas.
Subiendo al autobús
La subida al autobús debe ser tranquila, sin carreras y sin empujones, así como de manera ordenada y respetando el turno.
Esperar a subir a que el vehículo esté detenido por completo y hacerlo una vez que el monitor lo autorice.
No pararnos en la escalera una vez que hemos comenzado a subir y ayudar a las personas que lo necesiten a acceder al transporte.
Buscar un asiento libre y colocarnos de forma correcta antes de que se ponga en marcha el autobús.
En el autobús
Está prohibido levantarse de los asientos durante la marcha y no se debe gritar, tirar papeles, asomarse por las ventanillas y realizar juegos que puedan distraer al conductor.
Siempre debemos seguir las instrucciones del monitor
Debemos ceder el asiento a las personas necesitadas: discapacitados, embarazadas, ancianos, compañeros accidentados.
Para bajarse del autobús
Debemos levantarnos una vez el vehículo esté detenido por completo para evitar sustos imprevistos.
Hay que bajar de manera ordenada y respetando nuestro turno.
Al igual que al acceder al vehículo, hay que ayudar a quien lo necesite, facilitando la bajada a las personas que por su condición física puedan necesitarlo.