En este artículo explicamos cuáles son los controles que tienen que pasar los autobuses en los que nuestros hijos viajan al colegio.
TEXTO: LUCÍA V. ALONSO
La vuelta al colegio no sólo aumenta el tráfico y el tránsito de escolares por las aceras. Más de 8 millones de niños han regresado en estos días a las clases y, de ellos, más de medio millón lo han hecho y lo hacen a diario en autocares escolares. Los datos demuestran que es el medio de transporte más seguro para el traslado de los más pequeños, ya que registra cero muertes en siniestros viales desde el año 2012, según los datos de la Dirección General de Tráfico. Una cifra que confirma que la tasa de siniestralidad de estos vehículos es once veces menor que la del coche y seis veces inferior a la de cualquier otro medio dedicado al transporte de pasajeros.
Los niveles de seguridad que registran los autocares escolares son, en la mayor parte, por los estrictos controles a los que son sometidos este tipo de vehículos, entre ellos la inspección técnica. De hecho, en los autocares escolares debe realizarse con una periodicidad anual durante los primeros cinco años de matriculación para pasar a ser semestral una vez superada esa fecha.
¿Cómo es la ITV de un autocar escolar?
La Inspección técnica de estos vehículos sigue un proceso que puede llegar a durar «hasta dos horas», según explican desde la Asociación Española de Entidades Colaboradoras de la Administración en la Inspección Técnica de Vehículos AECA-ITV. «Además de los aspectos generales que deben inspeccionarse en cualquier vehículo, se comprueban las particularidades previstas sobre condiciones de seguridad en el transporte escolar y de menores».
El proceso comienza con «la comprobación de la correspondencia de la documentación con el vehículo y de las condiciones técnicas del mismo». Dichas comprobaciones son similares a las de cualquier otro vehículo como el acondicionamiento exterior e interior, la carrocería y el chasis, el alumbrado y la señalización; las emisiones contaminantes; los frenos; los ejes, los neumáticos y la suspensión; y el motor y la transmisión.
Posteriormente se revisan las comprobaciones propias de los autocares escolares como son el funcionamiento de las puertas (tanto la delantera como las de servicio y las de emergencia); la escalera de acceso; los mandos de control; y los cinturones de seguridad de cada asiento. Luego se analizan otros detalles no menos importantes como la apertura de las ventanas no se exceda del límite permitido, que el vehículo cuente con martillos rompecristales o que disponga de un botiquín de primeros auxilio, así como de extintores.
Principales defectos detectados
Solo el 8% de los autocares escolares que se presentan en las estaciones de inspección técnica no pasa la ITV, según los datos registrados de AECA-ITV. Sin embargo, entre los vehículos que no pasan la inspección las principales causas son los problemas con las especificaciones técnicas (28%), fallos en los frenos (18%) y defectos en el alumbrado y la señalización (12%). Otras causas de rechazo de los vehículos a la hora de pasar la ITV son el acondicionamiento exterior, carrocería y chasis (el 10%), emisión de gases contaminantes (el 10%) y problemas en los ejes, ruedas, neumáticos y suspensión (el 8%).