Uno de cada cinco conductores afirma que no ha realizado ninguna operación relacionada con el mantenimiento o la revisión del vehículo durante el confinamiento.
TEXTO: JAVIER VARELA
Desde que arrancó la cuarentena el 13 de marzo, hemos pasado mucho tiempo en casa y los coches y vehículos han permanecido en los garajes o aparcados en la calle sin moverse y, en muchos casos sin poder ponerse en marcha. A pesar de ello, durante estos meses, más de la mitad de los conductores ha repostado (53%), un 43% ha comprobado el estado de la batería y aproximadamente uno de cada cinco han revisado la presión de los neumáticos, según desvela el Observatorio de Conductores del Real Automóvil Club de España (RACE).
Sin embargo, un 20,6% -uno de cada cinco conductores- afirma que no ha realizado ninguna operación relacionada con el mantenimiento o la revisión del vehículo, una situación peligrosa para cuando se vuelva a la normalidad tras la desescalada. Conducir un coche de forma segura no solo es cumplir con todas las normas preestablecidas de manejo o de transporte de pasajeros, sino tener todos los cuidados relacionados con el funcionamiento del coche.
Todos los vehículos requieren de un mantenimiento periódico con el doble objetivo de mantener en buen estado de funcionamiento y prevenir futuras averías porque «los coches están hechos para que de vez en cuando se pongan en funcionamiento y si no se mueven, el corazón de la máquina se puede dañar», señala Juan Manuel García Llorente, formador técnico del RACE para toda la red de proveedores.
Revisar los niveles
Antes de ponerse en marcha es importante comprobar los niveles del aceite, del líquido refrigerante, del líquido de frenos o incluso del líquido limpiaparabrisas. «Todos ellos son importantes y realizan su función, por lo que deben estar en los niveles que recomienda el fabricante», señala el experto del RACE. Una vez arrancando el coche hay que dejar unos minutos antes de rodar para que líquidos circulen por todos los conductos y lubriquen todas las piezas. Por eso hay que intentar «no acelerar con contundencia durante los primeros minutos hasta que el propulsor se haya calentado». Además, es recomendable observar si se calienta en exceso y empieza a funcionar el ventilador «porque puede indicar que hay alguna fuga del líquido refrigerante y esto podría ser una avería grave». Además, es importante observar que no hay manchas en el suelo, sobre todo debajo de la zona del motor, que podrían significar una posible fuga en los conductos.
El estado de los neumáticos, después de tanto tiempo sin moverse, y su presión son fundamentales en esta vuelta a la normalidad. Con el paso de los días y al no rodar, la presión de los neumáticos disminuye. Esta situación podría hacer que peso del coche dañe la llanta y deforme la rueda. «Cuando vayamos a coger nuestro vehículo, lo primero que debemos hacer es comprobar la presión de las ruedas que nos recomienda el fabricante (no olvidemos comprobar también la rueda de repuesto)», señala el formador técnico del RACE.
En esos minutos de espera desde que ponemos el coche en marcha y comenzamos a rodar, hay que hacer la comprobación de todos los elementos que se utilizan estando en circulación como son las luces, los intermitentes, los elevalunas, los limpiaparabrisas y todos los dispositivos electrónicos. También hay que verificar el estado de los frenos, para lo que se recomienda pisar el pedal durante unos segundos y notar que mantiene su posición.
Cuando nuestro coche no se ha movido en un tiempo, pueden aparecer en el depósito de gasolina unos posos, que son impurezas que traen la gasolina. Por eso, es «recomendable que vayas a la gasolinera y llenes con algún litro más el depósito. Así, esa gasolina que entre al motor estará en perfectas condiciones y tendrá sus propiedades, algo que se puede ir perdiendo (sobre todo en los vehículos más antiguos) si no movemos el coche», advierte el formador técnico del RACE.
Desinfectar el coche
Y para evitar posible contagio, es importante una perfecta desinfección. Es importante limpiar el vehículo haciendo hincapié en las zonas de mayor contacto, tanto en el exterior como en el interior del coche como pueden ser los tiradores exteriores e interiores, el volante, el cambio de marchas, los controles de indicadores y de posición de los asientos y elevalunas, así como de la pantalla táctil, en caso de tenerla.
Otra zona importante a desinfectar de forma correcta es el salpicadero, ya que es uno de los focos más importantes, ya que se suele toser o estornudar en su dirección. Algo similar ocurre con las alfombrillas, en las que se acumula mucha suciedad que entra a través de los zapatos. También es importante revisar la ventilación en el coche para garantizar la calidad del aire, por lo que es recomendable eliminar el polvo con un pincel o aspiradora de las rejillas y cerciorarse de que no se han obstruido.
Y el exterior del coche también es importante una desinfección. Además de lavar el coche, debemos utilizar los productos adecuados como son agua y jabón, productos específicos para el cuidado del coche y, en menor medida, líquidos que contengan un 70% de alcohol, para limpiar todas las zonas que sin darnos cuenta tocamos como son las ventanas, los espejos retrovisores o el marco de las puertas.
Y para una visibilidad perfecta «procura limpiar las escobillas del limpiaparabrisas ya que pueden haber acumulado suciedad e incluso podrían rayar el cristal».