La cumbre de Glasgow COP26 concluyó con grandes intenciones pero sin acuerdos unánimes sobre cómo electrificar el parque de vehículos de combustión.
TEXTO: J. LUIS ALVAREZ
Todos los países que participaron en la reciente cumbre del clima COP26, celebrada en Glasgow, coincidieron en la necesidad de reducir las emisiones de gases con efecto invernadero, certificando la necesidad de contener el aumento de la temperatura del planeta en 1,5º centígrados. Por ello, un 90% de los Estados participantes anunciaron que reducirán el 45% de sus emisiones de dióxido de carbono, CO2, para 2030 con respecto a las de 2010 y alcanzarán el cero neto en 2050. Sin embargo China, el mayor emisor (el 26,1% del total del planeta) aspira a llegar al máximo antes de 2030 y al cero neto en 2060. Mientras India, quinto emisor, promete neutralidad en 2070.
En ese proceso de descarbonización mundial, los medios de transporte y movilidad tuvieron su cuota del protagonismo. Coches, Camiones, autobuses, barcos o aviones suman una cuarta parte de todas las emisiones de carbono del planeta, según datos la Agencia Internacional de la Energía. Por este motivo destacó la declaración suscrita por 33 naciones, 38 gobiernos regionales, once fabricantes de automóviles, 27 propietarios de flotas y otras empresas de transporte.
En ella se comprometieron a la supresión en las dos próximas décadas de la venta de vehículos de combustión que emitan gases invernadero –incluidos los híbridos de gasolina o gas-. El texto propone que los países, marcas y empresas promuevan a nivel mundial que en 2040 los vehículos nuevos a la venta tengan emisiones cero y que ese objetivo se adelante a 2035 en los principales mercados. Los firmantes, entre ellos General Motors, BYD Co Ltd de China, Volvo, Tata, Mercedes-Benz o Jaguar-Land Rover, se «comprometen a acelerar rápidamente la transición a vehículos con cero emisiones».
Sin embargo, la declaración nace lastrada porque no la suscribieron países considerados grandes fabricantes de vehículos como China, Estados Unidos, Alemania o Francia, ni empresas como Toyota, Stelllantis (Peugeot, Citroën, DS y Opel), Honda, Nissan, BMW, Hyundai o Volkswagen. También destaca que entre las naciones que apoyaron el documento estaban Canadá, Chile, Polonia, Países Bajos, Suecia, Israel o Reino Unido, que ya habían acordado eliminar gradualmente la venta de vehículos de gasolina o diésel en 2030.
España o Francia, que no rubricaron la declaración, tienen fijado como tope 2040, siempre que la Unión Europea no adelante los planes. La Comisión estudia actualmente una propuesta para prohibir la venta de coches de combustión e híbridos a partir de 2035, pero sigue sometida a debate. Antes de ser efectiva tendrá que pasar el filtro del Parlamento Europeo y la aprobación de cada uno de los Estados miembros.