El circuito celebra su 50 aniversario con el reto de «cumplir 50 años más» de competición, formación, reunión y diversión. Mucho más que un circuito que es parte de la historia de la automoción española.
Texto: JAVIER VARELA
Fotos y vídeos: ALBERTO FERRERAS/RACE
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‘50 años haciendo historia’. 3.850 metros de trazado, un ancho aproximado de nueve metros, 13 curvas (ocho a derechas y cinco a izquierdas) y una recta principal de casi 900 metros. Hablamos del Circuito Jarama RACE, el primer circuito permanente de carreras que se construyó en España y que este año cumple 50 años batiendo registros de actividad. Su construcción, con capital totalmente privado del Real Automóvil Club de España, convirtió al trazado “en el origen del mundo del motor en España”, como defiende Ignacio Fernández, director del circuito.
Conocido como la ‘catedral española del automóvil’, el circuito fue diseñado por John Hugenholtz y construido por Alessandro Rocci en 1967. Desde entonces, «llevamos 50 años haciendo historia y en él se ha corrido la gran totalidad de competiciones deportivas», presume Ignacio Fernández. «Es un templo, un espacio mítico y legendario, donde muchas figuras forjaron su leyenda», añade. Y es que estamos ante un trazado en el que nacieron el automovilismo y el motociclismo de competición para el resto del país y que se ha convertido en un «símbolo sentimental de todo aficionado al motor, porque es un emblema», señala el director.
Pero después de 50 años haciendo historia, el reto de todo el equipo del circuito es «cumplir 50 años más». «Con el plan Jarama 2021 se pretende darle futuro al pasado y abrir el circuito al ámbito de los eventos corporativos sin perder el espíritu de competición y otorgándole una oferta distinta y singular», afirma Ignacio Fernández. «Históricamente ha sido la sede de Grandes Premios de Fórmula Uno y de Mundial de motociclismo y, al ser un trazado clásico, es la sede de competiciones que se adaptan al trazado y a su historia porque el ADN del circuito es la competición».
Actualmente continúan disputándose multitud de campeonatos europeos y nacionales, como el Campeonato de Europa FIA de Camiones, el Campeonato de España de GT, la última prueba del Campeonato de España de Rallies de Asfalto, el Trofeo de Resistencia de Navidad, el CER, las cuatro pruebas del Campeonato RACE de Turismos y Motociclismo…
«El mundo de la automoción está cambiando y por ello queremos que en el circuito sea una espacio en el que tenga un reflejo». Hablamos de que en el circuito tenga protagonismo «la formación –con la escuela de conducción RACE y la Drivers Academy, con la colaboración de Red Bull- de la reunión, siendo centro de eventos para empresas y diversión para toda la familia». Un reto que ya es una realidad como demuestra que en 2016 hubiera 800 eventos y que pasaran por el circuito más de 30.000 personas.
Y todo ello sin olvidar la competición, ya que en por el trazado del autódromo madrileño han disputado carreras pilotos de la talla de Jim Clark, Graham Hill, Jackie Stewart, Emerson Fittipaldi, Niki Lauda, Alain Prost, Ángel Nieto, Álex Crivillé, Jorge Lorenzo, Carlos Sainz, Fernando Alonso… entre otros muchos grandes pilotos.
La Torre del Jarama y el Proyecto 2021
Tras casi 50 años de frenética actividad en la cúspide, cientos de carreras históricas disputadas y miles de eventos y acciones, con las que había logrado situarse como un referente, encumbrándose como el Templo del Motor en España, llegó el momento de tomar una decisión importante y que va a marcar las próximas décadas del mítico trazado madrileño: el Proyecto Jarama 2021. Este ambicioso plan establece la renovación total para dentro de tan sólo cuatro años, a través de una serie de inversiones sistemáticas que dotarán al Jarama de las instalaciones y los medios técnicos necesarios para afianzarlo en un circuito del s.XXI.
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La primera fase fue la construcción de un gran Centro de Convenciones -con áreas de restauración y esparcimiento adyacentes- a los pies de la mítica Torre de Control, que fue rediseñada e inaugurada en 2015 como una zona muy exclusiva dentro del complejo. “Estamos orgullosos, ya que la inversión se ha realizado con nuestros fondos, sin necesidad de patrocinios ni de préstamos”, reconocía el presidente del RACE, Carmelo Sanz de Barros, el día del estreno de la nueva Torre de control del Circuito del Jarama.
La nueva seña de identidad del trazado cuenta ahora con una altura de 30 metros y tres plantas y además de una imagen más moderna al gozar de una fachada completamente acristalada y ser el eje del Jarama Paddock Club, el nuevo Centro de Eventos del mítico circuito. La planta baja dispone de un restaurante con vistas al acceso al ‘pit lane’ y recta principal, la sala ‘pit lane’ con posibilidad de compartimentación mediante paneles móviles: desde 24 m² hasta 252 m². La segunda planta tiene una sala ‘Línea de meta’ de168 m² y vistas a la línea de llegada, en la recta del Circuito de Competición, así como la sala ‘Paddock’ de 135 m² con vistas al paddock y acceso exclusivo a terraza norte de 217m² con vistas al Circuito de Competición y paddock, y una terraza en la cara sur de 88 m².
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Además, desde las plantas sexta a la octava se tienen vistas de casi todo el circuito y están dedicadas principalmente a invitados VIP que disfruten, además de restauración, de actividades como simuladores de conducción.
La segunda fase del proyecto pretende llevar a cabo modificaciones en la tribuna de recta, que se ampliará en unos 100 metros lineales, para dar cabida en su interior a salas de reuniones y oficinas así como todo el área de boxes. Mientras que en la tercera y última fase se acometerá la construcción del Museo de coches fabricados en España donde dar cabida a todos aquellos vehículos dignos de exponer para los amantes del motor, así como la fantástica colección de coches antiguos y la biblioteca de la Fundación RACE.
Unas mejoras con el objetivo de completar una renovación total del trazado y convertirlo gracias a sus instalaciones y los medios técnicos en un circuito del s.XXI.
Mejorar la conducción
Pero el circuito Jarama RACE presume de una Escuela de Conducción con más de treinta y cinco años de actividad –comenzó en 1981- y que dispone de instalaciones propias dentro del circuito, aulas, pistas exclusivas deslizantes y de todo terreno, y de un experto equipo de instructores especialistas que han impartido sus conocimientos a más de 150.000 alumnos desde su creación. «La escuela es un servicio más que el RACE da a sus asociados y a los automovilistas en general con el objetivo de comprender cómo conducir un coche porque es un acto de gran responsabilidad. Hay que prestarle una gran atención y depurar la técnica lo más posible», asegura Ernesto Nava, director de la Escuela.
Las personas que han recibido el curso en estos años han sido de todos los perfiles, «desde el usuario particular, al profesional de las fuerzas de seguridad del estado y profesionales del transporte», señala Ernesto. Todos ellos han recibido el curso con el objetivo de «realizar una conducción preventiva y de seguridad. Que sea una conducción racional, sepa lo que tiene que hacer y por qué y que lo haga de la mejor manera posible».
Los cursos de la Escuela de Conducción van enfocados «a la seguridad y a la concienciación» para que la gente sepa lo que está haciendo. «También insistimos en el tema postural y cómo sentarse al volante, que suele ser algo que el conductor menosprecia, y aspectos como la anticipación, la visión, las frenadas de emergencia o cómo tomar una curva», añade Ernesto, toda una institución en el circuito. De hecho, los Cursos de Conducción cuentan con cursos específicos dependiendo de si el alumno es un particular o un profesional. «Los cursos van desde el nivel de perfeccionamiento, al avanzado y al deportivo. Cada uno se apoya en el anterior para que la evolución sea constante», finaliza Ernesto.
Jarama RACE, el motor del ocio
Pero el circuito Jarama RACE ofrece un amplísimo abanico de posibilidades de ocio para disfrutar cualquier día. Actualmente continúan disputándose multitud de campeonatos europeos y nacionales, como el Campeonato de Europa FIA de Camiones, que congrega a más de 35.000 espectadores, el Campeonato de España de GT, la última prueba del Campeonato de España de Rallies de Asfalto, con el patrocinio de la Comunidad de Madrid, el Trofeo de Resistencia de Navidad, el CER, las cuatro pruebas del Campeonato RACE de Turismos y Motociclismo…
Además de competiciones automovilísticas, el Jarama alberga una serie de importantes eventos populares, como el Jarama Vintage, un Festival que rinde homenaje a los inolvidables años 60 y 70 y que congrega a más de 20.000 personas, o la San Silvestre, que ya ha celebrado dos ediciones con un éxito de participación. Pero el circuito es mucho más. Cuenta con la Drivers’ Academy RACE – Red Bull, una academia donde se ofrece un curso de conducción, con el que aprender cómo mejoran sus aptitudes los pilotos.
Y si eres de los que disfruta con el karting, desde su creación a mediados de 2012, el Karting del Circuito del Jarama cuenta con una increíble pista outdoor de 500 metros de longitud recién asfaltada, con modernos Karts con todas las medidas de seguridad, acogedora zona de relax en pista, exclusiva Aula multimedia…
Y todo ello en un emplazamiento mítico, histórico y grandioso como el circuito del Jarama, que cumple 50 años en plena forma.
Un aficionado en la pista del Jarama
Texto: ALBERTO FERRERAS
Atravesar el semáforo de salida de boxes y comenzar a trazar Nuvolari, la primera curva a derechas de uno de los circuitos más legendarios del mundo, significa mucho más allá que el mero hecho de salir a correr con un vehículo en un recinto deportivo. Es tener el privilegio de pilotar a través de la historia.
Ajustarse un casco protector y ajustarse el cinturón en la línea de boxes lleva implícitas muchas variables. El lenguaje cambia. Ya no se piensa en giros, sino en trazados. No se piensa en iniciar una subida o una bajada, sino en negociarla. No se acelera, se mete gas. Se busca la mejor trayectoria mirando el siguiente punto de contacto con el exterior o interior de una curva, de una recta.
Participar en una prueba deportiva en la que se vigilan a través de los retrovisores la distancia al resto de vehículos o tener el privilegio de entrar sin otros participantes para probar un vehículo, o para ser alumno copiloto en una clase magistral de conducción, no se olvidará fácilmente. Si se hace en el Jarama será una experiencia vital que se recordará siempre.
Ver de reojo las gradas vacías o llenas de espectadores en Le Mans. Escuchar entre las protecciones del casco el motor de nuestra máquina, mientras oímos nuestra respiración subiendo Pegaso para entrar sin visibilidad en Portago. Lanzarse con el gas justo hacia Bugatti para terminar en una frenada controlada en Pegio, llegar a Monza, enfilar la recta de tribuna, volver a trazar Nuvolari…
No importa si es a los mandos de un deportivo clásico, de última generación o a lomos de una moto. Con ayudas electrónicas o sin ellas. Con tracción delantera, trasera o total. Solo conduciendo y disfrutando en primera persona se puede terminar de explicar esta experiencia. Y solo podrá estar completa si se vive en el Jarama.