Los coches sostenibles empiezan a llenar las ciudades beneficiados por los impuestos y por las restricciones municipales al tráfico. Poco a poco aumentan su autonomía con distancias que rondan los 400 km.
‘Tenlo en cuenta’, la opinión de Carlos Lancha, director de marketing del RACE
Texto: JOSÉ L. ÁLVAREZ
Arropados por la eficiencia y la economía, los coches eléctricos se van multiplicando. Primero desembarcaron los híbridos. Ahora, arropados por la eficiencia de los vehículos que incorporaban motores de combustión y eléctricos, llegan los enchufables. Son como un nuevo electrodoméstico, pero permiten desplazarse sin emisiones tanto al trabajo, a la compra, como de fin de semana. Los eléctricos son ya una realidad y en muy poco los garajes públicos o privados se irán llenando de enchufes para dar cobijo a estos nuevos inquilinos del asfalto. A los aditamentos tecnológicos habituales de seguridad activa y pasiva –ABS, ESC, repartidores de frenada, encendido de luces o la desconexión automática de la fuente de energía en caso de accidente- añaden lo último en aplicaciones e interconexión. Atención que estos coches que cuentan con ayudas del Gobierno para su compra y están libres de impuestos municipales.
BMW i3: Diseño alemán, potencia inusitada
El BMW i3 es la apuesta más fuerte del fabricante alemán. Un todo o nada a la electrificación, no en vano invirtió tres millones de euros en su desarrollo. El resultado es un coche de carrocería de carbono y armazón de aluminio, con aspecto de juguete o vehículo futurista, lleno de soluciones de gran ingenio, pero siempre dentro de la racionalidad germana. Su exterior no deja indiferente. Es alto y estrecho, con unas puertas inimaginables de apertura opuesta, en las traseras monta el cinturón de seguridad del asiento delantero, dado que al abrirlas sale el marco/pilar central. Es un coche muy amplio para las cuatro plazas que homologa.
En su interior hay cuero y materiales reciclables de primera calidad. Ejemplo de ello son la carcasa de la llave del vehículo está hecha con una base de semillas de aceite de ricino, los asientos son de botellas de PET y cáñamo, o el mismo alumnio del bastidor procede de latas de refresco. La parte superior del salpicadero está cubierta por madera noble. En este está integrado por una pantalla rectangular que informa de la velocidad. En medio del frontal esta la pantalla táctil que controla todo el resto del coche y el sistema de navegación que, conectado con el teléfono móvil, dirige al i3 por los atascos o directamente al punto de recarga más próximo. Asimismo ofrece información del gasto de energía, tiempo de conducción o rutas a seguir, información que el conductor puede llevarse grabada en el móvil.
Bajo el capó hay un motor eléctrico de 125 kW que rinde 170 CV. Pese a no ser de combustión y de carecer de turbo, el i3 sorprende por las aceleraciones y es que la relación potencia/peso se nota y mucho. Con lo que en cualquier semáforo es muy fácil salir el primero. Según anuncia BMW, en la versión 2017, con una batería de 94Ah tendrá, 100 km extra de autonomía, lo que llevará el coche hasta cerca de los 300 sin necesidad de reenchufarlo. La batería de ion-litio ha pasado ya de 22 kWh a 33 kWh. Para los clientes que no se atrevan con un coche enchufable o piensen hacer más kilómetros (o una escapada), está la versión Range Extender que monta en la parte trasera un motor bicilíndrico –el mismo de las motos de la marca- de 650 cc y 34 cv, con el que recarga la batería, pero no da tracción al vehículo. Los 170 cv permiten hundir el acelerador hasta llegar a los 150 km/h, momento en el que motor corta de manera automática.
No hay palanca de cambio. Donde estaría el mando de limpiaparabrisas hay un mando a modo de satélite que permite seleccionar la relación (N, D, R, P). Cuenta con tres modos de conducción, pero es la Eco Pro+ la más interesante para el día a día. Entre las curiosidades tecnológicas está el poder de retención del motor, que nada más levantar el pie del acelerador frena el coche –de una forma bastante contundente- e incluso, enciende las luces de paré. Este sistema no suprime a los frenos convencionales.
La compañía automovilística alemana BMW ha asegurado que su modelo eléctrico i3 se ha convertido en el primer coche del mundo en contar con un sello de dióxido de carbono (CO2) certificado que cubre toda la cadena completa.
El BMW i3 está a la venta desde 35.500 euros en su versión actual.
Nissan Leaf: Récord de efectividad
El Leaf de Nissan se ha ganado a pulso un hueco entre los grandes eléctricos tras 16 años en el mercado. No es por su tamaño, sino por su fiabilidad, dureza y autonomía. Un utilitario urbano que con sus nuevas baterías de ion-litio de 30 kwh tiene una autonomía de unos 250 km y un coste de tres céntimos/kilómetro. El coche presenta unas líneas suaves, donde se trabaja con la aerodinámica hasta límites insospechados –los faros desvían el aire para salvar la resistencia que puedan presentar los retrovisores-.
El Leaf cuenta con interior funcional, donde es posible el cuero para hacer más confortable el viajar a los cinco ocupantes que admite. Del salpicadero descatan tres pantallas, dos tras el volante donde se acoge el velocímetro, sistema de carga y gasto de energía y, en el centro, un tablet táctil que controla su interconetividad. Entre otras aplicaciones el Leaf puede enfriar o calentar el habitáculo desde el móvil, con el Nissan Connect EV, pero, además, activa la sesión de recarga y monitoriza su nivel. La conexión también hace que desde un ordenador se pueda programar antes de salir trayecto, comprobar el historial de la conducción o ver la eficiencia de la misma.
Su motor eléctrico de 80 kw rinde 109 cv y lleva acoplada una caja de cambios tipo reductor, con una activación realmente sencilla: adelante, reversa y descenso. Como urbano que es no necesita grandes malabarismos de frenada, por lo que delante monta delante discos y detrás tambor. Cada frenada aprovecha la energía que se pierde para recargar la misma batería, lo mismo que cuando el vehículo afronta las cuestas abajo.
Nissan alquila las baterías por 79 euros al mes con un contrato para 36 meses y menos de 12 500 kilómetros al año y 142 euros en su opción más cara, con contrato de 12 meses y 25.000 kilómetros al año. También se ofrece la posibilidad de comprar la batería, lo que supondría un incremento en la factura final de 5.900 euros.
A la venta desde 29.170 euros.
Renault Zoe: Un francés que no echa humo
El Zoe (o cero emisiones) de Renault, con su aspecto simpático, es todo un hito del diseño. Parecido al Clio, cuenta con una estilizada calandra. En el interior, el diseño realizado por Dominque Marzoif recuerda en el salpicadero el aspa de un molino eólico, con una pantalla de 7´´ que da la sensación que flota. Todo muy estilizado. Detrás del volante hay una pantalla con los instrumentos que informa de la marcha del coche, tal como la velocidad, la autonomía, el económetro, la posición de la palanca de cambio (N, D, R, P) o el indicador de estilo de conducción. Cuenta con el sistema R-Link de conexión multimedia en la pantalla central que conecta con internet y ofrece toda una serie de servicios para circular, llamadas de emergencia o aplicaciones de entretenimiento y el sistema Z.E.Inter@ctive para interactuar con el móvil, activando la carga o el acondicionamiento térmico del habitáculo. El climatizador ajusta el nivel de humedad automáticamente, sin resecar el ambiente.
La batería se alquila por 79 euros al mes. Con las nuevas de 41 kw/h presentadas en el Salón de París se pueden recorre 400 km, según el fabricante francés. Esta se puede recargar en un tiempo de entre 30 minutos y 9 horas, dependiendo de la potencia disponible en el lugar a enchufar, para lo que se requiere entre 3 y 43 kilovatios.
Su motor eléctrico desarrolla de una potencia de 65 kW desarrolla 88 cv. No tiene ningún tipo de mantenimiento, lo que según el fabricante abarata un 20% las revisiones del coche, con un coste de entre dos y cuatro euros por kilómetro. Con el Zoe no se puede correr mucho dado que tiene limitada la velocidad máxima a 135 km/h. Al levantar el pie del acelerador entra en marcha el sistema de frenado recuperativo que hace que el motor funcione como generador eléctrico. Además lleva una bomba de calor que preserva la autonomía.
Como buen eléctrico y dada su ausencia de ruidos dispone el sistema Z.E. Voice que avisa a los peatones de que el vehículo de acerca. Por cierto el sonido que emite lo puede preseleccionar el conductor o, incluso, desconectarlo. No es similar al de un motor al uso, sino al de un vehículo de los que aparecen en las películas futuristas.
A la venta desde 22.000 euros, con baterías de alquiler.
Opel Ampera-e: Nuevo en la plaza
El último en llegar al mercado es el Opel Ampera-e, para el que Opel anuncia una autonomía de 400 kilómetros. Presentado en el reciente salón de París. Es un monovolumen pequeño, muy urbano y habitable de 4,14 metros y un gran maletero de 381 litros, dado que por su tamaño no se ve perjudicado el espacio del equipaje por albergar la batería de iones de litio con una capacidad de 60 kWh.
Como buen Opel el ampera es un vehículo interconectado por medio del sistema IntelliLink, Ofrece el servicio de asistencia personal Opel OnStar y wifi para hasta 7 dispositivos. Los sistemas de Apple CarPlay and Android Auto permiten que los pasajeros del Ampera-e puedan tener un total acceso a su música favorita o descargarse sus películas preferidas.
Según Opel, este eléctrico tiene una aceleración de deportivo. Su motor de 150 kw y 204 cv le lanzada con una aceleración dee 0 a 50 km/h en sólo 3,2 segundos y recupera de 80 a 120 km/h en 4,5 segundos, Su velocidad máxima está limitada electrónicamente a 150 km/h. Cuenta con un sistema que recarga las baterías al estar en movimiento. Para ello, el conductor sólo necesita levantar el pie del acelerador en la posición normal “Drive”. De esta forma, el Ampera-e recupera automáticamente en retenciones y recobra energía del motor eléctrico que funciona como un generador.
Como la competencia el efecto de freno motor se incrementa cuando el conductor selecciona la posición “Low”, aumentando también la recuperación de energía. Además, el conductor puede seleccionar la posición “Regen on Demand” para obtener la máxima recuperación de energía a través de un mando detrás del volante. El par de retención es tan alto en los modos “Low” y “Regen on Demand” que no hace falta pisar el pedal del freno para detener completamente el vehículo en tráfico normal. De esta forma, el Ampera-e se puede controlar con un solo pedal, empleando el freno en caso de emergencia.
‘Tenlo en cuenta’, la opinión de Carlos Lancha, director de marketing del RACE
Llevo muchos años en el mundo del automóvil, y siempre he tenido la certeza de que el futuro del automóvil pasaba por el impulso de energías no contaminantes, más eficientes, y con menor impacto medioambiental, como las que ahora encontramos en el mercado con el motor eléctrico. No quiero alardear de dotes proféticas, pero el futuro de la movilidad individual dependerá de la fuente de energía más accesible para los usuarios, y la más distribuida. Ya los inventores de los automóviles, tal y como los conocemos ahora, sabían de sus ventajas, y como dato curioso, pocos saben que los primeros motores eran… eléctricos!!
La automoción ha cambiado mucho, y durante estos años he estado muy atento a las propuestas de los fabricantes y en el desarrollo de esta tecnología eléctrica. Nadie duda que la viabilidad del coche eléctrico ha estado siempre comprometida por dos conceptos de difícil solución: la autonomía y los tiempos de carga. He tenido la suerte de probar todos los modelos que se analizan en este número, y confieso que, siendo coches estupendos, no acababa de encontrar razones como para dejar mi motor de combustión, para entregarme a la energía eléctrica… hasta el pasado 21 de septiembre, fecha en la que me tocaba cambiar de coche al finalizar mi periodo de renting. Al final, me he decidido por un coche eléctrico, que me acompañará los próximos cuatro años. ¿Cuáles son mis primeras sensaciones? ¿Qué valoración hago de estas primeras semanas? He pensado que mi experiencia puede ayudar a otros conductores que pueden estar planteándose este cambio. Espero que os sirva.
Vivo a 47 kilómetros del lugar de trabajo, así que en este breve periodo de tiempo ya le he hecho a mi coche nuevo más de 2.300 kms, y lejos de los que muchos piensan, sin agobios de encontrar un punto de recarga (puntos que, por cierto, hay poquísimos), y sin sorpresas. El coche ha cumplido mis expectativas al 100%, y si aún dudas, mi consejo es que te compres un coche eléctrico ya; eso sí, debes tener en cuenta…
- La accesibilidad a un punto de carga a través de cualquier enchufe de potencia disponible en tu casa y en el trabajo.
- Si eres del 98% de las personas que hace menos de 150 kms al día para ir y volver del trabajo.
- SI en tu casa hay otro coche para los largos desplazamientos (hay marcas que incluso incluyen fórmulas de préstamo para esos largos viajes puntuales…)
- Si quieres ahorrarte un dinero en carburante.
- Si quieres colaborar en la mejora del medio ambiente, evitando al emisión de particular como el CO2 o el NOx… En mi caso, ya he evitado 392 kilos de contaminantes a la atmósfera en menos de un mes.
A nadie se le escapa que esta tecnología eléctrica tiene que seguir evolucionando, sobre todo en autonomía, en muy poco tiempo. Y espero que los fabricantes no nos dejen colgados a los que estamos abriendo camino y hemos confiado en este desarrollo. Está claro que los usuarios somos los que poco a poco irán ayudando a resolver algunos problemas que solo con el uso diario y constante se pueden descubrir. Por ejemplo, por aportar mi granito de arena, recomendaría a los fabricantes entregar dos cables de carga. Una rotura de un cable te puede dejar tirado. Y al volante, el coche retiene mucho cuando levantas el pie del acelerador, ya que aprovecha esta acción para recargar la batería, pero no alerta de esta brusca desaceleración con una luz de freno, por ejemplo, para esos conductores que tienen la costumbre de conducir a centímetros del coche de delante.
Otra mejora, esta mucho más evidente, sería reducir el precio de estos coches, lo que seguro redundaría en un mayor número de usuarios. Y si hay más usuarios, habrá más infraestructuras. Tanto fabricantes como instituciones deberían potenciar la compra de este tipo de vehículos, relajando el afán recaudatorio, e incentivando su uso a través de ventajas en la movilidad y en el aparcamiento.
Y sobre todo mejorar la información que recibe el usuario. Si la gente no conoce las ventajas de un coche eléctrico dudo que opte por esta tecnología. En el Observatorio Español de Conductores – DUCIT, elaborado por el RACE, hemos elaborado una encuesta sobre conocimiento de vehículos eléctricos, en la que más del 90% de los usuarios se consideran poco o nada informados sobre esta tecnología. Si tú eres uno de ellos, te recomiendo que consideres en tu próximo cambio de coche, o al menos te informes. Creo sinceramente que no te arrepentirás.