La Fundación RACE publica a través de su página web una nueva obra dedicada a la Historia de las marcas españolas de cyclecars. En este número de Autoclub RACE publicamos la segunda entrega. La imagen que abre el reportaje es de una carrera de velocidad con cyclecars. Cuenca-Guadalajara, 50 km.1927.
TEXTO: PABLO GIMENO VALLEDOR
En esta segunda entrega, nos adentraremos en cuatro marcas muy significativas dentro de la historia española de los cyclecars: Ideal, DyG, América y Hércules.
Para el gran público tal vez son poco o nada conocidas, pero sin duda representan muy bien el ingenio y esfuerzo de sus creadores.
Ideal: La innovación de los hermanos Baradat
La historia de Ideal comenzó en 1915 con los hermanos Carlos y Claudio Baradat Guillé, quienes, provenientes del sector de la fumistería, decidieron incursionar en la automoción.
Destacaron rápidamente como uno de los cyclocars españoles más importantes en términos de producción y desempeño deportivo, junto a los modelos David.
El mérito principal de los vehículos Ideal radicaba en su diseño y fabricación completamente nacional, incluido el motor y la transmisión.
En 1916, los problemas financieros de la compañía llevaron a la suspensión de pagos, poniendo en riesgo el futuro de la marca.
La solución vino de la mano de “Talleres Hereter”, una empresa barcelonesa que adquirió la marca para integrarla en su ambicioso plan de convertirse en un referente en la fabricación de automóviles y aviones.
Lograron aumentar la producción de los Ideal, fortaleciendo su diseño y producción.
En 1917, se presentó el Modelo D, con mejoras técnicas notables y un diseño más atractivo.
A pesar de sus avances, Ideal enfrentó dificultades en un mercado cada vez más competitivo. En 1918 desaparece, pero cabe destacar que la marca ha dejado una huella técnica y comercial significativa.
Cyclecar Ideal. Carrera Barcelona-Madrid, 1916 con Isidoro Pons.
DyG: Un ciclo de creatividad truncado
Fundada en 1915 por Antonio Díaz y Mario Grilló (de ahí las iniciales de la marca DyG) supieron combinar la visión de un experto mecánico y de un empresario.
Sus cyclocars montaban motores suizos MAG. Su diseño innovador incluía un chasis patentado que permitía ajustar la longitud del vehículo según el tipo de carrocería, algo revolucionario para la época.
Aunque sus ventas no alcanzaron las de Ideal o David, DyG dejó un legado técnico y deportivo destacable.
En 1922, la marca cesó su actividad, debido en parte a la competencia de modelos extranjeros y la falta de evolución técnica.
Foto publicitaria de un cyclecar ”DyG” demostrando su adaptable suspensión.
América: Del ingenio a la sencillez
“América Autos S.A.”, surgió en 1919. A contracorriente de sus contemporáneas, la marca comenzó a fabricar automóviles técnicamente avanzados, como fue el Tipo A, que salió al mercado en 1919.
Este vehículo rompió moldes con su innovación técnica, pero su falta de éxito comercial obligó a la marca a optar por el más convencional Tipo B, un vehículo más sencillo y convencional, que tuvo un moderado éxito. Participó en competiciones como el Trofeo Armangué En 1921, aunque sus resultados no lograron impulsar sus ventas.
Salón de Barcelona de 1919. Stand de América. Cyclecar Tipo B con carrocería Lucas
Tras varios intentos adicionales, como el desarrollar y promocionar un modelo Tipo C para competiciones, América se vio obligada a cerrar sus puertas en 1922, dejando eso sí un testimonio de gran creatividad.
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Publicidad del nuevo motor Hércules
Hércules: Pasión artesanal al volante
Hércules fue un proyecto impulsado por Francisco Coma i Mas, presidente del Moto Club Deportivo de Barcelona.
Desde su creación en 1916, este automóvil artesanal destacó por su diseño único y rendimiento deportivo. Tras su primera versión, Coma revitalizó la marca en 1922 al adaptar un chasis deportivo de DyG, logrando notables éxitos en competiciones hasta 1930.
Este automóvil, técnicamente avanzado, fue una interesante obra que combinó pasión y pericia mecánica.
Les dejamos, como en la anterior entrega, un PDF descargable para su lectura. Esperamos lo disfruten,