No se sacan del cajero, pero son dinero. las criptomonedas son mucho más que dinero digital y aunque la más famosa es Bitcoin (por ser la primera) hay muchas más. Te las descubrimos.
TEXTO: ARANTXA HERRANZ
Si usas redes sociales, seguramente habrás visto muchos anuncios de plataformas de inversión en criptomoendas como Bitcoin (hasta Andrés Iniesta protagoniza uno de ellos). Es posible que también hayas leído que, previamente a la guerra pero ya con tensión en la zona, el minado de las criptomonedas se vio afectado por el conflicto en Ucrania. Pero, ¿qué son exactamente estas criptomonedas?
Una moneda virtual
Resumiéndolo mucho, una criptomoneda es, simplemente, una moneda digital o virtual que no está emitida por ningún banco central. Para que pueda ser un valor seguro, estas monedas tienen seguridad criptográfica, lo que permite que sean (en teoría) imposibles de falsificar o que se puedan gastar dos veces. De hecho, cripto hace referencia a esos algoritmos de cifrado y técnicas criptográficas que protegen las monedas.
Criptomonedas hay muchas, aunque la más famosa es Bitcoin (por ser la primera). Fue creada por Satoshi Nakamoto, del que nadie sabe su verdadera identidad. Ethereum es otra de las que más recorrido y valor tienen.
Independientemente de cómo se llamen, todas utilizan la misma tecnología, el blockchain o cadenas de bloques. Todos los eslabones de esta cadena están conectados con el libro de contabilidad y guardan un conjunto de transacciones que han tenido que ser verificadas de forma independiente por cada miembro de la red. Es decir, que para sumar un nuevo bloque (o moneda) todos los miembros de la red deben verificar este nuevo miembro. Es por eso que se dice que es casi imposible falsificar historiales de transacciones. Todos estos movimientos quedar guardados en el libro mayor, que también debe ser aceptado por toda la red.
Riesgos y oportunidades
Al ser monedas que son independientes de autoridades centrales (como el Banco Europeo), este tipo de dinero tiene tanto riesgos como oportunidades. Muchos no se fían de que, precisamente, no estén respaldados por estas autoridades tradicionales. Para otros, esta es precisamente una de sus grandes ventajas ya que no pueden ser intervenidas o manipuladas por los gobiernos (nadie puede hacer una depreciación de estas monedas).
Esto también ha hecho que, durante mucho tiempo, las criptomonedas estuvieran fuera de los canales financieros tradicionales. Aunque poco a poco hay cada vez más empresas que admiten el pago con criptomonedas, hay muchos aspectos legales que aún no están resueltos, como el tipo de interés a aplicar si se consiguen plusvalías al vender criptomonedas compradas con anterioridad. De hecho, este tipo de dinero solo se puede comprar (o extraer) en lugares de intercambios de criptomonedas (exchanges).
¿Quiere decir esto que las criptomonedas son ilegales? No. De hecho, este tipo de dinero es legal en la Unión Europea. Los derivados y otros productos que utilizan criptomonedas deberán ser calificados como «instrumentos financieros». En junio de 2021, la Comisión Europea publicó la regulación Markets in Crypto-Assets (MiCA) que establece garantías y determinadas reglas para empresas o proveedores que brindan servicios financieros que utilizan criptomonedas.
Además, la legislación pretende que se pueda aprovechar el potencial de estas monedas virtuales. Tanto que uno de sus puntos es que los servicios financieros más tradicionales puedan adoptar este tipo de tecnologías en las que están basadas las criptomonedas.
Diferencias por países
En estos momentos, hay más de un centenar de países cuyos organismos reguladores están estudiando las implicaciones legales y financieras que pueden tener este tipo de activos para ver cómo se regula su uso y poder incluirlos y adoptarlos.
Aunque pueda haber establecimientos y empresas que admitan el pago con este tipo de dinero, lo cierto es que ningún banco en España va a emitir cambio Bitcoin – euros como puede hacerlo con el dólar. Sin embargo, sí existen plataformas para poder comprar y vender este tipo de activos como si fuera una inversión más. Para ser completamente legales en España, estas plataformas deben estar registradas en el Banco de España, quien autoriza y concede esta inscripción en el registro si se demuestra que las empresas tienen procedimientos y órganos adecuados para prevenir posibles blanqueos de capitales y/o de financiación de delitos como el terrorismo.
Uno de los pocos países en los que se admite este tipo de dinero como moneda de curso legal es El Salvador. Es decir, que se permite su uso para todo tipo de transacciones. Sin embargo, son más los países que, al menos de momento, están apostando por prohibir el uso de estos valores: Argelia, Bolivia, Colombia, Turquía…
Producto financiero de riesgo
En lo que parece que casi todo el mundo está de acuerdo es en que, pese al alto precio que han alcanzado algunas criptomonedas (un Bitcoin se llegó a cambiar por casi 60.000 euros), estamos ante un producto financiero de alto riesgo.
Como en cualquier otro, comprar barato y hacerse rico al cabo de un tiempo es una de las posibilidades de inversión. Pero, como buena inversión, nadie garantiza que la jugada vaya a salir redonda. Entre otras cosas porque se calcula que, en estos momentos, hay cerca de 12.000 critpomonedas en el mercado. Muchas de ellas podrán crecer como lo han hecho Bitcoin o Ethereum. Otras tendrán unos nichos de mercado más específicos. Pero muchas otras acabarán desapareciendo e incluso dando paso a nuevas monedas. Tanto que, según algunos informes, cada mes aparecen cerca de mil nuevas criptomonedas en el mercado.
Pese a todo, algunas empresas financieras tradicionales como Renta 4, ofrecen ya entre su cartera de posibles inversiones fondos asociados a este tipo de dinero virtual, después de que la CNMV (Comisión Nacional de Mercados y Valores) diera, en primavera del año pasado, su visto bueno a que se pudieran hacer estas prácticas.