Hay una serie de inventos que están presentes en nuestro día a día que llegaron de la carrera espacial para quedarse entre nosotros.
TEXTO: ARANTXA HERRANZ
El 20 de julio de 1969 el hombre (más concretamente Neli Armstrong) llegó por primera vez a la Luna y la pisó. Desde entonces, ha habido más misiones espaciales a nuestro satélite. La última fue en diciembre de 1972. Medio siglo después de aquel último paseo por la Luna, la NASA quiere volver a llevar a los humanos a nuestro satélite, con la Misión Artemis.
En este caso, las principales novedades (más allá de que, por primera vez, una mujer pisará la Luna y no solo hombres) es que se quiere aterrizar en el polo sur lunar, hasta ahora no explorado. Un proyecto para el que se han presupuestado 93.000 millones de dólares y para el que también se están enviando robots exploradores.
Más allá de servir como laboratorio antes de decidir enviar a personas a Marte, más allá de para conocer cómo es nuestra Tierra, la carrera espacial tiene muchas otras repercusiones, incluso en nuestra vida diaria. Algunas las usamos a diario (como la cámara que llevas en tu móvil) y otras pueden salvarnos la vida (como los TAC). Estos son algunas de las innovaciones que debemos agradecer a la exploración espacial.
Investigación contra el cáncer
En la misión STS-95 del transbordador espacial que se llevó a cabo en 1998 se realizaron cinco experimentos críticos sobre el cáncer. Además, los chips utilizados en el telescopio espacial Hubble se adaptaron para detectar con mayor precisión pequeñas manchas en el tejido mamario.
Resonancias magnéticas
El procesamiento digital de señales fue pionero en la NASA para su uso durante los alunizajes del Apolo para mejorar por ordenador las imágenes de la Luna. Esta tecnología se utiliza ahora en una amplia gama de herramientas médicas y de diagnóstico, incluidas las técnicas avanzadas de obtención de imágenes corporales conocidas como TAC y Resonancia Magnética (RM).
Cámaras digitales
La NASA invirtió en esta tecnología para poder transmitir a la Tierra las imágenes del telescopio espacial Hubble. La contribución más importante del programa espacial al rápido desarrollo de la fotografía digital fue el sensor de píxeles CMOS-APS, que ahora se utiliza en los smartphones. Los chips son tan pequeños y potentes que casi han dejado obsoleta la cámara digital original.
Gafas de sol
Para poder salir al espacio, los astronautas están protegidos por una fina lámina de plástico, encargada de protegerles del vacío, el frío extremo y la radiación intensa. Para desarrollar este plástico se invirtieron muchos recursos y esfuerzos, que han dado lugar a tecnologías que permiten que tengamos gafas de sol, incluso baratas, a día de hoy. Además, para proteger a los astronautas de la radiación ultravioleta (UV), los ingenieros de la NASA desarrollaron ventanillas (y posteriormente lentes) intercaladas con partículas de óxido de zinc, el mismo material que se utiliza en los protectores solares para absorber la luz UV.
Zapatillas de deporte
Diseñar un traje espacial ha tenido su impacto en el calzado deportivo, que ha incorporado los procesos de fabricación y diseño utilizados en la construcción de los trajes de la NASA. Esto es especialmente significativo en el punto en el que la goma de la zapatilla se une al suelo. Un proceso conocido como «moldeado de caucho por soplado», utilizado en la producción de auriculares y que se aplicó para crear suelas huecas de zapatillas deportivas diseñadas para ser rellenadas con materiales amortiguadores.
Taladros inalámbricos
La tecnología que hay detrás de esta herramienta no fue inventada por la NASA, pero (como ocurre con bastantes otras tecnologías) esta agencia fue responsable de su desarrollo y de su aumento de popularidad. La primera herramienta inalámbrica fue presentada por Black & Decker en 1961. La misma empresa también desarrolló un martillo perforador sin cable para la NASA, que fue utilizado por los astronautas del Apolo para extraer muestras de roca de la superficie de la Luna en 1971. Y también fue responsable de desarrollar las aspiradoras inalámbricas.
Bombillas LED
La NASA también investiga cómo la luz afecta tanto a los seres humanos como a las plantas. No solo quería saber cómo impacta el experimentar más de una docena de amaneceres y puestas de sol cada día, sino que una de sus necesidades era desarrollar formas de cultivar alimentos sin depender de la luz solar. Esta investigación ha ayudado a desarrollar tecnología LED orientada a la biología (se usa en algunas plantaciones para, por ejemplo, tener fruta fuera de temporada).
Leche para bebés
Las fórmulas infantiles disponibles en el mercado contienen un ingrediente de enriquecimiento nutricional cuya existencia se remonta a una investigación patrocinada por la NASA que exploró el potencial de las algas como agente de reciclaje para los viajes espaciales de larga duración. Se trata de Formulaid.
Alimentos liofilizados
Durante las largas misiones espaciales, en las que hay que aprovechar al máximo cada gramo de peso y cada centímetro de espacio a bordo de un transbordador, los alimentos liofilizados se han convertido en un elemento básico. Estos alimentos son muy ligeros y conservan su valor nutricional. Además, una vez reconstituidos, son más fáciles y agradables de comer que los anteriores alimentos envasados en tubos flexibles.
Purificadores de aire
Estos aparatos se volvieron muy populares durante la pandemia, con el fin de garantizar que el aire de espacios cerrados fuera lo más limpio posible. Muchos de estos aparatos se basan en una tecnología desarrollada en la década de 1990 en el Centro de Automatización y Robótica Espacial de Wisconsin (WCSAR), un centro de asociación de investigación de la NASA en la Universidad de Wisconsin-Madison en ese momento. Los investigadores querían eliminar la hormona vegetal etileno del aire que rodea a las plantas en las naves espaciales. Sin gravedad para mover el aire, el etileno se acumulaba alrededor de las plantas, provocando su marchitamiento prematuro. Pero la solución que idearon, conocida como oxidación fotocatalítica, eliminaba mucho más que el etileno.