Twitter ha sido la última compañía cuyo CEO y fundador se ha marchado, pero antes lo vivieron otras como Apple, Amazon o Microsoft y todas siguieron liderando su sector.
TEXTO: ARANTXA HERRANZ
Jack Dorsey es el fundador de la red social Twitter. Recientemente, anunciaba que iba a dejar de ser el máximo directivo de la compañía (el CEO), después de 15 años dirigiendo la empresa. Después de varias horas de rumores, Dorsey confirmaba que había anunciado que dejaba Twitter para centrarse en otros proyectos empresariales en los que andaba metido. Dejaba, además, al frente de Twitter al director técnico de la compañía, Parag Agrawal. Un movimiento que, por otro lado, fue bien recibido por los inversores, que premiaron el anuncio con una revalorización de las acciones de la compañía.
Es el último y mediático caso en el que el creador de una gran compañía deja la dirección general de la empresa que fundó. Antes de él, se han dado muchos otros casos, con mejor o peor fortuna, tanto para el fundador como para la empresa que deja tras de sí. Estos son algunos ejemplos.
Jeff Bezos, Amazon
Sin ir más lejos, este mismo año el CEO y fundador de Amazon, Jeff Bezos, también comunicaba que, 27 años después de poner en marcha su tienda de libros en Internet, decidía retirarse de la primera línea de la gestión de este imperio.
«Ser el director ejecutivo de Amazon es una gran responsabilidad y consume. Cuando tienes una responsabilidad como esa, es difícil poner atención en otra cosa», escribía Bezos en una carta a los empleados de Amazon, cuando anunció por primera vez que dejaría su trabajo.
En esta misma misiva, Bezos perfilaba a qué dedicaría su tiempo: volver a su papel de inventor y seguir trabajando en «iniciativas de Amazon». Además, dejaba entrever que una de las razones de su marcha estaba muy relacionada con una de las grandes críticas que ha recibido Amazon en los últimos tiempos: cómo trata a sus empleados. «A pesar de lo que hemos logrado, tengo claro que necesitamos una mejor visión para el éxito de nuestros empleados», escribe Bezos. «Siempre hemos querido ser la empresa más centrada en el cliente de la Tierra. No cambiaremos eso. Es lo que nos trajo aquí. Pero me comprometo con una cosa más. Vamos a ser el mejor empleador de la Tierra y el lugar más seguro para trabajar de la Tierra».
Bill Gates, Microsoft
Ha sido el co fundador de una de las empresas más exitosas y longevas en tecnología, pero también una de las personalidades más controvertidas al frente de su gestión. Bill Gates decidía finalmente dejar todos sus cargos en el consejo de administración de Microsoft para dedicarse a cuestiones filantrópicas.
En realidad, Gates era el presidente de Microsoft desde que en 2006 anunciara que, en 2008, renunciaría a su puesto de CEO para ocupar este otro cargo, más honorífico. Durante esos dos años, se inició la transición de poder, que quedó en manos de Steve Ballmer. Gates se empezaba a desvincular así de la compañía que fundó, después de muchos años de juicios antimonopolios y de haber amasado una fortuna que le convertiría en una de las personas más ricas del mundo.
Steve Jobs, Apple
Steve Jobs fundó Apple y tuvo dos salidas al frente de la dirección general de esta compañía. La última fue apenas seis semanas antes de fallecer, dejando al frente de Apple a su actual CEO, Tim Cook.
Pero antes, en 1985, fue despedido como CEO de la empresa que fundó, después de unas luchas internas entre el consejo directivo de la compañía de la manzana. Tras esta salida, Jobs fundó Pixar (que fue comprada por Disney) y otra empresa informática (Next), que acabó siendo comprada por Apple, lo que permitió su vuelta al ruedo.
John McAfee, McAfee
John McAfee fundó una de las compañías de antivirus más reconocidas de todo el mundo. La fundó en 1980 y renunció a ser su CEO en 1994.
Intel compró su empresa por 7.700 millones de dólares en 2010 para que fuera parte de su unidad de ciberseguridad de Intel, aunque en 2016 la acabó vendiendo de nuevo. Pese a haber sido reconocida y galardonada como uno de los mejores programas de seguridad, la fuerte y polémica personalidad del fundador siempre ha sido un lastre para la gestión de la compañía McAfee.
Cómo se gestiona una retirada
Aunque pueda suponer un shock inicial, lo cierto es que la mayoría de las empresas suelen tener un plan estudiado y detallado para acometer la sucesión del director general. En algunos casos, estas salidas están pactadas por contrato (bien por cumplir una determinada edad, bien por llevar determinados años en el cargo), lo que da margen suficiente para planificar el relevo.
Pero no siempre es así. También hay veces en los que estas renuncias se producen de manera repentina. En algunos otros, los fundadores de las empresas suelen ver a sus compañías como símbolos de su propio éxito y, casi, como sus propios hijos. Son CEO que han querido impregnar a las compañías con sus propias personalidades y, en ocasiones, les resulta difícil dejar sus puestos al frente de las empresas que crearon.
No en vano, abandonar estos puestos supone, en muchos casos, renunciar al poder y a un status que les ha acompañado durante mucho tiempo. Por eso no suelen contemplar su sucesión. Es más, y quienes acompañan al directivo en otras labores de gestión puede que tampoco planteen la posibilidad de tener previsto una sucesión, por temor a que esto se interprete como un acto hostil.
A la hora de reemplazar a un CEO, siempre hay dos opciones: optar por alguien de la casa o externo. El primero sabe bien cómo funciona la empresa, pero el segundo no tiene compromisos ni lazos de favor que le aten. Sea cual sea la opción elegida, siempre hay dos cosas claras: querer garantizar el éxito de la compañía en el futuro y evitar injerencias del CEO saliente, especialmente si es el fundador.