Enrutadores, conmutadores, firewalls, sistemas de almacenamiento, servidores y controladores de entrega de aplicaciones. El diseño de un centro de datos se basa en una red de recursos informáticos y de almacenamiento que permiten la entrega de aplicaciones y datos compartidos.
TEXTO: ARANTXA HERRANZ
Para que Internet funcione, se necesitan centros de procesamiento de datos o CPD. Muchas empresas, de hecho, tienen sus propios CPD para funcionar: un conjunto de servidores, sistemas de almacenamiento y redes que permiten ejecutar y que funcionen muchos de los programas y datos con los que trabajan. Los bancos, las operadoras, los seguros, la distribución… a poco que una empresa empiece a tener varios empleados y a tratar mucha información, va a necesitar un CPD, más o menos grande, para dar respuesta a las necesidades de su negocio.
Simplificándolo mucho, un centro de datos es una instalación física que las organizaciones utilizan para albergar sus aplicaciones y datos críticos. El diseño de un centro de datos se basa en una red de recursos informáticos y de almacenamiento que permiten la entrega de aplicaciones y datos compartidos. Los componentes clave del diseño de un centro de datos incluyen enrutadores, conmutadores, firewalls, sistemas de almacenamiento, servidores y controladores de entrega de aplicaciones.
Construir o alquilar
Aunque el auge del cloud computing (o informática en la nube) ha hecho que la tendencia se acelere, muchas empresas, a la hora de tener sus propios recursos informáticos, decidían confiar en terceros en lugar de tener que invertir ellos mismos en estas instalaciones.
Era una manera de pagar por el servicio utilizado y no tener que preocuparse por invertir y mantener equipos cuya obsolescencia se producía, quizá, con demasiada rapidez.
A este tipo de CPD se les suele considerar como neutrales: no son propietarios uy exclusivos de una empresa y permiten que otras compañías pueden tener ahí sus propios recursos de forma alquilada.
Estas empresas aseguraban hace un año que, si se daban las condiciones adecuadas, España podría recibir una inversión de 3.000 millones de euros en apenas cinco años y solo en las infraestructuras físicas (es decir, en la construcción y despliegue de estos centros). Unas construcciones que, evidentemente, generarían nuevas inyecciones económicas en las zonas, como transporte, alimentación, restauración, etc.
Nuevas inversiones
Desde aquella reclamación que hicieron en el Congreso de los Diputados hasta ahora, han sido varias las compañías que han anunciado la inversión en CPD en nuestro país, bien mediante la construcción de sus propios CPD o mediante el alquiler de estos espacios en estos centros neutrales.
Las dos últimas han sido IBM y Oracle, quienes han anunciado que España albergará una de sus regiones cloud. Esto permitirá que los clientes de ambas empresas tengan menos latencia (o retardo) a la hora de gestionar sus aplicaciones y tratar sus datos.
La primera gran compañía en situar a España dentro de sus inversiones estratégicas en este terreno de los CPD fue Amazon Web Services, quien está a punto de inaugurar su región cloud en Aragón. Google y Microsoft fueron las siguientes en designar a nuestro país como un centro neurálgico de sus redes en la nube.
Hasta ahora, buena parte de la inversión en estos centros que manejan los datos con los que Internet funciona se dedicaba a las ciudades conocidas como FLAP: Frankfurt, Londres, Ámsterdam y París. Estas cuatro grandes ciudades suponen el 70% del mercado de los centros de datos europeo. Sin embargo, un reciente informe de Datacentrepricing (DCP), asegura que el principal crecimiento en la capacidad prevista del centro de datos europeos vendrá de los mercados considerados secundarios; es decir, fuera de los cuatro grandes. Más concretamente, en el caso de España este crecimiento será del 62%, según este estudio.
Para hacer estos cálculos, se ha analizado la construcción de centros de datos planificada y anunciada en Europa: un total de 109 CPD que suman casi 1,5 millones de m2 de espacio y aproximadamente 2250 MW de potencia. Más de la mitad de estos nuevos centros de datos (el 54%, concretamente) se concentra en Portugal, Irlanda, Italia, España y Suiza.
España, hub del Sur de Europa
¿Por qué España atrae estas inversiones? La creciente adopción de servicios basados en la nube y la digitalización empresarial prevista en nuestro país es positiva, lo que está facilitando también que cada vez más empresas quieran colocar en nuestro país sus CPD para dar respuesta a estas crecientes demandas. El hecho de que el Gobierno español anunciara el año pasado una inversión de 700 millones en el desarrollo de Inteligencia Artificial también está acelerando el mercado de centros de datos, puesto que estos datos son fundaméntela es para el desarrollo de este tipo de tecnologías.
A ello habría que añadir la implementación del 5G (otra de las grandes apuestas del gobierno) y la fibra óptica en más ubicaciones. Una mayor aceptación del Internet de las Cosas (IoT), junto con algunas de las consecuencias que ha tenido la pandemia del Covid-19 (aumento del tráfico de Internet y uso de la nube) han terminó colocando los centros de datos en la mira de los inversores.
El hecho, además, de que se esté impulsando el uso de energías verdes y renovables también juega a nuestro favor. Aunque los CPD consumen mucha energía, todos ellos están trabajando para ser lo más eficiente energéticamente posible. De hecho, el sector de los CPD tiene mejores comportamientos en este sentido mejor que otras industrias, centrándose en el origen renovable de una gran cantidad de electricidad que consume, así como en el ahorro en el consumo en sus sistemas de climatización.
Por último, cabe señalar que el mercado español se considera un territorio con buen potencial para el desarrollo de centros de datos. Su posición geográfica, las nuevas conexiones a través de cables submarinos con América y África, la buena conectividad y la alta penetración de las energías renovables están favoreciendo que buena parte de las inversiones en nuevos CPD para que funcione Internet llegue a nuestro país.